“Descontento crece entre trabajadores del sector público que
acusan control del PC
ANEF baraja posible salida de la CUT a semanas de las elecciones de
la multisindical”
Las
elecciones 2016 de la central, tildadas de “fraudulentas”, sumadas al criticado
Consejo Nacional de la organización de finales de enero, que terminó definiendo
a mano alzada aplazar para el año 2020 las elecciones universales, han
aumentado el descontento entre las bases de la Asociación Nacional de Empleados
Fiscales. Desde sectores disidentes impulsan la opción de bajar hacia las bases
de la organización la discusión sobre la permanencia en la CUT, lo que se verá
en la asamblea del 10 de abril
En El Mostrador –public. 29/3/17
El fantasma de la
posible salida de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) de la
CUT, una de los entes estratégicos al interior de la histórica organización de
trabajadores, ha empezado a rondar con fuerza entre sus bases. Tras casi dos
meses de gestiones para lograr convocar a una Asamblea Nacional que discuta los
puntos críticos de la permanencia de la ANEF en la multisindical, el sector
disidente de los trabajadores públicos logró que se convoque a los dirigentes
de base para el próximo 10 de abril, semanas antes de las elecciones nacionales
de la CUT.
La
ola de críticas y el estallido del conflicto surgieron a partir del escándalo
de las elecciones de la CUT el año pasado, las que registraron diferencias de
cerca de 18 mil socios entre el padrón electoral y los registros de la
Dirección del Trabajo. Esto terminó con la impugnación de dichas elecciones y
la integración de una mesa transitoria, hecho que desencadenó una serie de
cuestionamientos y dejó en evidencia una crisis que, como muchos aseguran,
lleva más de 15 años y ha calado hondo al interior de la ANEF.
El
principal punto de conflicto se desarrolló en el 11° Congreso Nacional de la
Central Unitaria de Trabajadores, que tuvo lugar los días 27 y 28 de enero de
este año. En dicho encuentro se discutió el cambio estatutario para las
elecciones de la CUT. La propuesta era cambiar la forma en que se escoge a los
representantes. Distintos sindicatos y organizaciones de la central –entre
ellos la ANEF, Confusam, parte importante del Colegio de Profesores, la
Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud
(Fenpruss) y sectores del mundo privado– buscaban que las elecciones a
desarrollarse el 20 de abril se resolvieran por votación universal, un miembro,
un voto –promesa de los dirigentes de la multisindical desde el 2008– y no por
el sistema ponderado que ha operado hasta la fecha.
Finalmente,
en el congreso “se aprobó que a partir de las elecciones normales que
corresponden al año 2020, el sistema electoral de la Central será directo y
universal, es decir, los trabajadores afiliados a las organizaciones que
pertenecen a la CUT podrán votar directamente por los dirigentes nacionales.
Para ello se aprobó la creación de una comisión técnica que diseñará y
elaborará los mecanismos de implementación, resguardando que todos los sectores
tengan las mismas condiciones para su participación”, detalla el acta de la instancia.
Lo
que desató el enojo entre los distintos dirigentes de la ANEF que asistieron al
congreso y también algunos de la CUT, fue el hecho de que las dirigencias de la
central habrían levantado una verdadera “operación” en pos de evitar el voto
universal para las elecciones de este año. Andrés Giordano, presidente del
Sindicato Starbucks y consejero nacional de la CUT, denunció –por medio de una columna en El Mostrador– que “la máquina CUT nos pasó
por encima; y no solo a nosotros, sino a todos los trabajadores de Chile”. Tras
casi tres horas de intensa discusión en torno al voto universal, y ante “un
indiscutible nivel de disenso en torno al año en que debía implementarse”,
desde la directiva de la CUT decidieron resolver el punto con votación a “mano
alzada y sin ponderado alguno (...) se contravinieron expresamente las normas
de votación”, detalla Giordano.
El
objetivo de esta maniobra “fraudulenta”, de acuerdo a una dirigenta nacional de
la ANEF que participó en el congreso, era cambiar los equilibrios de las
fuerzas que, por medio del voto ponderado, le daban la aprobación a la opción
de voto universal para las lecciones de abril de 2017, ya que, a pesar de tener
menos delegados, estos “representaban a muchos más trabajadores”. Finalmente,
por 209 votos contra 144, se impuso la idea de postergar hasta el 2020 el voto
universal.
En
el caso puntual de la ANEF, el directorio ampliado se dio cita el día anterior
al congreso nacional de la CUT. En el encuentro –que se desarrolló de forma
“tardía, urgente y a puertas cerradas” – se definió “votar por la elección
universal para el proceso que iniciará en abril”; asimismo, los trabajadores
del sector público llevaron una delegación de 70 dirigentes, cada uno de los
cuales significaba 500 votos en el sistema ponderado de la CUT. Además, pese a
que en la ANEF hay más de 80 mil afiliados, se paga cuota por solo 35 mil a la
CUT, “ya que no hay recursos para más”, agrega la dirigenta.
Lo
que llama la atención al interior del sector “disidente de la ANEF” es que, si
bien los puntos se votaron a mano alzada en el congreso, en la votación vía
electrónica, que se hace para aprobar en general los acuerdos del congreso de
la CUT, se aplicó la votación ponderada y no se incluyó la opción de
“abstenerse”, posición que habían resuelto adoptar los dirigentes de la ANEF en
una reunión exprés tras el congreso de la multisindical. “Si lo hubiesen
realizado ítem por ítem y con voto ponderado, la ANEF gana uno de los puntos
más importantes, solo con los votos de la ANEF, la elección universal en
abril”, señala parte de la disidencia de los trabajadores públicos.
Los
dirigentes de la ANEF asumen que la discusión respecto al voto universal se ha
dado “en las cúpulas de la organización, a puertas cerradas”, pero aseguran que
en el mes de enero estaba en pleno proceso de elecciones internas y “recién se
estaba asentando la nueva directiva”. Reconocen que el presidente de la
asociación, Carlos Insunza, defendió la resolución de la junta, “a pesar de su
militancia comunista. Fue complicado, porque en el fondo su partido le estaba
dando la instrucción de apoyar la postura de Bárbara Figueroa”, que era
mantener el voto ponderado hasta el 2020.
A
pesar de que la discusión en relación con el voto universal no ha sido bajada
cien por ciento a las bases, lo ocurrido en la Central Unitaria de Trabajadores
desató la molestia entre los dirigentes regionales y parte de la directiva de
la ANEF y, al igual que al interior de las organizaciones “más disidentes de la
CUT”, la idea de congelar o abandonar la participación en la multisindical
empezó a tomar fuerza.
La
opción de congelar su participación en la CUT si no se aprobaba la opción de
voto universal en el congreso de enero, la empezó a impulsar el Colegio de Profesores, que actualmente es dirigido por
Mario Aguilar. Tras lo ocurrido el 27 y 28 de enero, el gremio de los
profesores decidió el congelamiento de su participación, acusando falta de
transparencia y una serie de irregularidades al interior de la CUT. Siguieron
los aproximadamente15 mil miembros de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) –presidida
por el socialista Raimundo Espinoza–, quienes a mediados de febrero anunciaron
que suspenderían su participación en la CUT en forma de protesta, por la falta
de transparencia en dicha organización sindical.
A
estas críticas se suma el hecho de que “el actual sistema de votación (en la
CUT) funciona a través del pago de votantes”, por lo tanto, las organizaciones
que cuentan con más recursos tienen más votos. “Nosotros en la ANEF, que no
tenemos tanta plata, no podemos pagar por la participación de todos nuestros
trabajadores, entonces nuestros votos pesan menos que todos nuestros
representados”, aseguran desde la disidencia de los trabajadores públicos.
Esta
fuga de organizaciones y la baja en pagos por trabajadores afiliados a la CUT,
podría traer consigo un “desfinanciamiento de la organización”, señala un
dirigente nacional de la central. “Ahora, curiosamente, los militantes
comunistas de la ANEF están planteando que hay que pagar padrón completo, por
los 80 mil socios”, apuntan los trabajadores fiscales. Para Giordano, la
situación al interior del principal órgano de representación de los
trabajadores “es delicada, hay que entender que el problema de la CUT no es tan
económico, sino que de la deslegitimación que ha surgido desde grandes bloques
de trabajadores que se han ido convirtiendo en sectores muy críticos, como el
Colegio de Profesores, también el sector de Arturo Martínez, que anunció que no participará de las elecciones y no hará
pago de cuotas”.
Máquina del oficialismo en la
ANEF
Es
ante este complejo panorama y frente a la agudización de las complicaciones
denunciadas por los sectores más críticos de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, entre ellos las dirigencias de “Cabreados” y parte del Partido Socialista y Movimiento Autonomista, que los sectores ligados a los partidos
oficialistas al interior de la CUT habrían desplegado una operación en la ANEF,
con el fin de frenar una posible discusión que pueda desencadenar el
congelamiento de la participación de los trabajadores públicos en la
multisindical.
A
mediados de marzo se desarrollaría una reunión entre Bárbara Figueroa, Nolberto
Díaz y los miembros de la directiva de la ANEF. Esto, según los dirigentes de
los trabajadores públicos, “con el fin de convencerlos para que se mantengan al
interior de la CUT”, reunión que, ante el descontento de los sectores más
radicales por el no “envío de actas de las últimas juntas nacionales y por no
avisar de las fechas de las reuniones de la CUT”, no llegó a concretarse.
Orietta Fuenzalida y Jimena Aguirre |
“Hubo
un correo que se bajó a las bases, que habla de que los ítems de los acuerdos
de la CUT no son verídicos”, detalla. Agrega que “no queríamos repetir
nuevamente una elección con padrones inflados y certificados falsificados.
Previendo que se iba a perder esa posición –como en el 2008–, enseguida
decidimos que, si no se lograba este cambio de estatutos, íbamos a poner como
primer punto de la asamblea de este año la posición de congelamiento de la
CUT”, lo que tardó semanas en convocarse.
En
una serie de consejos de la ANEF, los dirigentes independientes solicitaron que
se citara a una Asamblea Nacional para tratar el tema. “Según el acuerdo del
Consejo de Presidentes –del 20 de marzo– todas las voces pedían asamblea
extraordinaria para poder discutir el tema de la CUT. Incluso andaba circulando
una carta para que los miembros con un 10% pudieran adherir a esta solicitud
extraordinaria, la que finalmente el directorio aprobó”, explica.
Según
una dirigenta de este sector, hay una “manipulación política de parte de Carlos
Insunza y del PC, porque actúan en favor de los intereses particulares de un
grupo de los miembros de la CUT (...). Hay parte de la directiva que no ha
permitido ampliar la definición y la discusión a una asamblea general, ni a las
bases, porque saben que allí son minoría”, indica.
Por
su parte, Fuenzalida agrega que “la CUT está conducida por el PC y,
fundamentalmente, ellos manejan la máquina más aceitada que hay”. Explica que
en la última junta, realizada el 20 de marzo, se definió convocar a una
Asamblea Nacional para el 10 de abril, con el fin de discutir la permanencia de
la ANEF en la CUT y analizar la “serie de irregularidades que han sido
denunciadas”, aunque hasta la fecha la convocatoria no ha sido publicitada por
los órganos oficiales de la organización de empleados públicos.
Si
bien cada vez se torna más difícil lograr un congelamiento, debido a que la
“ANEF pagó más de 47 millones en cuotas, por lo tanto, no tiene muchas
alternativas, lo que queda es la desafiliación, que no es fácil, pues primero
debe haber un acuerdo de la asamblea nacional”, puntualiza Fuenzalida. A esto
se suma la oficialización de la candidatura a las elecciones CUT de la lista
“Por la Unidad Sindical”, dirigida por la vicepresidenta de la ANEF, Ana María
Gutiérrez (PS).
Orietta
Fuenzalida asegura que “son las bases las que deben decidir. El primer paso es
la Asamblea Nacional que iniciaría un proceso para la desafiliación, y luego
vendría todo el proceso siguiente para hacer la desafiliación. Esto es
importante, porque son antes de las elecciones de la CUT y hay un fuerte
cuestionamiento y, si bien pagamos las cuotas, yo creo que muchos dirigentes no
van a votar. La gente no va a votar, lo mínimo que podemos hacer es no votar en
estas elecciones fraudulentas”, sostiene.
Según
Andrés Giordano, la salida de la ANEF sería un fuerte golpe para la CUT, ya que
“representa una suerte de apoyo estratégico para que se lleven a cabo las
elecciones. Sin ella, la credibilidad que ha sido fuertemente cuestionada se
vería aún más mermada”. Es por esta razón que sería fundamental mantener a los
trabajadores públicos en la Central Unitaria de Trabajadores. “Sigue siendo el
caballito de batalla para la sobrevivencia de la central”, afirma.
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