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viernes, 13 de febrero de 2015

EL HIJO POCO CABAL QUE AYUDO A EMPATAR LOS PECADOS DE LA DERECHA Y EL EMPRESARIADO


Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
(…)
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
Santos Discépolo, Cambalache


Acaba de renunciar Sebastián Dávalos al cargo de director sociocultural de La Moneda. Era esperable, luego que, en la víspera, varios dirigentes de la Nueva Mayoría (NM) comenzaran a pedir su salida para evitar que la gangrena llegara a afectar a la presidenta.

Resulta que Bachelet hijo hace rato que le agarró el gusto al dinero y a la buena vida, por lo que actuaba tal y como lo hace nuestra hambrienta burguesía, que donde las dan las toma. Dávalos y su esposa captaron que podían lograr suculentas utilidades si se dedicaban a la especulación con unos predios en Machalí. La idea era comprar a un cierto precio tres terrenos, para los que se auguraba una buena plusvalía (en términos capitalistas, pues el aumento especulativo del precio del suelo no implica, en rigor, que cristalice allí plusvalía propiamente tal), consumándose la ganancia al venderla a un precio mucho mayor.

Hasta aquí, no habría problema para cualquier vulgar negociante. El punto fue que, para conseguirse el dinero para comprar las tierras, debía tener la empresa Dávalos-esposa el capital suficiente para hacerlo y no lo tenía. Ergo, tenían que pedir un préstamo, pero nadie le quería prestar cifras de miles de millones de pesos ($6.500 millones, nada menos) a título de nada, sobre todo si la sociedad contaba con un capital declarado de apenas $6 millones. Y por ahí viene la cosa. Sólo el Banco de Chile aceptó entregarles dicho préstamo, previa reunión, a principios de noviembre, nada menos que con el dueño principal de la entidad bancaria: Andrónico Luksic y a pocos días de la segura elección presidencial de Bachelet. Pero, más sospechas levantó el que la colocación en sí fuera otorgada el 16/12/13, un día después que precisamente la madre del solicitante triunfara en la segunda vuelta.    

Tráfico de influencias es lo menos que luce en este entuerto económico-familiar-político-delictual. También, tiene un tufillo a uso de información privilegiada, ya que se estaba al tanto del cambio del uso de suelo de los terrenos que fueron adquiridos. Claro, el gobierno y el hijo estaban esperando el pronunciamiento de la Superintendencia de Bancos sobre la cuestionada operación crediticia. Al no detectarse infracciones, según el ente, se facilitó la salida de Dávalos, quien lo hizo en un pésimo castellano, intentando parecer emotivo y pidiendo perdón por todo.

Durante el gobierno del multimillonario Piñera, 2010-2013, la NM le criticó que varios de sus colaboradores y empezando por él mismo, provinieran del mundo de la gran empresa privada y siguieran vinculados con ella. Ahí tenemos las delictuales relaciones de Pablo Wagner y de la camorra de empresarios y politicastros de derecha, sobre todo UDI, involucrados en el caso Penta y otras ramificaciones de las platas mal habidas para campañas políticas. Pero, ahora, resulta que la NM se mostró impávida en un principio respecto de los negociados del hijo aprendiz de rico y luego de varios días cayeron en cuenta que la situación tenía ribetes de tráfico de influencias, al menos, y aleteaba el cuervo de la ilegalidad por ahí. Se asustaron, pues la controversia podía herir la imagen de santa Bachelet, quien ha promovido la lucha contra las desigualdades, las oportunidades para todos y todas esas hierbas y, sobre todo, porque todavía el actual gobierno no logra remontar en las encuestas y en el ánimo de las gentes que votaron por él.

En todo caso, hay un sinvergüenza que está pasando desapercibido en este rollo, el billonario Luksic, un feliz miembro del 0,01% más rico de nuestra población, el que se embolsa el 11,5% del ingreso nacional y parte de las 10 familias más ricas del país, cuyo patrimonio representa US$75 mil millones, equivalente al 27% del PIB. El hombre habrá prestado su dinerillo un poco por devolver el favor a la ex Concertación, la que le permitió pagar a su banco y a otros más, durante 50 años, la gigantesca deuda que contrajeron en los “80s. También puede ser que lo haya hecho para congraciarse con la flamante presidenta y sus reformas insípidas, Otro sí, quién sabe, habrá sido porque sabía el dolor de cabeza que el escándalo le iba a acarrear a estos patipelados tirados a burgueses de la NM, una vez destapada la olla.

Lo cierto es que, por sobre todo, quedó claro que ceden a los dólares del capital financiero, tanto la gente de la derecha como los de la Nueva Pillería. Frente a ello, sólo nos cabe insistir en la necesidad de levantar el sujeto popular que logre cuestionar ésta inicua y antidemocrática situación y pasar a construir la alternativa del pueblo y los trabajadores.     

Ahora Dávalos se va para su casa y seguramente a sus turbios negociados. Estará contento. Mal que mal, el cambalache aquel le dejó dos mil quinientos millones de pesos en los bolsillos, ¿qué tal, eh?


¡NI NUEVA MAYORÍA NI DERECHA; PUEBLO, LUCHA Y UNIDAD!


Colectivo Acción Directa – CHILE

Febrero 13 de 2015

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