“Posición del Pueblo Kitu-Kara frente a la
coyuntura electoral”
“Podemos vernos avocados a elegir el mal
menor, pero eso sería creer que la política se acaba el 2 de abril. Hacer esto
sería irresponsable, porque dejamos de pensar las cosas más allá de la
coyuntura electoral. Las tensiones y contradicciones, algunas sumamente graves,
de nuestro proceso político-organizativo no se resuelven, tal vez ni siquiera
aminoren, únicamente decidiendo por quién votar en esta segunda vuelta”
A las
organizaciones nacionales
A las
organizaciones de base
A las
organizaciones sociales fraternas
En esta coyuntura
electoral los ánimos de las organizaciones sociales y políticas de izquierda se
han alterado, se enrarece y confunde el debate. Se dice que el conflicto
electoral es histórico y trascendental porque la disputa es entre la izquierda
y la derecha, entre la revolución y el retorno del neoliberalismo; y, desde
todos los lados nos exigen que tomemos una decisión coherente y contundente.
Ahora nos dicen que si queremos democracia y terminar con el continuismo
debemos votar por Guillermo Lasso; que si queremos terminar con la dictadura y
que los perseguidos políticos salgan libres debemos votar por SUMA-CREO.
También
hay quienes nos dicen que si somos de izquierda debemos votar por Lenin Moreno;
que si queremos impedir el regreso del neoliberalismo, que si somos coherentes
tenemos que votar por Moreno para que la “revolución” siga.
¿Cómo
llamar a votar por Lasso si, más allá de sus ofrecimientos de consulta previa
vinculante, o de no explotar el Yasuní, su programa de gobierno habla de
privatizaciones, firmar tratados de libre comercio con EEUU? Es decir, todo
aquello contra lo que siempre hemos luchado. Pero también, ¿cómo llamar a votar
por Lenin Moreno si en diez años de revolución ciudadana ha enjuiciado y
encarcelado a cerca de setecientos de nuestros dirigente y compañeros de base?,
¿cómo votar por quienes han demostrado una voluntad política férrea para
desmontar las organizaciones sociales críticas?, ¿Cómo podemos decir que para
que no vuelvan las privatizaciones hay que votar por Lenin, si el presidente
Rafael Correa ya ha anunciado que privatizará infraestructura recién
construidas, el Banco del Estado, empresas públicas como Tame y Flopec; si ya
ha comenzado a privatizar las gasolineras de Petroecuador? Por esto y por otras
más razones que es necesario evaluarlas crítica y autocríticamente, en esta
coyuntura las opciones son mínimas o ninguna.
Podemos
vernos avocados a elegir el mal menor, pero eso sería creer que la política se
acaba el 2 de abril. Hacer esto sería irresponsable, porque dejamos de pensar
las cosas más allá de la coyuntura electoral. Las tensiones y contradicciones,
algunas sumamente graves, de nuestro proceso político-organizativo no se
resuelven, tal vez ni siquiera aminoren, únicamente decidiendo por quién votar
en esta segunda vuelta.
Más
allá de las decisiones que cada organización de base de la CONAIE hayan tomado
frente a lo electoral, hacemos un llamado fraterno a todos y todas a
revitalizar la herencia histórica sobre la que nacimos y a replantear nuestro
accionar actual, para esto es necesario debates sistemáticos, serios y
sostenidos. La actual situación por la que atraviesa el movimiento indígena y
la izquierda ecuatoriana, así como el estado de la crisis que vive el país, nos
exigen replantear y fortalecer las alternativas que podemos proponer desde una
perspectiva anticapitalista y plurinacional.
En
esa perspectiva, la tarea inmediata es re-orientar, desde una perspectiva
político estratégica, nuestras actuales luchas: la defensa de los territorios
comunitarios en contra de la mega minería, la ampliación de la frontera
petrolera; transformación del modelo agrario en base a la soberanía alimentaria
y el desarrollo de la pequeña economía familiar y comunitaria en contra de la
expansión agroindustrial; el restablecimiento de un nuevo sistema de educación
intercultural bilingüe y revitalización de las escuelas comunitarias; la
protección de los recursos naturales; la redistribución del agua; la defensa y
fortalecimiento de los Gobiernos Comunitarios y su ejercicios de autoridad
territorial y jurisdiccional, contrarrestar la migración campo-ciudad, la libertad
de todos los dirigentes procesados y presos, entre otros.
Esto
es más posible si pensamos en los escenarios políticos, sociales y económicos
que vamos a tener que enfrentar después del 2 de abril. Estas tareas demandan
el compromiso y la participación de todos, el movimiento indígena y la CONAIE
en especial estamos obligados a dar una respuesta responsable tanto a nuestras
organizaciones de base como al país.
Lumbisí,
25 de marzo de 2017
Por el
Pueblo Kitu-Kara,
Juan
Carlos Quispe
Presidente del V
Congreso
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Marzo 31 de 2017
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