El Colectivo Acción
Directa (CAD), pequeña Organización Política que hunde sus raíces en lo
que se conoce como Pueblo y Cultura Mirista y que está participando en el
proceso de rearticulación del MIR, momento que tiene como base y punto de
partida un Documento emanado desde el “Centro de Estudios Sociales Dagoberto
Pérez Vargas”, difunde otro Documento (emanado desde la Dirección Nacional
Provisoria del MIR), que busca desatar la necesaria discusión fraternal entre
todos y todas quienes comprenden la necesidad de construir un instrumento
político que permita ganar la guerra y dar el triunfo para el conjunto de los
explotados, humillados y marginados de nuestra formación social.
Como CAD, proponemos,
sugerimos, instamos, a que todo el MIR, toda la Cultura y Pueblo Mirista
intervenga en este proceso de discusión, que en su devenir, en su riqueza,
aporte su grano de arena para la anhelada rearticulación. Y por
ello expresamos que una de las formas –repetimos: una de las formas- posibles
como aspecto metodológico es que cada Organización o No Organizado emita sus
opiniones a través de Documentos, los que puestos en circulación, en máxima
difusión, sean leídos por todas y por todas, lo que permitirá llegar a las
necesarias reuniones de coordinación ya con los textos digeridos y sólo ver en
ellas las tesis y propuestas concretas, evitando así los largos y extensos
diagnósticos o exposiciones, permitiendo ganar el tiempo valioso para lo vital.
Lo anterior no es evitar o
anular la lucha ideológica, el debate, el análisis, sino que todo lo contrario:
es un llamado a LEER lo que se genera, lo que se produce y optimizar los
tiempos.
Por ejemplo, y sólo a vía
de ejemplo: ¿Por qué se utiliza en el Documento infrascrito el concepto de “oligarquía”? Para el caso chileno, el Compañero Luis
Vitale, en sus producciones ya nos advirtió que cada período de la lucha de
clases tiene una fracción hegemónica dentro del bloque en el poder (concepto
que se lo debemos a NICOS POULANTZAS, uno de los tantos intelectuales
utilizados por Miguel Enríquez para realizar sus Documentos) y que hablar de “oligarquía”,
o sea *gobierno de los pocos ricos*, es como no describir que fracción de clase
es la hegemoniza dicho bloque en el poder.
Decimos esto, pues las palabras no son sólo una forma de crear realidad,
sino que permiten conceptualizar al enemigo y ver cómo se combate a ese enemigo
de clase.
Por el Pan, por la Vida, por el Socialismo
Colectivo Acción Directa CAD -Chile
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COMUNICADO
DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA MIR
Caracterización del
período
En este último tiempo, se
han venido levantado voces, dentro del campo mirista, que hablan de iniciar el
proceso de rearticulación. Es necesario decir que este objetivo no es nuevo ni
repentino. Son esfuerzos desde la división y posterior diáspora que sacó de la
escena política al MIR. Abriendo el campo a muchas expresiones orgánicas rojo y
negro, sin cohesión central.
Todos los intentos han
fracasados hasta hoy, pues cada iniciativa careció de una comprensión precisa
de la realidad política, del ánimo de los trabajadores y una política
concordante con la correlación de fuerzas desfavorable para el pueblo, los
explotados y los revolucionarios en cada momento de la propuesta.
Tampoco se ha tomado en
cuenta la profundidad de la derrota y los efectos de ella sobre los explotados
y los militantes revolucionarios, no solo del MIR.
Las derrotas militares son
remontables, en corto plazo, en términos históricos, lo difícil es remontar las
derrotas políticas en todas sus dimensiones, pues sin recomponer los aspectos políticos
de la derrota, difícilmente se pueden remontar los efectos de otras derrotas y
cuando esto ocurre se corre el riesgo de sufrir la peor de todas, la derrota
ético moral.
Afortunadamente, LA FUERZA
ETICO MORAL, aun asiste a los luchadores revolucionarios y a los luchadores
sociales; en su acción sobrevive la imperiosa necesidad de afrontar el dominio
capitalista y la herencia de la dictadura, que asoló y destruyó el avance y el
progreso que beneficiaba al pueblo chileno en la noción del estado de bienestar.
Es en esos restos de la
resistencia a la dictadura y su legado donde reside lo que Miguel Enríquez
llamó, “la fuerza de la historia”.
La rearticulación, la
reunificación del MIR, es una tarea urgente y un deber moral para con los
explotados de nuestro país. Sin partido de la revolución, no es posible
realizar las transformaciones necesarias de la sociedad. Sin él no puede haber
revolución triunfante, pues en el partido está la condensación del programa y
la dirección política del proletariado y sus aliados. Como decía Lenin, el
partido representa el estado mayor de la lucha revolucionaria.
La reunificación o la
formación del partido revolucionario no es la suma mecánica de grupos y restos
orgánicos de partidos que una vez fueron parte del campo de los revolucionarios
y que hoy resisten, porfiadamente el peso de la dominación capitalista, como
pequeñas llamas en la tormenta, pero que no han salido de la resistencia para
ir a la ofensiva. No es su culpa, es la consecuencia de la derrota y el
aplastante poder de las clases dominantes y el estado que ellos controlan y
manejan.
Cualquier proceso de
reunificación del MIR, puede tener resultados positivos, sin tener al menos en
consideración y bien definido tres conceptos que denominaremos tareas del
periodo y que deben ser consensuados paralelamente en este proceso de
reunificación que pretendemos llevar adelante a quienes fuimos parte del MIR o
seguidores de sus políticas, mientras fue un actor relevante de la lucha de
clases y la lucha política contra el poder dominante y el estado, junto a los
trabajadores y el pueblo.
Primero es necesario
definir el carácter del periodo histórico abierto por el golpe militar en Chile
y el dramático giro de los acontecimientos dados por el desplome del campo
socialista en el conflicto con el imperialismo.
El segundo elemento a
considerar es realizar un balance, tanto de la Unidad Popular, como del MIR en
tanto fuerzas inmersas en la lucha de clases y de sus definiciones, que
caracterizan el origen del MIR como de la UP.
Es decir, en última
instancia cual era el quehacer en el periodo que se abre después de la II
Guerra Mundial, tanto a nivel nacional, como internacional y las tareas
realizadas por los actores políticos de la época.
Finalmente es necesario
hacer un balance, por sus consecuencias, tanto en la lucha llevada a cabo por
el MIR, como el desarrollo orgánico de la estructura partidaria, y las
políticas del MIR emanadas en la época, que lo vinculan a la lucha de clases y
como se vincula, en esta lucha, a las masas.
La situación del mundo tras la derrota del fascismo
La crisis económica de los
20 a los años 30, terminó por provocar el estallido de la Guerra Mundial
impulsada por la oligarquía industrial alemana que había consolidado su
victoria sobre el proletariado alemán al poner en el gobierno y luego
consolidar su dictadura con el Partido Nacional Socialista, con Hitler y su
camarilla a la cabeza.
Consolidada la dictadura
del partido NAZI, la oligarquía fue por los mercados de los cuales había sido
separada por la capitulación en la Primera Guerra Mundial.
Por su lado los fascistas
italianos con Mussolini a la cabeza hacen lo propio. En España, Franco
derrotaba al proletariado y a la burguesía republicana apoyado por el nazismo.
Terminada la guerra, con
la derrota del Eje, Alemania, Italia y Japón. Se consolida la supremacía de USA
y crece el pampo socialista donde la URSS queda posicionada como una súper
potencia Militar.
Ambos bloque se enfrentan
en la denominada Guerra Fría, desatándose una competencia política y económica
que hunde a la URRS en una crisis económica que no puede remontar y termina por
generar la banca rota de la URSS. Cuyo estado capturado por la burocracia del
PCUS y presionado por las corrientes restauracionistas del capitalismo no
tienen una salida revolucionaria a la crisis, y terminan capitulando frente al
imperialismo provocando el colapso del Bloque Socialista y la instalación
hegemónica de las oligarquías restauracionistas en el campo socialista.
Este hecho marca el
triunfo de la contrarrevolución interna en los estados obreros dejando al
capitalismo imperialista iniciar un proceso globalizador de carácter unipolar
comandado por EEUU, cuyo estado lentamente se pone al servicio del capital
financiero especulativo.
La globalización impulsada
por los señores de la banca y las finanzas buscan mediante el ataque a los
estados nacionales y al proletariado, la ofensiva busca asegurar las tasas de
ganancias y de acumulación de capital.
La salida a la crisis
capitalista desata una crisis que agudiza la lucha de clases, producto de las
presiones económicas del capital financiero a los estados nacionales, que
desarticulan las economías locales en beneficio de las transnacionales
apoderándose del recurso de cada nación que cae en sus manos. La economía de
los estados se privatiza y se desregulan. Se expropian los salarios de los
trabajadores se abalanzan sobre sus fondos de previsión, se precariza el empleo
y se deteriora su calidad. Los países son subordinados con préstamos públicos
imposibles de pagar en corto plazo.
La crisis desatada por el
capitalismo en su afán de asegurar sus ganancias y acumulación de capital, no
es solo una crisis cíclica del capitalismo, es una crisis cualitativamente
distinta cuya solución no está en el retorno de las condiciones existentes
antes de que se desatara.
Lo que demuestra esta
crisis, tiene implicaciones y consecuencias en la lucha de clases. Plantea para
los revolucionarios y los trabajadores, que el centro de la crisis se localiza
en la incompatibilidad de los estados nacionales y los procesos económicos
especulativos que impulsan los señores de la banca y las finanzas, que dominan
el poder en las grandes potencias capitalistas.
La crisis no solo se ve en
el incremento de la lucha de clases en los países más afectados por la ofensiva
del “Gran Capital Financiero”, sino que además se ve en los conflictos
militares desatados por la OTAN y EEUU. Las guerras locales son hoy parte de la
ofensiva capitalista por obtener los recursos que alimentan la economía mundial
de energía, materias primas minerales y agrícolas.
Las guerras que hoy
ocurren en el mundo son parte constitutiva de la crisis y representan el camino
de los imperialistas para resolver su propia crisis de ganancia y acumulación.
Este hecho tiene mucho más
implicancias políticas que las derivadas de las luchas de clase al interior de
cada estado nacional y su lectura para los revolucionarios implica el abordaje
de las tareas para el periodo. Estas guerras no pueden ser entendidas como
guerras locales episódicas de alcance limitado.
Estas guerras deben ser
entendidas como parte del dispositivo político destinado a resolver la crisis
del capital monopólico financiero, que no pueden remontar sus ganancias
compatibles con sus necesidades de acumulación. Paralelamente, parte del
dispositivo que asegure el éxito de la contrarrevolución proletaria mundial.
Hoy, frente a este camino
se hace nítida la disyuntiva entre socialismo o barbarie.
El carácter de los
gobiernos post dictadura, abre un periodo, que permite e incentiva la hegemonía
del gran capital de las industrias extractivas y de las finanzas en Chile.
En la primera fase, los
gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos consolidan el proyecto político que propició
el golpe militar. Iniciado con la salida pactada de la dictadura militar, que
involucró desactivar la potencia política del proletariado y la cooptación y
neutralización del PS y PC, como los partidos históricos de la representación
de los trabajadores y el pueblo.
La búsqueda de la
gobernabilidad y la paz social, quebrada el 11 de septiembre de 1973, a sangre
y fuego. Y sobre todo el aseguramiento del modelo impuesto por la dictadura.
La democracia en Chile fue
atada y asfixiada por la Constitución del 80, el Tribunal Constitucional y la
cobardía política de quienes reemplazaron a la dictadura.
Todos los gobiernos
independientemente de sus intenciones de favorecer los intereses del pueblo y
los trabajadores terminaron gobernando para los dueños del capital.
En ese camino despojaron
al país de sus riquezas, desmantelaron la industria local, privatizaron la
economía del estado, se apoderaron de los recursos previsionales de los
trabajadores, desataron el lucro en la salud, la educación y el derecho a la
vivienda, obstaculizaron la justicia e instalaron la impunidad para la mayoría
de los criminales de lesa humanidad.
La mantención del
enriquecimiento ilícito de los que saquearon el estado, la libertad y
privilegios de los criminales al servicio del gobierno durante la dictadura
cívico militar, abrió el camino de la corrupción de las instituciones del
estado y de los negocios privados.
Con el segundo gobierno de
Bachelet se abre un corto periodo donde se intentó realizar algunas reformas
estructurales en un intento de evitar el progresivo divorcio del pueblo con los
gobernantes y sus coaliciones políticas. Fue un breve momento de alzarse con
políticas de carácter frente popular, y tinte bonapartista, que buscaba
asegurar la gobernabilidad, la paz social impulsando la conciliación de clases,
incorporando al PC a un gobierno que priorizo los intereses de la patronal y el
imperialismo, dejando de lado los intereses de proletariado.
Toda la lógica de cambios
culminó en ajustes que no cambiaron nada y empeoraron las condiciones del
pueblo y los trabajadores e incrementaron las ganancias de la patronal.
Desde la salida de la
dictadura hasta el fin del gobierno de Michelle Bachelet, los diferentes
partidos del activo político chileno no han hecho más que administrar el modelo
instalado por la dictadura cívico militar y profundizar el carácter de clase del
estado chileno poniéndolo al servicio de los negocios de la burguesía y el
imperialismo.
En ese sentido han
excluido de la toma de decisiones los intereses del proletariado, han destruido
o cooptado sus organizaciones instalando leyes que regimentan y constriñen la
lucha institucional de las organizaciones corporativa de los trabajadores y las
organizaciones sociales del pueblo usando desde la criminalización hasta la
cooptación clientelística de sus direcciones.
El carácter corrupto del
funcionamiento de las estructuras políticas partidarias ha desprestigiado no
solo a los partidos sino que a la política como actividad social frente a la
mayoría del pueblo.
En general el activo
político institucional y sus partidos políticos han actuado operando en favor
de las clases dominantes y convocando al pueblo y los trabajadores a la defensa
del orden y la paz social con políticas de conciliación de clase y usando la
criminalización de la movilización social, por reivindicaciones conculcadas por
el régimen de dominación.
La derecha política, como
Alianza por Chile y luego como Chile Vamos, así como la Concertación por la
Democracia y luego la Nueva Mayoría, son funcionales a la defensa del modelo
capitalista, hegemonizado por las transnacionales de la banca y las finanzas,
actuando unos como el palo y los últimos como la zanahoria.
El nuevo gobierno de
Piñera es un giro de tuerca hacia la derecha y vanguardia de la ofensiva
patronal contra los restos de los intereses de los trabajadores y se inscribe
en el diseño imperialista de la contrarrevolución que ha desatado una guerra
global que pretende reducir al proletariado al rol de fuerza de trabajo sin
derechos políticos y sociales.
Frente a este panorama,
los revolucionarios tenemos la urgente tarea de impulsar y organizar el
partido, dotarlo de un programa que dé respuestas, desde los intereses del
proletariado a la crisis que recorre el mundo hegemonizado por el capitalismo
financiero, en alianza con el complejo militar energético.
Unificar las luchas del
proletariado urbano y rural, organizando a los luchadores sociales, a su vez
debemos caracterizar la situación internacional y nacional del periodo que
vivimos hoy. A la luz de esa caracterización extraer las lecciones que nos
permitan levantar el programa que nos permita impulsar las luchas del
proletariado, en el contexto de la lucha de clases, dotados de una dirección
revolucionaria que dé respuesta a la crisis y a la ofensiva patronal.
Abril del 2018, año de la
rearticulación del MIR.
¡HASTA LA
VICTORIA SIEMPRE!
¡ADELANTE
CON TODAS LAS FUERZAS DE LA HISTORIA!
MOVIMIENTO DE IZQUIERDA
REVOLUCIONARIA MIR
DIRECCIÓN NACIONAL
PROVISORIA
hola, queridos compañeros,
ResponderEliminarinteresante documento, que sigue la linea de otros que he visto y analizado, que ayudan a la reflexión sobre el qué hacer en el periodo actual y la reconstrucción partidaria.
lamento que no especifique qué formas de lucha debemos adoptar, ahora y en el futuro si todas o sólo algunas,como se ha planteado en documentos anteriores, donde,en algunos,se descarta de plano la lucha electoral dentro del estado burgués,con lo que no estoy de acuerdo yo estoy por TODAS las formas de lucha.
saludos fraternos
Sergio Medina