“La auténtica responsabilidad de la
muerte de mi hijo está en la propia embajada de EE. UU. Su vida fue sacrificada
para encubrir las actividades estadounidenses en Chile",......"En
1973, los medios de comunicación no mostraron gran sagacidad en comprender el
alcance de las operaciones encubiertas en Chile: la administración Nixon,
acosada por Watergate, negaba una y otra vez la intervención ilegal contra el
gobierno de Allende ",....."Las informaciones recogidas por Charles
pudieron cambiar las cosas. A fin de impedirlo, se facilitó su nombre y
dirección a las autoridades militares chilenas para que lo detuvieran e
interrogaran"
Ed Horman, padre de Charles, muerto en 1994 sin ver justicia
para su hijo
Después de 41 años y medio de sus asesinatos
y a 14 desde el inicio de la investigación judicial, ayer lunes 2, el ministro
en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago Jorge Zepeda dictó las
sentencias de primera instancia en los casos de los homicidios calificados de
los ciudadanos estadounidenses Charles Horman Lazar y Frank Teruggi Bombatch,
condenando a 6 años de cárcel al ex brigadier del Ejército y agente de la DINA
Pedro Espinoza Bravo y a 2 años de prisión remitida al ex civil de la Fuerza
Aérea Rafael González, un cómplice de Espinoza. El otro incriminado directo, el
ex Comandante de Grupo de la Misión Militar de Estados Unidos en Chile capitán
de Navío Ray E. Davis, resultó eximido, pues, lamentablemente para la causa, falleció
en abril de 2013.
En
la arista civil del juicio por éste infame delito[1], el
magistrado ordenó a los condenados y al Estado a pagar solidariamente $200
millones a Joyce Horman, viuda de Charlie, y una cifra igual a Janis Terucci,
hermana de Frank.
Ambos
periodistas, integrantes del progresismo estadounidense y simpatizantes del
proceso abierto por la UP en Chile, murieron asesinados entre el 18 y el 22 de
septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre
que instalara en el poder al dictador Pinochet y a una junta militar. Sus
cuerpos fueron hallados en las calles de Santiago, acribillados a balazos y
llevados a la morgue de Santiago, desde donde desaparecieron. Sólo Horman sería
habido y rescatados sus restos desde la fosa común del Cementerio General,
siendo repatriados en abril de 1974. Muy propio de unas abyectas e inhumanas
mentes, la embajada yanqui pidió a la familia cancelar US$900 por el traslado
de los torturados restos de Horman y el sinvergüenza del secretario de Estado
Henry Kissinger cometió el despropósito de expresarles ‘sus condolencias’.
Horman,
que trabajaba como guionista y cuya historia dio pie a la película “Missing”,
del director Costa Gavras (1982), tenía 31 años de edad al momento de su
asesinato. Director de cine y periodista, había estado viviendo en Chile con su
esposa, Joyce, y estaba abocado a investigar la política de asesinatos
implantada tras el golpe militar a la vez que escribía guiones para Chile
Films, desde su llegada al país en 1972. Detenido el 17 de septiembre de 1973,
el 15 es trasladado desde Viña del Mar a Santiago por el capitán Ray Davis, que
tenía el cargo de comandante de grupo de la misión militar de EE.UU. en Chile.
Una vez en la capital, Horman fue detenido e interrogado en las dependencias
del Ministerio de Defensa, procedimiento en el cual Pedro Espinoza habría
participado, según los antecedentes de la indagatoria. Según el texto de la
investigación, Ray Davis podría haber evitado el asesinato de Horman dado el
grado de colaboración con los agentes represores chilenos, aunque no intermedió
en el caso porque consideraba “subversivas” las investigaciones periodísticas
que su compatriota realizaba en el país. Por ejemplo, Charlie tenía reportes
sobre las conexiones entre la CIA y los asesinos del general Schneider[2].
Por
su parte, Frank Teruggi, 24 años, era un graduado del MIT de California, donde
estudió economía y colaboraba en un compendio de noticias semanal, y al momento
del golpe tomaba cursos de economía de la U. de Chile. Había sido un
seminarista vinculado a la Teología de la Liberación y fue sindicado por el FBI
como miembro del Grupo del Área de Chicago para América Latina (CAGLA), ONG
progresista y anti-imperialista considerada “subversiva” por el gobierno de Washington.
Frankie participó en manifestaciones y grupos de activistas contra la guerra de
Vietnam. Escribía para FIN –Fuente de Información Norteamericana[3], una
revista que reportaba las actividades del gobierno de EEUU y de las
corporaciones transnacionales alrededor de mundo. Durante toda su permanencia
en Chile, él fue seguido en secreto por los servicios de inteligencia de EEUU.
Fue apresado en su domicilio en Santiago y trasladado al Estadio Nacional, que
por entonces era utilizado como un gran campo de detención durante los primeros
meses después del golpe militar. En ese recinto fue asesinado por los militares
entre el 21 y 22 de septiembre. Según revelaron algunos documentos
desclasificados por el Departamento de Estado de EEUU[4], los
servicios secretos de ese país seguían de cerca las actividades de Teruggi en
Chile desde 1972. Los agentes estadounidenses, bajo las órdenes del capitán Ray
Davis, descubrieron que Teruggi escribía para un medio de izquierda en EE.UU. y
entregaron sus antecedentes a los servicios secretos del Ejército, que lo
detuvo.
La
dura lucha judicial entablada por las familias y compañeros de Horman y Teruggi
se inició el 7 de diciembre del año 2000[5], cuando
fuera interpuesta una querella criminal genérica (por todos los crímenes cometidos
bajo la dictadura cívico-militar) ante la Corte de Apelaciones de Santiago, y
patrocinado por los abogados Fabiola Letelier y Sergio Corvalán. Esta acción
judicial penal fue interpuesta en el sumario criminal rol Nº 218.298 seguidos
contra Augusto Pinochet y otros por el secuestro, homicidio calificado,
torturas y otros delitos. Fue acogida a tramitación por el Juez Instructor de
fuero, Señor Juan Guzmán Tapia y correspondía a la querella criminal número 189
que se investigaba dentro de la misma causa judicial contra Augusto Pinochet.
La querella fue interpuesta además en contra de toda persona, sean chilenas,
norteamericanas y de cualquier otra nacionalidad que en la investigación
judicial resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores
de los delitos de secuestro, homicidio calificado, torturas, inhumación y
exhumación ilegales, y asociación ilícita, cometidos en perjuicio de Charles
Edmund Horman.
El
12 de diciembre de 2000 se solicitó a la Corte Suprema que se designara un Ministro
de la Corte Suprema para que en calidad de Ministro Instructor especial
sustanciara en primera instancia la investigación por la muerte de Charles
Horman, fundada en el Art. 52 del Código Orgánico de Tribunales de Chile. Los
tribunales desecharon la especie. Luego, en julio de 2001 y después de muchas
gestiones ante los poderes del Estado por parte de los deudos, el Juez Guzmán
tomó las declaraciones judiciales a una testigo chilena y cuatro testigos
norteamericanos, dos de ellos ex detenidos del Estadio Nacional. También
declararon ante el Juez Instructor Terry Simon y Joyce Horman que habían
viajado desde New York a Santiago exclusivamente para dar su testimonio ante el
Juez Guzmán.
Desde
el 8 al 13 de mayo de 2002, Guzmán nuevamente tomó las declaraciones de varios
testigos. Steve Volk, quien colaboró en el boletín FIN y fue quien identificó
al cuerpo de Frank Teruggi en la morgue, el ex traductor de Salvador Allende y
periodista Marc Cooper y el académico Adam Schesh, quien estuvo detenido en el
Estadio junto con su esposa, viajaron a Chile para declarar. Varios testigos
chilenos, todos ex presos del Estadio Nacional, también declararon ante el
juez.
Hasta
mayo de 2002, la documentación que Guzmán llevaba abarcaba cinco tomos y en la
causa habían declarado 17 testigos estadounidenses y 23 chilenos. El juez
buscaba determinar si, como sostiene la familia Horman y lo demuestran los
hechos, la embajada y consulado fueron negligentes en no proteger a Horman o si
los diplomáticos de los EEUU fueron derechamente encubridores de acciones
delictuales. Para dilucidar estas tesis, se careó a Frederick Purdy, Cónsul de
los Estados Unidos desde 1969 a 1975 quien se jubiló en Chile, en presencia de
los otros norteamericanos para verificar varios aspectos de su declaración que
dio el año anterior, y que contradijeron las declaraciones de los testigos
querellantes. Al salir del tribunal, Purdy reiteró a la prensa que el
consulado, bajo su administración, “consiguió la liberación de 24 ciudadanos de
los Estados Unidos, prisioneros en el Estadio Nacional”, lo cual es refutado
por los testigos nortemericanos tajantemente. Estos alegan que el Consulado y
la Embajada mostraron poco o ningún interés en ayudar a los compatriotas
detenidos.
Después,
los días 14, 15, 22, y 23 de mayo de 2002, el Ministro Guzmán convocó testigos
a la reconstitución de la escena de detención del Estadio Nacional. La
diligencia tuvo como objetivo reconstruir la organización y el sistema de
detención descritos anteriormente por los testigos en sus declaraciones
juradas. Fue el más importante de las diligencias judiciales realizadas en el
recinto del Estadio Nacional, convocando al ex Cónsul Frederick Purdy y varios
ex presos, ambos chilenos y norteamericanos. Los testigos relataron por separado
como fueron hacinados hasta 200 personas en los camarines y otras condiciones
de su detención. Varios testigos describieron como un hombre encapuchado
acompañado por militares señalaba a los detenidos destinados a fusilamiento. El
sonido de la ráfaga de ametralladores fue escuchado más de una vez por muchos
detenidos. Todas estas escenas y otras relatadas por los testigos fueron
recreadas por unos 30-40 jóvenes de la escuela de detectives.
En
octubre 2002, el caso se traspasa al Ministro Jorge Zepeda. Este, el 10
Diciembre 2003, procesa a Rafael González. El juez determinó que González fue
cómplice en la planificación y realización del secuestro de Horman y su
interrogación, acciones que culminaron con el homicidio.
El
caso Charles Horman siguió en fase de sumario por largo tiempo bajo la
supervisión de Zepeda. Según los antecedentes recopilados por el juez, las
muertes de Horman y Teruggi se enmarcaban en la investigación que realizaban
los servicios secretos de EEUU para indagar las actividades políticas de sus
conciudadanos en Chile con la colaboración de agentes chilenos. Sin embargo, en
un curioso giro del destino, el 29 de noviembre de 2011 el ministro de fuero
Jorge Zepeda dictó dos procesamientos respecto de los asesinados[6],
resolución en la cual Colonia Dignidad, que antes estuvo ligada en la querella
general en contra de Pinochet, volvió a aparecer implicada, de uno u otro modo.
Los
procesados entonces, fueron el ex capitán de inteligencia naval de Estados
Unidos Ray E. Davis, comandante de la misión militar de ese país en Chile en
1973 (cuya extradición se solicitó el mismo día), y el ex brigadier y segundo hombre de la
DINA, Pedro Espinoza. El primero fue acusado de haber conducido a Horman (quien
se encontraba en Valparaíso el 11 de septiembre de 1973) desde el puerto a
Santiago, mientras que al segundo le cabría responsabilidad por el papel de
asesino directo que cumplió en el Estado Nacional.
Llamó
la atención que en el auto de procesamiento figurara el contenido de una de las
famosas fichas de inteligencia que el colono alemán Gerd Seewald confeccionaba
al interior de Colonia Dignidad para Paul Schäfer. Las primeras fichas se
encontraron el año 2000 y el grueso de ellas fue ubicado por la PDI el 2005, en
los fundos de Parral y Bulnes, junto con un inmenso arsenal. Sin embargo, su
contenido es mayormente desconocido, pues el juez Zepeda les aplicó la Ley de
Inteligencia, por lo que algunos sólo algunos retazos de estas se han ido
conociendo a través de diversos fallos judiciales, como los dictados por el
ministro de fuero de la Corte de Concepción Carlos Aldana, en los casos de
Pedro Merino y Adán Valdebenito.
El
17/10/2012, la Corte Suprema accede a la petición de Zepeda e inicia las
gestiones para lograr la extradición desde EEUU de Ray E. Davis, el que se
suponía estaba en Florida. La verdad es que el vil marine estaba en Chile, a
esas alturas, abandonado en un hogar para ancianos y con Alzheimer. El maldito
había vivido todo el tiempo en Chile y murió, frustrando a las familias y
amigos de Horman y Teruggi, en mayo de 2013. El punto es que EEUU nada dijo
sobre esto a su justicia o a la nuestra, y su embajada aseguró que no sabían
que Davis vivía aquí[7].
Ahora
surge esta condena del juez Zepeda que, aunque tardía e insuficiente para la sed
de justicia de los deudos de Horman y Teruggi, igualmente permite avanzar en
otras investigaciones. Por ejemplo, profundizar en las acusaciones a los
personajes de EEUU que tenían responsabilidades política en la época del golpe
militar en Chile, tales como el entonces Secretario del Estado norteamericano
Henry Kissinger; el ex Embajador yanqui en Chile en el período en que ocurrió
el crimen, Nathaniel Davis; Frederick Purdy, Cónsul de EEUU desde 1969 a 1975 y
quien se jubiló en Chile y otros funcionarios y testigos.
Terminemos
este resumen con unas sensibles palabras de la viuda de Charlie, Joyce[8]:
“La historia de Charles es tan relevante
hoy como lo era hace 40 años, y hace que las causas en contra de los
responsables sigan siendo apremiantes. La madre de Charles, Elizabeth, a menudo
utilizaba el refrán, "no dejaremos piedra sin remover." Esa, también,
es mi misión, y debe ser la meta de todos aquellos dedicados a un mundo justo
en el que ningún individuo es demasiado grande o demasiado poderoso para dejar
de responder por sus crímenes.”
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa-CHILE
Febrero 3 de 2015
[1]
“Justicia decreta condenas por asesinato
de Charles Horman ocurrido en 1973”, 02/02/15; en: http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20150202/pags/20150202120259.html
[2]
“Caso de Charles Horman; Un Periodista de
Conciencia”, septiembre 2006; en: http://www.memoriayjusticia.cl/espanol/sp_enfoque-Chhorman.html
[4] “Seeking Justice in Chile: A Personal History”, 2007; en: http://www.oberlin.edu/news-info/observations/observations_steven_volk2.html
[5]
“Caso de Charles Horman; Un Periodista de
Conciencia”, supra.
[6]
“El vínculo de Colonia Dignidad con los
crímenes de Horman y Teruggi”, 07/09/13; en: http://documentomedia.cl/2013/09/07/el-vinculo-de-colonia-dignidad-con-los-crimenes-de-horman-y-teruggi/
[7] “Questions over death of Navy officer Ray E. Davis in Chile 'Missing'
killings”, 04/10/13; en: http://www.theaustralian.com.au/news/world/questions-over-death-of-navy-officer-ray-e-davis-in-chile-missing-killings/story-e6frg6so-1226732992737?nk=711fe589c0feea32ace4684758d9f5fe
[8] “Justice for Charles Horman – and the truth about the US and Chile's
coup”, 11/09/13; en: http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/sep/11/justice-charles-horman-us-chile-coup
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