Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
(…)
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
Santos Discépolo, Cambalache
Acaba de renunciar Sebastián Dávalos al
cargo de director sociocultural de La Moneda. Era esperable, luego que, en la
víspera, varios dirigentes de la Nueva Mayoría (NM) comenzaran a pedir su
salida para evitar que la gangrena llegara a afectar a la presidenta.
Resulta
que Bachelet hijo hace rato que le agarró el gusto al dinero y a la buena vida,
por lo que actuaba tal y como lo hace nuestra hambrienta burguesía, que donde
las dan las toma. Dávalos y su esposa captaron que podían lograr suculentas
utilidades si se dedicaban a la especulación con unos predios en Machalí. La
idea era comprar a un cierto precio tres terrenos, para los que se auguraba una
buena plusvalía (en términos capitalistas, pues el aumento especulativo del
precio del suelo no implica, en rigor, que cristalice allí plusvalía
propiamente tal), consumándose la ganancia al venderla a un precio mucho mayor.
Hasta
aquí, no habría problema para cualquier vulgar negociante. El punto fue que,
para conseguirse el dinero para comprar las tierras, debía tener la empresa Dávalos-esposa
el capital suficiente para hacerlo y no lo tenía. Ergo, tenían que pedir un préstamo,
pero nadie le quería prestar cifras de miles de millones de pesos ($6.500
millones, nada menos) a título de nada, sobre todo si la sociedad contaba con un
capital declarado de apenas $6 millones. Y por ahí viene la cosa. Sólo el Banco
de Chile aceptó entregarles dicho préstamo, previa reunión, a principios de
noviembre, nada menos que con el dueño principal de la entidad bancaria:
Andrónico Luksic y a pocos días de la segura elección presidencial de Bachelet.
Pero, más sospechas levantó el que la colocación en sí fuera otorgada el
16/12/13, un día después que precisamente la madre del solicitante triunfara en
la segunda vuelta.
Tráfico
de influencias es lo menos que luce en este entuerto económico-familiar-político-delictual.
También, tiene un tufillo a uso de información privilegiada, ya que se estaba
al tanto del cambio del uso de suelo de los terrenos que fueron adquiridos. Claro, el gobierno y
el hijo estaban esperando el pronunciamiento de la Superintendencia de Bancos sobre
la cuestionada operación crediticia. Al no detectarse infracciones, según el
ente, se facilitó la salida de Dávalos, quien lo hizo en un pésimo castellano,
intentando parecer emotivo y pidiendo perdón por todo.
Durante
el gobierno del multimillonario Piñera, 2010-2013, la NM le criticó que varios
de sus colaboradores y empezando por él mismo, provinieran del mundo de la gran
empresa privada y siguieran vinculados con ella. Ahí tenemos las delictuales
relaciones de Pablo Wagner y de la camorra de empresarios y politicastros de
derecha, sobre todo UDI, involucrados en el caso Penta y otras ramificaciones
de las platas mal habidas para campañas políticas. Pero, ahora, resulta que la
NM se mostró impávida en un principio respecto de los negociados del hijo
aprendiz de rico y luego de varios días cayeron en cuenta que la situación
tenía ribetes de tráfico de influencias, al menos, y aleteaba el cuervo de la
ilegalidad por ahí. Se asustaron, pues la controversia podía herir la imagen de santa
Bachelet, quien ha promovido la lucha contra las desigualdades, las oportunidades
para todos y todas esas hierbas y, sobre todo, porque todavía el actual gobierno
no logra remontar en las encuestas y en el ánimo de las gentes que votaron por
él.
En todo caso, hay
un sinvergüenza que está pasando desapercibido en este rollo, el billonario Luksic,
un feliz miembro del 0,01% más rico de nuestra población, el que se embolsa el 11,5%
del ingreso nacional y parte de las 10 familias más ricas del país, cuyo
patrimonio representa US$75 mil millones, equivalente al 27% del PIB. El hombre
habrá prestado su dinerillo un poco por devolver el favor a la ex Concertación,
la que le permitió pagar a su banco y a otros más, durante 50 años, la
gigantesca deuda que contrajeron en los “80s. También puede ser que lo haya
hecho para congraciarse con la flamante presidenta y sus reformas insípidas,
Otro sí, quién sabe, habrá sido porque sabía el dolor de cabeza que el
escándalo le iba a acarrear a estos patipelados tirados a burgueses de la NM, una vez destapada la olla.
Lo
cierto es que, por sobre todo, quedó claro que ceden a los dólares del capital
financiero, tanto la gente de la derecha como los de la Nueva Pillería. Frente a ello, sólo nos cabe insistir en la necesidad de levantar el sujeto popular que logre cuestionar ésta
inicua y antidemocrática situación y pasar a construir la alternativa del pueblo
y los trabajadores.
Ahora
Dávalos se va para su casa y seguramente a sus turbios negociados. Estará
contento. Mal que mal, el cambalache aquel le dejó dos mil quinientos millones
de pesos en los bolsillos, ¿qué tal, eh?
¡NI NUEVA MAYORÍA NI DERECHA; PUEBLO, LUCHA Y
UNIDAD!
Colectivo Acción Directa – CHILE
Febrero 13 de 2015
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