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lunes, 5 de enero de 2015

SYRISA, EL FANTASMA QUE RECORRE EUROPA Y QUE INCOMODA AL FMI Y A MERKEL


“(…) en Berlín y Bruselas ya no se suscriben a la llamada "teoría del dominó", que sostenía que un colapso griego sería seguido por otros. Ha sido reemplazado por la "teoría de la cadena", que sostiene que toda la cadena podría ser más fuerte si su eslabón más débil fuera eliminado”. Spiegel, 05.01.15


El partido radical de izquierda griego Syriza, el principal de la oposición,[1] cuenta con una ventaja electoral de cinco puntos sobre los conservadores que ocupan actualmente el poder,[2] según recientes sondeos publicados desde que el gobierno griego adelantara para el 25 de enero una votación presidencial clave.

Los dueños del gran capital europeo han estado reaccionando con escepticismo a la posibilidad de unas elecciones anticipadas, pues temen las advertencias del probable ganador, Syriza, sobre su no aceptación de ningún acuerdo que firme, a espaldas del pueblo, el gobierno actual con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) y su aspiración a alcanzar un acuerdo para la condonación de parte de la deuda con los acreedores públicos.

Al respecto, el FMI amenazó con que el pago de la próxima parte de la ayuda a Grecia está suspendido hasta que se forme un nuevo gobierno.[3] Las tratativas sobre este pago, que efectúa el organismo conjuntamente con las potencias y la banca europeas, "retomarán una vez que el nuevo gobierno esté en funciones", indicó el portavoz del guardián del gran capital, Gerry Rice, asegurando que Grecia no hace frente a necesidades "inmediatas" de financiamiento.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también manifestaron serios resquemores a fines de diciembre ante la idea de que el partido radical de izquierda pudiera tomar el poder.

Recordemos que Syriza es la coalición de izquierda griega liderada por Alexis Tsipras, que mantiene una lucha contra la política de austeridad de la Unión Europea y que despertó advertencias de las IFI (del FMI, específicamente) y de la propia canciller alemana, Angela Merkel, mientras se perfila como el favorito de las urnas. Los planes de Syriza,[4] heredero de una decena de movimientos originados en la izquierda radical, van en un sentido contrario a los planes de austeridad que impulsa la UE como receta para salir de la crisis económica mundial de 2008 y que se cobró a Grecia como una de las principales víctimas. Entre esas propuestas, las que más preocupan a Merkel y los más ortodoxos del bloque son: Renegociación de la deuda pública, con una reestructuración de la misma y renegociación de los términos del rescate económico de la troika; Más gasto público: subir el sueldo a los públicos, elevar las jubilaciones, ayuda a los sectores sociales más postergados; Aumento de sueldos, con alza del salario mínimo a 751 euros; Renacionalización de empresas, por ejemplo la compañía aérea Olympic Airlines, reabrir la estatal de radiotelevisión ERT y crear un nuevo banco de desarrollo, para luego acometer la renacionalización de las compañías y servicios que fueran privatizados en lustros pasados.

"Hay que terminar con la austeridad", resumió éste sábado 3 Tsipras, un eurodiputado de 40 años, en el comienzo de la breve y feroz campaña hacia las elecciones parlamentarias anticipadas del 25 (de donde surgirá la mayoría necesaria para elegir un presidente). "Gracias a negociaciones enérgicas, garantizaremos una participación realmente equitativa de nuestro país en la zona euro, sin la austeridad que imponen [actualmente] las reglas europeas", insistió.

El líder opositor agregó que, en caso de gobernar Grecia, negociará con sus socios europeos "sobre una base realista" y exigirá "una rebaja de la mayor parte de la deuda, porque la deuda objetivamente no puede ser pagada". "Sólo [el primer ministro Andonis] Samarás pretende que la deuda es sostenible, todo para no reconocer que su programa fracasó y que es necesario acabar con la austeridad", dijo y añadió que el objetivo de su partido es que "la deuda sea pagada con crecimiento".

Tsipras, asimismo, se mostró seguro que la izquierda no solo ganará en Grecia, sino también en España (con Podemos) y en Irlanda (con Sinn Fein), este año y el próximo, respectivamente. El líder de izquierda aseguró que "todo el mundo es consciente que Europa no está en peligro por la izquierda, sino por el ultraliberalismo [ultramonopolismo, sí se nos permite acotar], por las políticas de Merkel".

Esta última, se puso el sayo y disparó en contra de Syrisa, aunque también lo hace para salir al paso de los opositores de derecha a su gobierno, llegando a ser incluso más papista que ellos que la azuzan a liberar a la UE del lastre de las formaciones capitalistas menos desarrolladas. Así, la canciller dijo al semanario Spiegel que estaba dispuesta a permitir que Grecia abandone la zona euro, en caso de una victoria de la coalición de izquierda. "El gobierno alemán juzga casi inevitable una salida [de Grecia] de la zona euro si el jefe de la oposición, Alexis Tsipras, dirige el gobierno tras las elecciones, y abandona la línea de rigor presupuestario y deja de reembolsar las deuda del país".[5]

Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han ido cambiando su lenguaje y ahora "juzgan soportable una salida del país de la moneda única a causa de los progresos logrados por la zona euro desde el peor momento de la crisis en 2012". Sin embargo, otros sectores del gobierno alemán han negado que hubiera un cambio de postura y se hacen los buenos diciendo que es su voluntad que Grecia siga en la eurozona.


Equipo Internacional – CAD CHILE
Enero 5 de 2014


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