Cro. José Peña Maltés |
Como un
gran avance en materia de verdad y justicia se ha considerado la condena de la
Corte Suprema para 33 sicarios de la CNI, quienes participaron en la detención,
asesinato y desaparición de 5 combatientes antidictatoriales del Frente Patriótico
Manuel Rodríguez en septiembre de 1987
Por su responsabilidad en la detención y
posterior desaparición (secuestros calificados) de JOSÉ PEÑA MALTÉS, ALEJANDRO PINOCHET ARENAS, MANUEL SEPÚLVEDA SÁNCHEZ, GONZALO FUENZALIDA NAVARRETE y JULIO MUÑOZ OTÁROLA, ilícitos perpetrados a partir de septiembre de 1987, la
Corte Suprema condenó a 33 ex agentes de la infausta Central Nacional de Inteligencia –CNI–, del Batallón de Inteligencia del Ejército –BIE– y del Comando de Aviación del Ejército, por su responsabilidad en tales crímenes.
En
fallo dividido (causa rol 8.642-2015), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los
ministros Carlos Künsemüller, Lamberto Cisternas, Carlos Cerda, Manuel Antonio
Valderrama y Jorge Dahm– acogió el recurso de casación presentado en contra de
la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, y dictó sentencia
de reemplazo.
En
la resolución, la Corte Suprema condenó a los agentes: Álvaro Corbalán Castilla y Hugo Salas Wenzel a penas de 15 años de presidio, en calidad de autores en los
secuestros calificados.
Cro. Alejandro Pinochet Arenas |
En
tanto, Iván Quiroz Ruiz, Gonzalo Maas del Valle, Raúl Durán Martínez, Luis
Santibáñez Aguilera, Víctor Ruiz Godoy, Juan Jorquera Abarzúa, Hernán Vásquez
Villegas, Sergio Mateluna Pino, José Fuentes Pastenes, Juan Carlos Orellana
Morales, Roberto Rodríguez Manquel, Alejandro Astudillo Adonis, José Salas
Fuentes, Heraldo Velozo Gallegos, Marco Antonio Pincheira Ubilla, Jorge Ahumada
Molina, José Morales Morales, Ema Ceballos Núñez, Patricio González Cortés,
César Acuña Luengo y René Valdovinos Morales, deberán purgar 10 años y un día
de presidio por su responsabilidad como autores de los cinco delitos.
Además,
los ex agentes Luis Arturo Sanhueza Ross, Manuel Morales Acevedo y Manuel Ramírez
Montoya deberán cumplir pena de 5 años y un día de presidio, como autores de
los secuestros calificados.
Los
agentes: Aquiles Navarrete Izarnótegui, Fernando Rojas Tapia, Julio Cerda
Carrasco, Marco Antonio Bustos Carrasco, Hugo Prado Contreras y Rodrigo Pérez
Martínez fueron condenados a penas de 5 años y un día de presidio, en calidad
de cómplices de los delitos. En tanto, Mario Campos Valladares debe purgar 3
años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada.
Finalmente,
el agente Hugo Barría Rogers fue absuelto de los cargos.
Arrojados
al mar
En
la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita Mario Carroza
logró establecer que las cinco víctimas fueron secuestradas por agentes del
Estado en represalia por el secuestro del coronel de Ejército Carlos Carreño, y
hechas desaparecer en un operativo conjunto entre la CNI, el Batallón de
Inteligencia del Ejército (BIE) y el Comando de Aviación del Ejército,
arrojando sus restos al mar en las costa de Quintay.
Cro. Gonzalo Fuenzalida Navarrete |
"Con
ocasión del secuestro del Coronel del Ejército Carlos Carreño Barrera, acaecido
en Santiago el 1 de septiembre de 1987, funcionarios de la Central Nacional de
Informaciones participaron en un operativo planificado previamente con el
propósito de vigilar y seguir a determinadas personas.
Entre
el 9 y 10 de septiembre del mismo año recibieron instrucciones de detener, sin
orden judicial, a cinco miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez,
elegidos de entre los archivos institucionales, para eventualmente canjearlos
por dicho oficial. Actuaron mediante equipos organizados y concertados por un
mando general, comunicándose mediante claves para ocultar sus autorías y evitar
ser descubiertos por terceros.
Las
personas retenidas fueron interrogadas y mantenidas ocultas bajo custodia en el
cuartel Borgoño de la referida entidad, sin intención alguna de ponerlas a
disposición de la judicatura respectiva.
Durante
el período que permanecieron en el Cuartel Borgoño, equipos operativos
comandados por oficiales y efectivos del Batallón de Inteligencia del Ejército,
unidad perteneciente a la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército,
comisionados para participar en la investigación destinada al esclarecimiento
del secuestro del Coronel Carreño, establecieron una coordinación oficial con
la Central Nacional de Informaciones, permitiendo que algunos de sus agentes
frecuentaran y permanecieran por varios días en dependencias inmediatas de los
calabozos, con pleno conocimiento de que en dichas instalaciones se mantenía a
personas recluidas prolongadamente en forma ilícita, y obtener con ello
informaciones de inteligencia.
Cro. Manuel Sepúlveda Sánchez |
Antes
de la liberación del Coronel Carreño en Brasil y no siendo posible efectuar un
canje, se decide por estos organismos de seguridad la eliminación de los
detenidos y, para ello, organizan un operativo que permite sacar los 5 cuerpos
como bultos del recinto en que se encontraban privados de libertad, al parecer
sin vida o previamente drogados, y fueron transportados en un helicóptero del
Comando de Aviación del Ejército desde el Fuerte Peldehue hasta las costas de
Quintay, donde finalmente se arrojaron sus cuerpos al mar atados a durmientes.
De
lo anterior no puede sino concluirse, por la envergadura de la operación, en la
cual hubo distintas etapas, como la detención, reclusión posterior en el
cuartel Borgoño, el interrogatorio a que fueron sometidos, la búsqueda de
durmientes, la petición de un helicóptero y posteriormente el traslado de los
cuerpos a las costas de Quintay a fin de arrojarlos al mar, que en tales
operaciones no solo participaron agentes que conformaban la CNI, sino también
miembros del Batallón de Inteligencia perteneciente a la Dirección de
Inteligencia del Ejército y del Comando de Aviación de la misma institución,
operativos que la línea de mando militar de las organizaciones aludidas no
pudieron desconocer ni dejar de controlar, toda vez que se trata de una
institución con poder jerarquizado, en la cual existe una línea vertical y
directa de mando.
Cro. Julio Muñoz Otárola |
Por
lo mismo resulta del todo razonable pensar, por las informaciones recopiladas
en la causa, que estos cuerpos correspondan a las personas secuestradas, las
cuales al haber sido lanzadas al mar no fueron ubicados ni identificados",
detalla el fallo del máximo tribunal.
En
mayo de 2001, se supo que un informe policial había sido entregado al Tercer
Juzgado del crimen de Santiago, el cual contenía dos nuevas confesiones de ex
agentes de la CNI que arrojaban más luz a los terribles sucesos del último caso
de detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar, con pavorosos
detalles de sus capturas, muerte y lanzamiento al mar. El procesado y fallecido ex teniente
coronel de ejército, Krantz Bauer Donoso, figuraba como el jefe del comando de la
CNI que en septiembre 1987 capturó a los cinco jóvenes frentistas.
A
través de sendas confesiones de dos de los agentes que participaron en los
secuestros, el departamento V de Investigaciones logró establecer la identidad
de una decena de integrantes de la brigada de la CNI que tuvo a su cargo la
operación. A partir de ello se logró desenredar la macabra madeja del operativo
represivo y, luego de casi 16 años de investigación y a largos 29 años de
acaecidas las cinco detenciones y desapariciones, se logró desembocar en las condenas
que hoy permiten avanzar en verdad y justicia para los heroicos combatientes
del FPMR que cayeron combatiendo a la cruel tiranía.
¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y
Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
Marzo 22 de 2017
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