El pasado 20 de noviembre, María Carolina de
la Cerda, cuñada del tristemente célebre Pablo Wagner, reconoció ante
funcionarios del Servicio de Impuestos Internos (SII) que emitió boletas
ideológicamente falsas para justificar los pagos que les habían hecho distintas
compañías del grupo Penta,[1] el holding
del “choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavín,
a una sociedad que administraba un ‘kiosko’ de merchandising dentro de la UDD donde ella oficiaba de contadora, y
cuyos socios eran Wagner, Ernesto Silva (presi de la UDI y sobrino del “choclo”),
Vasco Moulián y William Díaz (ex vicepresidente de ENAMI).[2] El
monto, de acuerdo a la querella interpuesta por el SII en contra de Wagner y de
la Cerda el pasado 9 de enero,[3] habla de
un total oficial de $120 millones en más de 50 boletas. Acerca del cómo se
establecía el contacto para que los documentos siguieran su camino contable, de
la Cerda reveló: “Yo le enviaba por
correo electrónico las boletas a Pablo y desconozco si era él quien enviaba
posteriormente las boletas a Penta. Yo solamente recibía la devolución de
impuestos en base a las boletas de honorarios, con la cual me quedaba
íntegramente. A su pregunta, yo no tenía ningún contacto con nadie de las
empresas del grupo Penta, aunque yo sabía que Pablo había trabajado allí”.
Del
lado de Penta, la cosa sucedía así: Juan Armijo, el tesorero de las Empresas
Penta, reveló que para pagarle a Wagner lo hacía a través del ex director del
grupo, Hugo Bravo. “Recuerdo que Hugo
Bravo me comenzó a entregar una boleta manual a nombre de María Carolina de la
Cerda Íñiguez. Según recuerdo por montos que me parece que comenzaron con 3
millones y luego creo que subieron a 4 millones, que se pagaban mensual o
bimensualmente”, dijo Armijo y con sus dichos da a entender que sí les era
conocida la sra de la Cerda. Básicamente, dichas platas comenzaron a pagarse
cuando Wagner asumió en 2010 como subsecretario de Minería. La tesis del fiscal
Carlos Gajardo -por eso busca formalizarlo por cohecho y blanqueo de capitales-
es porque detrás de las coimas está el “choclo”, en momentos que se
desarrollaba su proyecto minero Dominga.[4] Es por todos
estos ilícitos, corrupción, fraude tributario y lavado de dinero, por los que
la Fiscalía de Alta Complejidad de la zona Oriente formalizó el 9 de enero a
los dueños del grupo Penta,[5] Carlos
Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, y al ex subsecretario de Minería de
Piñera, Pablo Wagner, específicamente este último por cohecho y lavado de
dinero.
Según
el ex director de Penta Hugo Bravo, cuando asumió en la secretaría de Estado,
Wagner habló personalmente con Délano para pedirle la plata y las boletas las
entregaba su cuñada. “El pago -dijo
Bravo- no tenía justificación, salvo que fuera para ayudar con el proyecto como
subsecretario. De hecho dejó de ser subsecretario y no hubo más dinero que se
le pagara a Wagner. Le pregunté a Carlos Eugenio Lavín que hacíamos y si les
seguíamos pagando y él me dijo que dejara de pagarle”, insistió Bravo.
Hay
que recordar que Wagner también es investigado por falsificación de documento
público y cohecho, por el fiscal Centro Norte, José Morales, en el marco de la
fallida licitación del litio de 2012. En la oportunidad, la ganó Soquimich (SQM)
por US$40,1 millones, pese a que no cumplía con lo requerido por la autoridad. Este
hecho derivó en la renuncia de Wagner y la jefa jurídica del Ministerio de
Minería, Jimena Bronfman. Esta última será formalizada por falsificación de
instrumento público. Respecto de Wagner, aún el fiscal no ha tomado una decisión.
Otro sí, corresponde a la querella del SII del 9 de enero y de la cual surgió
la orden de citar al representante legal de SQM, como también la entrega de la
información contable a la fiscalía.
Dentro
de las diligencias motivadas por la querella mencionada, aparecieron también
boletas de mentada de la Cerda a la empresa SQM, cuya cara visible es Julio
Ponce Lerou (quien fuera yerno del dictador Pinochet), por unos $7,5 millones
en 2009. Convenientemente, la mujer indicó que respecto de SQM no recordaba por
qué había emitido la boleta, como tampoco si había sido Wagner quién pidió la
boleta para la sociedad que aún mantiene con el titular de la UDI (la del kiosquito
de la UDD).
Para
llegar a establecer las anomalías confesadas por la mujer y que derivaron en la
querella por delitos tributarios en contra de Wagner, el SII se basó en varias
declaraciones que constan en la carpeta de investigación que lleva el fiscal
oriente Carlos Gajardo. Este último, vale recordar, le imputa también los
delitos de cohecho y lavado de dinero a Wagner. Este último, además, está
querellado por el Consejo de Defensa del Estado bajo el ilícito de cohecho
Como saltara nuevamente
a la palestra el oportunista y sibilino Ponce Lerou, no pasó mucho hasta que éste
viernes 16 fuesen allanadas las oficinas de su empresa SQM por investigaciones y
la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente para incautar archivos contables de la
compañía.[6]
Asimismo, se indaga si uno de las boletas que de la Cerda entregó en 2009 a SQM
no habría estado encubriendo dinero que ésta entregó a Wagner, pero no para su
peculio, sino que para ir a reforzar las campañas parlamentarias del reconocido
payaso derechista Joaquín Lavín, de Cristina Bitar y de Silva, durante aquel año.[7]
Ahora bien, todo esto no es un tema indiferente al interior de SQM. Este martes
20 el directorio de la compañía pedirá explicaciones a la administración de la
misma por la vinculación que han tenido con el caso Penta. Dicho directorio
habría aprobado durante 2013 donaciones de entre US$1 millón y US$1,5 millones
para campañas políticas, platas que debieron ser repartidas vía Servel. Y
aunque los integrantes del directorio están confiados en que no habría
irregularidades en ese financiamiento, no descartan por completo que a nivel
ejecutivo puedan existir casos de aportes distintos a los que fueron aprobaron por
ellos.
Sobre las
empresas minerales no metálicas y los chanchullos de Ponce Lerou, aportemos que
hoy no más la Fiscalía Centro Norte formalizó por entrega de información
maliciosamente falsa al mercado al gerente general de las Sociedades Oro Blanco
y Pampa Calichera, Aldo Motta, y a la secretaria Claudia Morales, por entregar
cuatro documentos con información falsa a la Superintendencia de Valores, que
correspondían a actas de sesiones de directorio.[8]
Este es un ribete del caso ‘Cascadas’, en que el delincuente de cuello y
corbata de Lerou, junto una camarilla de secuaces, defraudaron al fisco y a los
accionistas de SQM y de diversas sociedades dependientes de ella, en un monto
que podría superar los $100 mil millones.
Se continúa
avanzando en develar el inmenso cúmulo de delitos financieros y políticos en
que se entremezclan los capitales monopólicos y los paniaguados de la política
reaccionaria. Hace dos meses, el fiscal Carlos Gajardo hizo llegar un informe
al SII. Se trataba de diversos testimonios y facturas que daban cuenta de transgresiones
como las registradas en las sociedades del grupo Penta, pero a cargo de otras
empresas.[9]
Las mencionadas
en el documento eran Ripley, Alsacia, CorpBanca y SQM (que ya vimos), compañías
que debieran ser investigadas a petición del SII, que si o si tendría que hacer
la denuncia o presentar una querella a la luz de los antecedentes aportados por
la Fiscalía, hecho que aún no ha ocurrido.
Pero estas últimas
vinculaciones, por demás incestuosas, mejor las dejamos para un análisis
posterior.
COLECTIVO
ACCIÓN DIRECTA – CHILE
Enero 20 de 2015
[3]
Por la facilitación y uso de boletas de honorarios falsas, la obtención de
devoluciones de impuestos indebidas y la omisión de ingresos en las
declaraciones de Impuestos a la Renta en que incurrió el ex subsecretario. Ver:
http://www.ahoranoticias.cl/pais/metropolitana/caso-penta:-sii-presenta-querella-contra-ex-subsecretario-wagner-por-delito-tributario.html
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