“NO VOTAR; CONSTRUIR PODER POPULAR”
ELLOS GASTAN MILLONES EN ELECCIONES, NOSOTROS
CONDENADOS A VIVIR EN LA MISERIA DE LAS
POBLACIONES
En Pueblo en Lucha, Noviembre/13
Asqueroso, por decir
lo menos, es el escenario actual al interior del duopolio de la dominación
capitalista y de quienes situándose en la otra colina compiten por sillones en
la institucionalidad del poder burgués. Sus disputas políticas no solo dan
vergüenza ajena, sino que a algunos dan ganas de patearlos en el suelo,
mientras arman un circo haciendo creer a las masas que pueden optar por
diversos caminos para transformar sus vidas de mierda, teatro que con tramoyas
incluidos han inundado la realidad de nuestras poblaciones copando cuanto poste,
muralla o feria exista. Nosotros desde el campo popular nos agigantamos, las
organizaciones populares se levantan, otros cientos a través de la lucha se han
fortalecido y por muchos territorios los espacios de articulación permiten
hacer política de unidad al interior del pueblo en lucha, multiplicando las
redes y raíces del movimiento popular.
Hoy
por muchas trincheras populares avanza rebelde la opción de no sumarse al circo
electorero y de forma antagónica se ha levantado con fuerza la alternativa de
la construcción del poder popular como camino para transformar la realidad y
construir el socialismo con perspectiva comunista. A través de diversas
campañas impulsadas por organizaciones políticas, populares, sociales y conscientes,
las consignas que convocan a no votar sino que luchar, son como un puño de
combate contra los dueños del poder y la riqueza en la coyuntura electoral
actual.
No
votar y luchar por nuestros derechos históricamente negados es el camino del
presente, quienes se han sumado al revisionismo, al oportunismo y a los
vacilantes equivocan la táctica, confunden a nuestro pueblo, retrasan los
cambios revolucionarios. Invierten recursos económicos, horas de militantes y
pueblo en un camino que conduce a la derrota y que se enmarca en las
condiciones entregadas por los poderosos para instrumentalizar las
organizaciones, coaptar dirigentes políticos y sociales y domesticar a los y
las que luchan.
Nuestra
vida no sabe de los millones que están
siendo gastados en las campañas electorales, que de acuerdo a datos entregados
por el diario La Tercera, significan solo para una campaña a senador cerca de
500 millones de pesos, solo multiplicando por cada presidenciable, senador,
diputado o COREs, tendríamos resuelto parte de las demandas de nuestro
pueblo, por el contrario, nuestras vidas
están tapadas en deudas, rodeados de micro – basurales, con sueldos que dan
pena, haciendo cola por horas para ser atendido en el consultorio, la posta y
los hospitales, gastando todo lo que tenemos pagando la tarjeta, la educación
de nuestros cabros, la feria, nuestras vidas saben de pasarse la micro, con
miedo a que nos cachen y publiquen nuestras fotos en una de ellas, cuando son
los políticos de cuello y corbata los que deberían estar en los afiches del “se
busca”, todos una manga de ladrones, corruptos, coimeros y pedófilos, que se
ríen en nuestra cara con tanta propaganda en nuestras calles. Ellos son los que
permiten que tengamos esta vida que no nos deja dormir y nos tiene con la guata
apretada pensando en cómo resolver el mes con la vieja y los cabros chicos.
Clarito
estamos que convocar a no votar no es un
tema de principios, la elección es solo una herramienta de la realidad y en
otras condiciones políticas, cuando la correlación de fuerza estuviera a favor
del campo popular o algún candidato representara al conjunto del pueblo y los
trabajadores con un programa político enmarcado en la lucha de clases y como
complemento a otros aspectos de esta. Podría ser una alternativa para la
táctica, tal como lo planteo Marx y Lenin, en distintos momentos históricos.
Sin embargo en la actualidad, para el campo popular y los revolucionarios,
sumarse a este show significa validar el sistema de los ricos, cuando las
tareas deben ser en términos tácticos construir poder popular y partido
revolucionario de los trabajadores,
estudiantes, pobladores, campesinos y mapuche, y en lo estratégico preparar y
conducir la revolución proletaria junto al pueblo, construir el socialismo y la
sociedad sin clases, el comunismo.
Saludamos las
diversas iniciativas que se han desarrollado en el marco de las campañas Anti
-Electorales, foros, calcomanías,
imanes, rayados, declaraciones, afiches, marchas, mitin, actividades culturales
políticas y sociales, Facebook. En fin todas las que están siendo levantadas
por el pueblo en lucha con el objetivo de combatir política e ideológicamente
al enemigo en su actual coyuntura electoral.
Pueblo en Lucha
Noviembre
2013
__________________________
“Chile:
El no votar es un acto político subversivo y transformador”
Para que el sufragio, ese instrumento político que
permite en algún momento (por ejemplo, septiembre de 1970) a los subalternos
desplazar del poder político (gobierno) a los representantes de la clase
dominante, y recupere su capacidad subversiva, debe dejar usarse para favorecer
a la clase política corrupta por el capital monopólico-financiero. Por eso, no hay
que votar
Juan
Carlos Gómez Leyton / Especial para Con Nuestra América, 22/10/16
En 1988 tomamos la
decisión política en el PARTIDO SOCIALISTA SALVADOR ALLENDE de NO participar en
el Plebiscito sucesorio convocado por la dictadura, pues ello conducía a
institucionalizar el régimen político establecido en la Constitución Política
de 1980: la "democracia protegida". NO nos equivocamos, a pesar que
muchos socialistas, entre ellos algunos allendistas, seducidos y cooptados por
la democracia protegida, han contribuido desde el poder gubernamental a
reproducir y esparcir el virus del monopolio capitalista por toda la sociedad.
Hoy 28 años más tarde, ese régimen se pudre, carcomido por la corrupción
política y la obsolescencia de una clase política al servicio del poder del gran
capital. La
decadencia de la democracia protegida es total y completa, una expresión de
ello es el affaire de padrón electoral. La comedia de equivocaciones y errores
compete y compromete a todos los actores políticos vinculados al poder local,
regional y nacional.
La
coyuntura política actual nos ofrece la oportunidad para hacer estallar el
régimen político decadente: ¿cómo? simple, no votando en las próximas
elecciones municipales.
Para que el
sufragio ese noble instrumento político que permite en algún momento de la
historia política, por ejemplo, septiembre de 1970, a los subalternos desplazar
del poder político (gobierno) a los representantes de la clase dominante,
recupere su capacidad subversiva, debe dejar de usarse para favorecer a la
clase política corrompida por el monopolismo capitalista. Por eso, no hay que
votar. La abstención, la no participación ciudadana, debe ser un NO gigante y
poderoso en contra del actual régimen político y su corrupto gobierno.
Pensemos que al
votar en 1988 la ciudadanía legitimó la institucionalidad política autoritaria,
antidemocrática, antipopular y, sobre todo, el patrón de acumulación neocapitalista
impuesto violentamente por el capital, el imperialismo estadounidense y la
dictadura militar. Esa legitimación política, a través del voto ciudadano,
proyectó por tres décadas toda la obra pinochetista.
Si la ciudadanía
actual no quiere ser cómplice de una nueva proyección en el tiempo, es decir,
de 30 años más de dominio del gran capital: no debe votar. Recordemos, que la
dictadura, los autoritarios, perdieron ganando. No podemos volver a permitir
que el acto de votar sea una forma de “salvar” al agrietado modelo capitalista
de dominio/explotación, ello por parte de los propios ciudadanos movilizados
entre 2006 y la actualidad. La ciudadanía que rechaza el actual régimen
político decadente, no puede otorgarle legitimidad asistiendo a la elección
municipal. Ello sería una contradicción sin ninguna lógica política. Si todas
las encuestas señalan que los partidos políticos y los políticos solo tienen un
6% de la adhesión ciudadana. No pueden ser apoyados por la ciudadanía a través
del voto. No podría entenderse y comprenderse sociológica y políticamente esa
contradicción que por un lado se les rechace y por otro se les dote de
legitimidad política a esos partidos.
Por otro lado,
téngase presente que las elecciones municipales no contribuyen a cambiar nada
de lo existente. Solo le otorgan poder y le dan continuidad a la democracia
protegida y, sobre todo, poder a los partidos políticos conformes con el
sistema, o sea, a los partidos de la Nueva Mayoría como a los del Chile Vamos.
Incluso, a través de la elección los nuevos partidos pierden. Pues ingresan a
un sistema corrupto. Se volverán una pieza más del sistema corrupto. Además
esas nuevas organizaciones políticas, de ganar, van legitimar lo
existente.
Para NO ser cómplice
de un nuevo error histórico y político semejante al del 5 de octubre de 1988 la
ciudadanía debiera abstenerse de votar. El 5 de octubre fue el momento
histórico y político en que la ciudadanía democrática nacional se
"jodió". Pues, en ese momento la sociedad chilena eligió un camino
equivocado, si la historia política debe servir para algo debe evitar a volver
a tropezar con la misma piedra.
NO hay que votar
próximo domingo 23 de octubre. La NO PARTICIPACIÓN es un acto subversivo y
democrático, que debe servir políticamente, para provocar la caída el mal
gobierno. La ciudadanía debe hacer uso el domingo del poder destituyente
ciudadano. La NO PARTICIPACIÓN debe ser la manifestación de ese poder.
Los ganadores
deberán ser vistos como usurpadores del poder ciudadano. Que destapen sus
botellas de champagne para celebrar su miseria política, que se emborrachen de
vergüenza al saber que solo representan a sus clientes y lacayos a sueldo, a
los esbirros del poder de turno. Pero nunca a la ciudadanía trabajadora, a la
mujer pobladora, a los jóvenes que construyen su futuro luchando contra el
mercado educacional, que de ninguna representan a las y los ciudadanos de la
tercera edad que apenas viven o sobreviven con míseras pensiones, que reciben
malas e indignas atenciones de salud; que no representan de ninguna manera a
las y los ciudadanos que defienden a la naturaleza de la irracional devastación
extractivista; que de ninguna manera representan al pueblo mapuche y sus luchas
históricas, etcétera. Por eso, la no participación ciudadana y popular debe ser
clara, los elegidos no nos representan. Así como desde 1988 hasta la actualidad
a un grupo de ciudadanas y ciudadanos nunca nos ha representado la clase
política concertacionista ni los partidos de la Nueva Mayoría y menos, por
cierto, la derecha.
Que los que ganen
el poder municipal sepan que no son bienvenidos. Pues, la inmensa mayoría de
ciudadanos locales que no los eligieron. El no votar el domingo 23 debe ser el
principio del fin del actual régimen político.
La NO participación
debe quebrar el calendario electoral de las clases dirigentes. Pues, pasadas
las elecciones municipales entraran de lleno en la competencia política
presidencial. Ello no debe ocurrir. La no participación mayoritaria ciudadana
debe volcarse a exigir la destitución del mal gobierno, la ciudadanía debe
movilizarse para exigir la renuncia de la presidenta y sus inoperantes
ministros, debe constituirse un gobierno ciudadano y popular y convocarse a una
Asamblea Constituyente Ciudadana sin la participación de los partidos políticos
que sostuvieron el sistema decadente durante estos 28 años. La ciudadanía
democrática movilizada debe tomar el control político de la sociedad y
disponerse a cambiar todo.
Por eso insisto,
las elecciones municipales no deben ser la tabla salvación del régimen político
actual y menos del gobierno ni de la oposición pro-capitalista. La NO
PARTICIPACIÓN deber ser el punto de partida de la transformación radical de la
institucionalidad y de la sociedad actual. De no iniciarse ese proceso, el modelo
monopólico y sus servidores municipales y más tarde regionales y nacionales,
seguirán dirigiendo la historia.
Santiago Centro, 21
de octubre 2016
*****
No hay comentarios :
Publicar un comentario