Felices firman el ilegítimo "acuerdo" representantes del gobierno y los vendidos de la CUT-MSP |
Una vez
más, a pesar de dar una dura pelea, l@s trabajador@s del sector público se tendrán
que contentar con un no-reajuste, puesto que el 2,5% que se impuso viene a
representar nada. Y nuevamente, una de las principales causas de
esto fue la traición de las direcciones de la CUT-MSP, las cuales -a fin de no
hacerle olas a “Su gobierno”, sobre todo en un período electorero- firmaron lo
más pronto posible un espurio acuerdo a espaldas de sus representados
Este lunes 27, la mayor parte de las
portadas y encabezados multimediales dieron cuenta de manera alborozada, aunque
ocultando falazmente el fondo del asunto, respecto del cierre de la negociación
de reajuste 2018 para l@s trabajador@s públicos: “Hacienda alcanza acuerdo del 2,5% de reajuste con Mesa de Sector Público”; “Funcionarios públicos aceptaron reajuste salarial de 2,5% propuesto por el Gobierno”; “Sector público logra acuerdo con gobierno con un reajuste salarial de un 2,5 %”, etc.
Es
más que notorio que todos esos titulares son falsos, por cuanto nunca hubo un “Acuerdo”
entre funcionarios del gobierno de la Nueva ‘Fechoría’ y l@s Trabajador@s del
sector, como allí interesadamente se representa. Tampoco es verídico que est@s
“Aceptaron” ese ruin 2,5% de no-reajuste.
Y
claro, lo concreto es que ese famoso convenio fue aprobado entre las cabezas de
hacienda y trabajo y un rebaño de representantes laborales del gobierno
apernados en la CUT y la Mesa del Sector Público (MSP). Estos últimos, obedientes
militantes de los partidos gobiernistas, decidieron, ante sí y por sí, firmar
rápidamente la miseria ofrecida por el gobierno; “Su gobierno”. Nunca se
consultó a las bases respecto aprobar o rechazar los puntos ofertados, ardid
que año a año permite una completa arrancada de tarros por parte de los
cabrones enquistados a la cabeza de las principales organizaciones de l@s funcionari@s.
Además,
durante todo éste malogrado proceso -supuestamente de negociación- fue evidente
el freno a fondo impuesto por la dirigencia de la CUT-MSP para evitar las
movilizaciones que las bases y algunos pocos dirigentes exigían. Cada vez que
estos desplegaron acciones en los servicios y salieron a la calle a hacer
patente sus demandas, fueron contenidos y hasta denostados por las obsecuentes
dirigencias emparentadas con las fuerzas políticas a la cabeza del ejecutivo.
Las bases de la CONFUSAM sacaron la cara por el sector |
En
suma, el grupo de mantenedores del sistema de dominación -que en realidad es la
NM- logró imponer en la mesa negociadora, en concomitancia con la tropa de
traidores de Figueroa, Insunza y Cía., un reajuste salarial a la medida de sus
criterios alineados con un modelo económico inicuo, favorable a los intereses
de unas pocas familias y de los dueños de los grandes consorcios empresariales
que exigían un resultado acorde con los así llamados equilibrios
macroeconómicos, no dudando en ajustar las cuentas fiscales con cargo al bolsillo
de sus propios trabajador@s.
Sólo
dos gremios y sus dirigentes se mostraron dignos en esta ocasión: el Colegio de
Profesores y la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada
(CONFUSAM), quienes no signaron el ilegítimo convenio. Y es muy correcto el análisis
de la última organización mencionada, cuando señala que, “El 2.5% de Reajuste
Salarial no es posible leerlo como un triunfo tal cual lo leen algunos
dirigentes integrantes de la mesa del Sector Público por cuanto impone
nuevamente la tesis que las y los trabajadores no tienen derecho a ser parte
del crecimiento económico, derecho reservado solo a unos pocos. En efecto, esa
cifra, equivalente a un 0.7% real, para un trabajador público con ingreso
promedio de $400.000 le significa un mayor sueldo de $2.800 al mes, es decir,
$94 diarios, una miseria que ni siquiera da para migaja”.
De
lo anterior, resulta
de una total idiotez y una clara mitomanía lo planteado por la ilegítima presidenta
de la también ilegítima CUT, Bárbara Figueroa, una obtusa y ciega seguidora
del entreguista PC, cuando se permite afirmar: “nuevas negociaciones tendremos que enfrentar en los próximos años y
esperamos que el sello que hemos recuperado con esta administración, en el
cierre del gobierno de la presidenta Bachelet, efectivamente pueda seguir
siendo la carta de navegación a futuro con las próximas autoridades y donde el
diálogo y el acuerdo con los gremios -con los gremios- sea la tónica, porque no
podemos volver a la política donde otros hablaban por nosotros, donde otros
querían representar los intereses de los trabajadores. Acá los trabajadores
elegimos a nuestros representantes y por lo tanto, es con ellos con quién hay que entenderse. Ese es el
llamado de la ciudadanía. No solo seguir profundizando cambios sino que
fortalecer la democracia con la interlocución con quienes corresponde. Y creo
que en ese sentido, es valiosa la señal que ha dado el ejecutivo hoy”.
¡Plop!
Pero, ¡por favor! Sí es cosa que veamos un histórico de los reajustes de la última década para que constatemos que los frutos de la conducción CUT-MSP de las negociaciones sectoriales han válido, valen y valdrán callampa (si las bases no democratizan la cosa cuanto antes).
En
fin, fuimos serios y categóricos al afirmar que mal hicieron los
de la MSP-CUT al partir pidiendo un cagón 6% de “reajuste”, en circunstancias
que con ello, si consideramos el ingreso del que menos gana dentro de los
públicos, con dicho aumento no quedaría percibiendo ni siquiera un SALARIO
MÍNIMO de verdad (no digamos el que se aplica actualmente a los privados, que
apenas se empina a los $ 270.000). Tomemos, por ejemplo, un grado 28° de l@s que laboran en JUNJI, quien percibe actualmente
una remuneración bruta de $ 375.107. Si a esto le aplicamos el 6% de “reajuste”
para 2018, nos quedaría ganando mensualmente $397.613. Ahorita y como hemos planteado antes, ningún/a trabajad@r de éste país debiera percibir un SALARIO MÍNIMO –este año- inferior a $ 440.250, a no ser que quiera quedar bajo una línea de relativa pobreza. Por ende,
al pobre funcionario del grado 28° del ejemplo, aún le faltarían por percibir $42.637
para tener un piso mínimo adecuado, por lo que poco podría estar contento con
la “gran” pedida de la MSP-CUT. Esas 42 lucas y tanto corresponden a un
reajuste del 10,7%.
Entonces, siendo más derechos, los
dirigentes y l@s trabajador@s públicos debiéramos haber apuntado a mejorar –acompañados
con una movilización nacional, rupturista y ascendente- la remuneración de los
pisos mínimos de las diversas escalas del sector, aspirando a que ningún/a recién entrad@ al servicio gane menos de $
440.250 y subiendo todos los niveles de ingreso de los diversos grados en la
proporción correspondiente. Eso sí que sería una real mejora de los ingresos
de l@s públicos. Y ello hasta podría ser en módicas cuotas anuales: digamos,
exigir un reajuste anual de 8%, sumándole a ésta base la inflación acumulada y
venidera, además del incremento del PIB, hasta alcanzar aquel Salario Mínimo
mentado (el que también se debe ir corrigiendo).
Con todo, después de éste ovejunamente
dirigido proceso de reajuste y mejoras salariales, hueveado por la tontera
electoral y en que el julero gobierno de Bachelet y compañía lograron imponer
regresivas condiciones a l@s servidor@s públicos, estos deben seguir luchando de
todas maneras y con mucha fuerza por sus demandas y derechos, así como pasarles
la cuenta a esas verdaderas agencias sindicales de los partidos de la NM que
son la Mesa del Sector Público y la CUT, por su cobardía y sumisión.
Ciertamente que est@s seudodirigentes, verdaderos burócratas sindicales, se
merecen una tremenda patada en la raja.
¡Ningún Acuerdo o Reforma a Espaldas
de los Pueblos y l@s Trabajador@s!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD -Equipo Sindical
Noviembre 27 de 2017
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