Dos noticias trascendentes han acaecido en
el ámbito sindical ésta semana. Una, es la renuncia de la compañera Lucía Vega
a la presidencia de la CUT de Valdivia, a causa del entreguismo y claudicación
de la dirigencia nacional de dicha central. La otra, el destape de un gran
montaje para ocultar el asesinato del que fuera Presidente del Sindicato Nº1 de
Azeta y del Sindicato de Subcontratistas de Chilectra, el compañero Juan Pablo Jiménez.
Éste
miércoles 14, la compañera Lucía Vega, Presidenta de la CUT que representa a
los trabajadores en la región de Los Ríos, renunció a su cargo por diferencias irreconciliables
con la dirigencia nacional de la multisindical, a cuyos cabecillas cuestiona por
resguardar sumisa e inmoralmente los intereses del gobierno de la Nueva Mayoría
(NM) por sobre los legítimos intereses
de los trabajadores. “He sido dirigenta
sindical desde hace ya 18 años y siempre he sido leal a la defensa de los
trabajadores en sus derechos y nunca me he prestado para utilizar a los
trabajadores o para tomar posiciones políticas ni personalistas, porque
siempre me he reconocido como parte de la clase que he representado y
defendido, la clase trabajadora”,[1] expuso
Lucía en un declaración pública.
En
la misiva, la consecuente compañera Lucía comunicó que renunciaba al cargo que
asumiera hace dos años luego de que, en julio del año pasado, la CUT Nacional y
el gobierno acordaran un miserable reajuste del sueldo mínimo hasta 2016,[2] sin
consulta alguna y muy por debajo a lo establecido en un ampliado nacional
previo. Junto con ello, la destacada dirigente sindical añade que la gota que
rebalso el vaso fue constatar que tampoco ayuda a la causa de los trabajadores la
tan cacareada y piñufla reforma laboral de la NM (por la cual se la ha jugado a
fondo la dirigencia reformista de la CUT),[3] puesto que
“para nada se acerca a lo propuesto
por los trabajadores y
organizaciones sindicales que tanto luchamos por terminar con un Código Laboral
impuesto por la dictadura militar”. En suma, la dirigenta apunta a poner
fin a lo que de verdad interesa a los trabajadores chilenos: toda la legalidad laboral
(más bien patronal) y el sistema previsional anti-solidario, ataduras ambas impuestas
a punta de bayonetas durante la dictadura cívico-militar.
Agrega
la compañera que, “Las organizaciones
gremiales no están para defender programas de gobierno o posiciones
político-partidarias“, en clara alusión al rol desempeñado por los
militantes del Partido Comunista (aunque también del PS-PPD) en la CUT y el
Colegio de Profesores. “Lamento el actuar de los dirigentes
nacionales de la CUT, personas al servicio de un gobierno de turno, entregando a los trabajadores para ser
utilizados por los partidos políticos de los que hoy lideran la Central, no
solo no me representa, sino, me avergüenza y me niego rotundamente ser parte o
cómplice de la traición”.
En
lo relativo al segundo hecho, acerca del asesinato del dirigente sindical Juan
Pablo Jiménez hace casi dos años, la fiscalía y las policías armaron un montaje
casi perfecto. En libertad quedó éste jueves 15 el menor de iniciales J.B.P.M,
de 17 años, a quien la fiscalía intenta presentar como el único imputado por dicha
muerte, tras reconocer que él habría disparado el arma de la que salió la
supuesta "bala loca" que causó el fallecimiento de Juan Pablo. La
decisión se tomó luego que el menor fuera reformalizado por cuasi delito de
homicidio y porte ilegal de armas, por lo que fue condenado a 540 días de
libertad asistida simple, pero resulta que la pena se dio por cumplida debido a
que el imputado llevaba casi dos años con medidas cautelares; o sea, el asesinato
del dirigente queda impune mediante un palo blanco y un truco legalista.
El
compañero Juan Pablo, recordemos, falleció el 21 de febrero de 2013 de un
impacto de bala en la cabeza, hecho que ocurrió al interior de la empresa Azeta,
donde él dirigía el Sindicato N°1, justo en momentos en que se encontraban en una
huelga y sólo un día antes de que el dirigente denunciara una serie de abusos
laborales.
Tras
la audiencia de ayer, los familiares y amigos del dirigente sindical manifestaron
su gran indignación, puesto que el o los verdaderos culpables continúan libres.
Su viuda, Ximena Acevedo, condenó el montaje: "La sensación de injusticia entre nosotros, en este minuto, una persona
que acepta responsabilidad por algo que él no hizo. Desde un principio él dijo
que no era, la defensa tuvo acercamientos con nosotros por lo mismo, planteando
su inocencia, y ahora dice que él fue”.[4] Añadió
que, “El asesino de Juan Pablo está libre
y no es este cabro que se está echando la culpa hoy día".
Con
todo, igualmente los abogados de la familia de Juan Pablo exigirán la realización
de nuevos peritajes, debido a que cuentan con nuevos antecedentes, entre ellos,
un anónimo que tendría el nombre de quien pudiera ser el verdadero responsable
del crimen del sindicalista. Por cierto que no creen en la versión del fiscal
jefe de la Fiscalía especializada en delitos violentos de la zona sur, Patricio
Pérez, quien anunció: “La teoría que luego
de una larga investigación nos permitió dirigirla hacia el resultado que hemos
obtenido el día de hoy, de tal suerte que nos encontramos conformes con esa
resolución".
Finalmente,
Margarita Peña, abogada de la familia Jiménez, sentenció: "Es más triste aun cuando tenemos
antecedentes aportados con indicios bastante certeros acerca del autor del
disparo que puso fin a la vida de Juan Pablo Jiménez. Lo único positivo es que
se puede seguir adelante con la investigación en algunos aspectos y en ese
sentido vamos a seguir adelante y no descartamos recurrir incluso a instancias
internacionales".
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
¡JUSTICIA AHORA PARA EL COMPAÑERO JUAN PABLO JIMENEZ!
Equipo Sindical -Colectivo Acción Directa
Enero 16 de 2015
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