“Mientras la remuneración promedio de un
gerente general de una gran empresa chilena supera los $18 millones y las
autoridades nos dicen que estamos al borde del desarrollo (porque nuestro PIB
por persona se sitúa en torno a los US20.000), el grueso de la población debe
conformarse, luego de trabajar 45 o más horas a la semana, con un salario que
los obliga a endeudarse para comer, vestirse, pagar las cuentas básicas, educar
a sus hijos o acudir al doctor en caso de enfermedad. Ni hablar de recreación”.
Marko Kremerman, mayo 2014
Altas siguen siendo las tasas de desigualdad
en Chile, eso sí sólo nos atenemos a los resultados de la última Encuesta de
Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2013, que el sábado 24 de enero
difundió el Ministerio de Desarrollo Social (MDS)[1].
El
estudio[2], que debió
haberse entregado en junio del año pasado, indica que la pobreza medida sólo por
ingresos alcanza un 14,4%, mientras que las personas en pobreza extrema
representan un 4,5%. En 2011, la pobreza llegaba a un 22,2% y la pobreza extrema
registraba al 8,1%.
En
cuanto a la “pobreza multidimensional”, ésta llega a un 20,4%. Tal categorización,
utilizada por primera vez en la encuesta, considera no solo los ingresos
necesarios para adquirir una canasta básica, sino también aspectos que tienen
que ver con educación, salud, trabajo, seguridad social y vivienda.
La
encargada del MDS, Fernanda Villegas, señaló que: “si bien la nueva metodología de medición de pobreza tiene efectos en el
nivel de pobreza, se confirma que esta se mantiene a la baja, como viene
ocurriendo desde 1990, independiente del método que se utilice para medirla”.
Pero la ministra no pudo dejar de ratificar lo evidente: “La medición de la distribución de los ingresos a partir de esta nueva
metodología confirma además un dato que ya sabemos: nuestro país presenta altas
y persistentes tasas de desigualdad e ingresos”.
De
acuerdo a la metodología anterior, las personas que tenían un ingreso mensual igual
o inferior a $39.725 eran consideradas de extrema pobreza, mientras que el
límite para la pobreza era de $66.084. Con los nuevos parámetros, se considera
que una persona se encuentra en situación de pobreza extrema si tiene un
ingreso mensual de $91.274 o menos; y en situación de pobreza si su ingreso es
igual o inferior a $136.911.
Por
cierto que con la utilización de las categorías originales, en esta medición se
puede apreciar un mejoramiento relativo en términos de ingresos, lo que alegra
a todo el mundo, puesto que da la sensación que todos estamos alcanzado el
desarrollo. Mal que mal tenemos un ingreso per cápita primermundista, de
US$23.165,[3] lo que
nos aproxima a Portugal y Grecia. Pero…
Debemos
estar alertas ante el uso discrecional de dichos promedios y tasas, mediante
los cuales se nos pretende ocultar las situaciones específicas y los efectos
reales del desigual y asimétrico desarrollo que se nos ha impuesto y que, en
parte, hemos ido aceptando.
Si
observamos con no tanta atención la situación socio-económica de nuestra
formación, podremos apreciar las extremas desigualdades que persisten en la
totalidad de las esferas de la vida social. De hecho, un índice
internacionalmente aceptado como un indicador del nivel de la desigualdad (o de
la igualdad) de los ingresos en un país, el de Gini (0 equidad perfecta; 1
inequidad perfecta)[4],
no varió nada en Chile entre 1990 (0,554)[5] y 1999
(0.559)[6], sólo
mejoró un 6% entre 1999 y 2006[7] y apenas
un 2,6% entre 2006 y 2011[8]; en
suma, entre 1990 y 2011, casi todo lo que llevamos de ésta pseudodemocracia, la
desigualdad de los ingresos se atenuó solamente en un 8% (¡!) y eso sobre datos
oficiales, puesto que hay expertos que aseguran que el índice de Gini, al menos
en 2013,[9] debía
ser de es 0,57, ya que hay ingresos ocultos.
Nuestro
último índice de Gini, de 0,508,[10] nos
coloca como uno de los países peor evaluados dentro de la OCDE[11]. A su
vez, dentro de Latinoamérica, también salimos mal parados: con datos de 2009,[12] cuando
Chile exhibía un índice de 0,551, mostraban una distribución del ingreso mejor
que la nuestra Nicaragua (0,34), Argentina (0,445), Perú (0,483), Ecuador (0,493),
México (0,47)[13].
De los conocidos, sólo nos gana Brasil, que presentaba un Gini de 0,527 (2012).[14]
Chile,
su economía, crece. Sin embargo, el director ejecutivo de la Fundación Para la
Superación de la Pobreza, Leonardo Moreno[15], nos
aclara: “(…) efectivamente la gente tiene
un mejor bienestar relativo respecto de algunos aspectos y que la mala
redistribución no es más que la punta del iceberg de una serie de otras
desigualdades que Chile tiene, y para las cuales requerimos políticas públicas.”
Un
trabajo ya antiguo (2007)[16], pero
muy ilustrativo sobre la problemática en discusión, establecía fehacientemente
que el “gran generador de desigualdad en
Chile no son los sectores más pobres, sino que el 10% o incluso el 5% más rico”.
Y
claro, si bien el gobierno y el bloque político de Estado puede alardear que, teóricamente,
“redujeron los pobres” (un 26% entre 2009-2013, según la novedosa medición multidimensional)[17],
resulta que la misma Casen anota que entre 2011 y 2013 no varió casi en nada la
distribución del ingreso monetario entre los hogares chilenos según decil[18] de ingreso
autónomo per cápita del hogar. Es más, el ingreso de los hogares del decil 1,
el más pobre, se mantuvo idéntico (con apenas un 2% del total) y los del decil
10, el más rico, varió apenas en un -1% (embolsándose el 34,4% del ingreso
total). Es decir, más bien los pobres pasaron a un nivel ‘superior’ de pobreza,
mientras que los ricos siguen ganando como siempre.
La
misma Casen 2013,[19] nos
reitera una de las expresiones más claras de la desigual distribución de los ingresos.
Allí, se puede constatar que el decil más rico de la población (10%) tiene un
ingreso superior a la suma de los ingresos de los 6 primeros deciles (60% de la
población).
Ahora,
si picáramos más fino, nos podemos encontrar con que en 2010,[20] casi un
tercio (31,1%) del ingreso de Chile llegó al 1% más acaudalado de la población,
mientras que sólo algo más de los dos tercios (68,9%) restantes se distribuyó
entre el 99% de los demás chilenos. La participación del 0,1% más acaudalado
fue en promedio de casi 20% para el período 2005-2010. Es decir, el 0,1% más
rico capturó en promedio más de la mitad del ingreso que capturó el 1% más
rico. A su vez, la participación del 0,01% más rico, fue 11,5%, en promedio más
de la mitad de la participación del 0,1% (19,9%).
Otra
muestra de nuestra injusta formación, nos la expone el apartado Trabajo de ésta
Casen 2013, en donde podemos apreciar que el ingreso por concepto del trabajo,[21] según promedio
mensual de la ocupación principal por decil, pasó de $1.113.735 a $1.258.684
entre 2011-2013 para el decil más rico, mientras que el ingreso mensual del
decil más pobre pasó apenas de $92.947 a $107.871, en igual período. En
resumen, los más pobres en Chile ganan casi 12 veces menos que los más ricos.
Finalmente,
aportemos que luego de 25 años (hasta 2014),[22] en que
Chile ha presentado una tasa de crecimiento económico promedio anual por sobre
el 5%, el 70% de los trabajadores chilenos gana menos de $400.000, monto que
bajo los estándares del Chile actual, donde el costo de la vida se parece cada
vez más a un país europeo, no sólo resulta insuficiente, sino que también
prohibitivo hasta para participar en la vida política nacional (si no se es
cercano a Penta u otras empresas rateras). Pero, en lo principal, si
consideramos que un trabajador lleva a su casa esos $400 mil, los 4 habitantes
promedio de ese hogar tendrán un ingreso promedio de $100 mil.
O
sea, en palabras de los tecnócratas del MDS y de la Nueva Mayoría, en el 70% de
los hogares chilenos existe una moderna pobreza “multidimensional”; ¿Qué tal?
Colectivo Acción Directa – CHILE
Febrero 4 de 2015
[1]
“Casen 2013: Tasas de desigualdad se mantienen, pese a disminución de la
pobreza”, 24/01/15; en: http://radio.uchile.cl/2015/01/24/casen-2013-tasas-de-desigualdad-se-mantienen-pese-a-disminucion-de-la-pobreza
[2]
“Resultados Encuesta Casen 2013”, enero 2015; en: http://www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/resultados-encuesta-casen-2013/
[3]
“FMI estima en US$ 23.165 el PIB per cápita de Chile en 2014,
aproximándose a Portugal”, 08/10/14; en: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=123783
[4]
“El coeficiente de Gini”, 27/12/13;
en: http://www.elmostrador.cl/opinion/2013/12/27/el-coeficiente-de-gini/
Nótese que la ONU establece que un índice de 0,40 es alarmante.
[5] “GINI index (World Bank estimate)”, 1990-1994; en: http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI/countries/1W-CN-BR?page=4&display=default
[6] “GINI index (World Bank estimate)”, 1995-1999; en: http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI/countries/1W-CN-BR?page=3&display=default
[7] “GINI index (World Bank estimate)”, 2005-2009; en: http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI/countries/1W-CN-BR?page=1&display=default
[8] “GINI index (World Bank estimate)”, 2010-2014; en: http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI/countries/1W-CN-BR?display=default
[9]
“El coeficiente de Gini”, 27/12/13,
supra.
[10] “GINI index (World Bank estimate)”, 2010-2014, supra.
[11]
“Chile es el país OCDE con más desigualdad de ingresos, y el que más lo
ha corregido desde 2007”, 18/03/14; en: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2014/03/680-570030-9-chile-es-el-pais-ocde-con-mas-desigualdad-de-ingresos-y-el-que-mas-lo-ha.shtml
[12]
“La desigualdad de ingresos: una ofensa
nacional”, 11/01/15; en: http://radio.uchile.cl/2015/01/11/la-desigualdad-de-ingresos-una-ofensa-nacional
[13] “Chile es el país OCDE con más desigualdad de ingresos…”, supra.
[14] “GINI index (World Bank estimate)”, 2010-2014, supra.
[15] “Leonardo Moreno: Hablar de equidad, es hablar de mejor salud y
educación”, 25/01/15; en: http://radio.uchile.cl/2015/01/25/fundacion-para-la-superacion-de-la-pobreza-cuando-hablamos-de-equidad-hablamos-de-mejor-salud-y-educacion
[16]
“La distribución del Ingreso en Chile 1987-2003: Análisis y Consideraciones
de Política”, Solimano, A.; Arístides Torche, junio 14 de 2007; en: http://www.bcentral.cl/conferencias-seminarios/seminarios/pdf/solimano_torche.pdf
[17] “Resultados Encuesta Casen 2013”, enero 2015: Cuadro de Personas en
Situación de Pobreza Multidimensional, 2009-2013. Ver supra.
[18] El
decil se utiliza principalmente para definir sectores socioeconómicos según
ingreso per cápita familiar; es decir, según el total de dinero que aporta el o
los integrantes de un hogar, dividido por el número de miembros de éste. Luego,
se agrupa a la población según cortes de sus ingresos promedios en 10 partes o
deciles o en 5 partes o quintiles.
[19]
Resultados Encuesta Casen 2013, MDS: Gráficos resultados Encuesta Casen 2013;
cuadro 4.
[20]
“Los "Súper ricos" chilenos
ganan el 30% de todos los ingresos del país”, 30/03/13; en: http://www.lasegunda.com/Noticias/Economia/2013/03/834448/los-super-ricos-chilenos-ganan-el-30-de-todos-los-ingresos-del-pais
[21]
Encuesta Casen 2013, Presentaciones Sectoriales; Presentación Sector Trabajo,
cuadro 3.1; en: http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/documentos/Casen2013_Trabajo.pdf
[22]
“Columna Fundación SOL: El 70% de los
trabajadores chilenos gana menos de $400.000"’”, mayo 2014; en: http://www.diariopyme.cl/columna-fundacion-sol-el-70-de-los-trabajadores-chilenos-gana-menos-de-400-000/prontus_diariopyme/2014-05-22/093932.html
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