“’La tortura no es útil para obtener
información; y lo saben’. Entrevista”
Por Pau Pérez-Sales*
En SinPermiso
–public. 23/3/17
La tortura es
inútil.
¿Está
seguro de eso?
Lo
demuestran las investigaciones, por ejemplo las del neurobiólogo Shane O’Mara
(Trinity College de Dublín), que evidenciaron que bajo tortura se olvidan y
distorsionan los recuerdos.
¡...!
El
informe (2015) que presentó el Senado de EE.UU. sobre el uso de la tortura
después del 11-S afirma que tras gastos astronómicos e infinito sufrimiento no
se obtuvo información relevante. Guantánamo fue un fiasco.
Pues
no entiendo nada.
Nos
acostumbran al mito del detective que salva vidas a golpes. Jean Maria Arrigo
ha publicado diálogos con interrogadores norteamericanos que cuentan que la
violencia destruye al otro. Nada más. La tortura es útil para intimidar, como
forma de control social. Pero la ciencia muestra que no es útil para obtener
información. Y lo saben.
Eso
más de uno se lo discutiría.
Bajo
tortura física o psicológica el cerebro está agotado. Sabemos que no es un
método adecuado para obtener información de un detenido, incluso si este
tuviera información relevante.
El
miedo al terrorismo ¿está dando carta blanca a la utilización de la tortura?
Sí.
Hoy los malos tratos y la tortura se aplican bajo la luz o a escondidas en
prácticamente todos los países del mundo, avalados por el miedo y la sensación
de inseguridad de la población.
Donald
Trump ha restablecido métodos de tortura ya prohibidos.
Defiende
técnicas como el ahogamiento simulado. Es una actitud peligrosa, porque
resquebraja los mecanismos que la comunidad internacional ha construido con
esfuerzo durante décadas. ¿Con qué legitimidad se podrá denunciar a otros
gobiernos en teoría más autoritarios?... No son boutades: un antiterrorismo de
Estado que crea terrorismo de Estado.
Bajo
el gobierno de Obama, ¿también se torturó?
Durante
el gobierno de Obama se mantuvieron centros de detención e interrogatorios
clandestinos en terceros países o en barcos en aguas internacionales, pero se
hacía con cierta vergüenza, y con un control; ahora nos enfrentamos a la
desregulación y el caos.
¿Se
ejerce la tortura en España?
Sí,
se ejerce en las cárceles y en centros de inmigrantes, donde la opacidad es
máxima. Afectan al ciudadano de a pie detenido en comisarías locales, a
activistas de movimientos sociales, a los desahuciados, a los manifestantes…
Todavía tenemos nuestros patios de atrás. Nosotros peritamos mucho. Por
desgracia.
Resulta
sorprendente.
No
se toman las medidas pertinentes para investigar, documentar y sancionar los
casos cuando se producen. El resto de Europa no está mucho mejor. Hay
impunidad.
Es
una acusación grave.
En
los casos que atendemos en terapia no es raro ver a ciudadanos que han sufrido
malos tratos y que son falsamente contradenunciados por resistencia o atentado
a la autoridad. Su denuncia no va a ninguna parte, pero la contradenuncia puede
conllevar en la legislación actual condenas de cárcel y elevadas multas.
Pero,
¿y la justicia?
El
estigma asociado a la palabra tortura hace que muchas veces los jueces opten
por dar credibilidad a la versión policial sin mayor trámite.
¿Cómo
han evolucionado los métodos de tortura?
A
métodos cada vez más psicológicos. En la mayoría de los países europeos no se
toleran las pruebas de golpes. Pero por rutina le tengo de pie o en una silla
pequeña durante muchas horas, le acuso sin acusarle, amenazo a su familia, no
le dejo dormir, le agoto emocionalmente...
Entiendo.
Acaban
convencidos de que su enemigo no es sólo quien está enfrente, sino uno mismo,
que es verdad que es cobarde, débil, tonto y huele mal, y se preguntan si en
realidad fueron maltratados.
¿Se
supera?
Los
golpes pueden llegar a superarse, pero la tortura psicológica deja secuelas muy
hondas. Ahora ese tipo de tortura es un gran campo de experimentación.
Póngame
algún ejemplo.
Antes
se experimentaba con celdas monocromáticas: días y días entre cuatro paredes en
la que todo es blanco. La carencia de cualquier estímulo externo provoca
síntomas depresivos o psicóticos en cuestión de días.
¿Y
ahora?
Algo
así tenemos en la gente que está en aislamiento en nuestras cárceles, que son
alrededor del 2% de los presos. Muchos acaban con mutilaciones e intentos de
suicidio. Esta es la tortura como castigo. Es otra forma de tortura.
¿Los
métodos de tortura son universales?
Hay
un factor cultural: los musulmanes que fueron liberados de la cárcel de
Guantánamo dicen que de todas las torturas que sufrieron, desde palizas hasta
aislamiento o ahogamiento, lo peor fue que los mantuvieron desnudos en los
interrogatorios frente a una mujer.
La
humillación.
Sí,
porque en el mundo árabe el hombre no se desnuda. Había antropólogos y
psicólogos como asesores. Por eso, porque hay una parte de la ciencia que
auxilia a la tortura, tiene que haber otra ciencia que se enfrente a la
tortura.
*Pau Pérez-Sales, psiquiatra del hospital La
Paz (Madrid), preside la Sección de Consecuencias Psicológicas de la Tortura de
la Asociación Psiquiátrica Mundial, es perito en casos de tortura para
instituciones internacionales y consultor en la OMS.
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Marzo 26 de 2017
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