Este jueves 30 de noviembre debemos movilizarnos y combatir a lo largo y
ancho del país, para notificar a la patronal y a los pelotudos que buscan seguir
acomodados en el aparato gubernamental (así como a los que aspiran a agarrarse
un cupito por ahí) que l@s trabajador@s no nos detendremos hasta poner fin al
injusto y pernicioso sistema de ahorro previsional forzoso de las AFP. Y para
que sepamos que con Piñera o Guillier la cosa seguirá igual, les acompañamos sendas
posturas de estos defendiendo el robo de las AFP
“Jefe programático de Guillier advierte que
no pondrán fin a las AFP”
“Somos
serios y cualquier propuesta será responsable financieramente y técnicamente
sólida, protegiendo los ahorros de los cotizantes, vigilando su rentabilidad y
asegurando la propiedad de sus ahorros en la cuenta personal", aseguró
En La Nación –public. 23/11/17
El jefe programático
del candidato oficialista Alejandro
Guillier, Osvaldo Rosales, advirtió
hoy que el senador, en caso de ser gobierno, no pondrá fin a las AFPs y, en
cambio, avanzará en un sistema tripartito de seguridad social con una entidad
pública a la que los cotizantes puedan optar.
(…)
el líder programático del candidato de la Nueva Mayoría recalcó que esto no
significa que no harán cambio en el sistema actual de pensiones, ya que buscan avanzar en “separar las funciones de
afiliación, registro, administración de cuentas, contratos de seguros, pagos de
pensiones y gestión financiera de los fondos de pensiones”.
“Avanzar
hacia un sistema de seguridad social, que es la demanda mayoritaria, y además
acorde con la realidad que predomina en los países OCDE. El tema es asegurar
esa noción de solidaridad con la eliminación del sesgo contra la mujer,
incorporar seguros de longevidad para la cuarta edad, mecanismos de cobertura e
incentivos a la cotización de trabajadores informales y por cuenta propia”,
complementa Rosales.
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“Piñera y las pensiones: ‘Sí + AFP’”
Para
Sebastián Piñera, el principio que debe regir el sistema es que “los
trabajadores son dueños de su ahorro previsional” y, por lo tanto, “ellos
deciden quién lo debe administrar”. Este argumento, comparable con las posturas
del liberalismo del siglo XIX, para el que cualquier mecanismo solidario es
básicamente un robo, es presentado de manera mañosa: si una entidad estatal
administra el ahorro de los afiliados, eso atenta contra su “libertad de
elegir”. Sin embargo, si los cotizantes no tienen más alternativa que ir hacia
una Administradora de Fondos de Pensiones, la crítica no se presenta de la
misma manera
En El Mostrador –public. 3/8/17
Una semana antes de
que el Gobierno envíe su propuesta de pensiones al parlamento, y a la misma
hora en que la Presidenta Michelle Bachelet encabezaba una actividad
conmemorando el aniversario de la reforma de pensiones llevada a cabo durante
su anterior mandato, el candidato presidencial Sebastián Piñera presentó su
propia propuesta de reforma al sistema de pensiones.
La
propuesta –que según Piñera costaría unos US$1.600 MM anuales, un 0,6% del PIB–
es, en resumidas cuentas, una profundización del modelo ideado en los años 80
por su hermano José, ya que mantiene el paradigma del ahorro individual como
única alternativa viable para resolver el problema de las pensiones, y descarta
toda posibilidad de solidaridad inter o intrageneracional.
Lo
expuesto por el candidato de Chile Vamos fortalece a las AFP, bloqueando la
alternativa de terminar con ellas o siquiera debilitarlas; no resuelve el
problema de las bajas pensiones, prometiendo subirlas un 40% recién en ¡45
años!; e incorpora, a costo fiscal, un mecanismo que supuestamente apoya a la
“clase media y especialmente a las mujeres”, pero que en realidad es regresivo
y tiene un sesgo contra las mujeres.
Para
Sebastián Piñera, el principio que debe regir el sistema es que “los
trabajadores son dueños de su ahorro previsional” y, por lo tanto, “ellos
deciden quién lo debe administrar”. Este argumento, comparable con las posturas
del liberalismo del siglo XIX, para el que cualquier mecanismo solidario es
básicamente un robo, es presentado de manera mañosa: si una entidad estatal
administra el ahorro de los afiliados, eso atenta contra su “libertad de
elegir”. Sin embargo, si los cotizantes no tienen más alternativa que ir hacia
una Administradora de Fondos de Pensiones, la crítica no se presenta de la
misma manera.
Piñera
anunció un 4% de cotización adicional, con cargo al empleador, que iría
íntegramente a la cuenta individual, administrado por una AFP. Así, el
candidato de Chile Vamos propone no solo un blindaje a las AFP –que
enfrentarían algunos cambios regulatorios menores– sino que además un avance
importante, ya que se mantendrían como únicas administradoras en un contexto en
que el porcentaje total de cotización aumenta.
Piñera
anunció un 4% de cotización adicional, con cargo al empleador, que iría
íntegramente a la cuenta individual, administrado por una AFP. Así, el
candidato de Chile Vamos propone no solo un blindaje a las AFP –que
enfrentarían algunos cambios regulatorios menores– sino que además un avance
importante, ya que se mantendrían como únicas administradoras en un contexto en
que el porcentaje total de cotización aumenta.
Asimismo,
al descartar cualquier mecanismo de solidaridad intergeneracional, anula toda
posibilidad de respuesta al problema de las bajas pensiones en el corto o
mediano plazo. De esta manera, las pensiones subirían un 40% para las personas
que inicien su vida laboral después de que entre en vigencia que los
empleadores aporten el nuevo 4%. Esas personas se jubilarán recién en 45
años más, por lo que quienes ya están jubilados o próximos a jubilarse no
modificarían su actual situación.
Para,
en palabras de Piñera, “mejorar la solidaridad del sistema”, se utilizaría
parte del incremento de recursos al pilar solidario en complementar el ahorro
previsional de los trabajadores con un aporte fiscal para la “clase media”, definida
en esta propuesta como todos los afiliados que tengan un mínimo de años de
cotización: 20 en el caso de los hombres y 16 en el caso de las mujeres.
En
primer lugar, este conjunto de medidas no introduce mayor “solidaridad” entre
afiliados al sistema, ya que estos beneficios son con cargo al presupuesto
general de la nación y no a las cotizaciones de los trabajadores. Además, y a
pesar de presentarse como un “apoyo a la clase media, con un trato especial
para las mujeres”, establece un mecanismo de selección que, al contrastar con
las cifras actuales del sistema, resulta regresivo e injusto especialmente para
ellas, pues no reconoce su realidad laboral ni la desigual asignación de roles
en la sociedad chilena.
En la Tabla 1, a partir de las 5 rondas exitosas de la Encuesta de Protección Social de la Subsecretaría de Previsión Social (EPS), se ve la marcada brecha entre hombres y mujeres tanto en número de años cotizados como en el porcentaje que cumpliría con los requisitos de años de cotización de la propuesta de Piñera. En efecto, las mujeres cotizan en promedio 10,1 años, la mitad de lo que lo hacen los hombres, donde además la mitad de ellas lo hace por 4 años o menos. Esto se traduce en que solo un 30,6% de las mujeres cumpliría el requisito fijado por el candidato de Chile Vamos, versus un 59,1% de los hombres. Por lo tanto, contrario a lo que él señala, la introducción de este mecanismo beneficiaría a una proporción mucho mayor de hombres que de mujeres.
En
otras palabras, este supuesto “apoyo a la clase media” encierra una doble
desigualdad: por un lado, de género; por otro, de ingresos, favoreciendo a
los hombres y a los quintiles más ricos de la población.
De
esta manera, lo expuesto por el candidato presidencial de la derecha profundiza
la lógica individualista del sistema, fortalece la injerencia de las AFP e
incorpora mecanismos de asignación regresivos, a financiar con impuestos
pagados por todos los chilenos. Así, ante la demanda de un sector amplio y
heterogéneo de nuestra sociedad que se agrupó tras la consigna “No + AFP”, la
respuesta de Piñera es clara y contundente: “Sí + AFP".
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¡La lucha
por los derechos de los pueblos y l@s trabajador@s continúa!
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