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sábado, 15 de noviembre de 2014

NEGOCIACIÓN DEL SECTOR PÚBLICO 2014 ¿NUEVAMENTE UN MAL NEGOCIO PARA L@S TRABAJADOR@S?

NEGOCIACIÓN DEL SECTOR PÚBLICO 2014, ¿NUEVAMENTE UN MAL NEGOCIO PARA L@S TRABAJADOR@S?


Éste 12/11/14, la CUT dio a conocer su comunicado 2 sobre el curso de la negociación para el ‘mejoramiento’ del ingreso de los 375 mil trabajadores del sector público, centralizado y descentralizado,[1] correspondiente a 2015.[2] El anunció sigue a la 2ª reunión del proceso, del 11/11, efectuada entre los dirigentes de los 15 gremios que componen la Mesa del Sector Público (MSP) y el gobierno, representado por oficiosos funcionarios de los ministerios de hacienda y trabajo. En dicho encuentro, se confrontaron las visiones sobre el panorama económico nacional y mundial para el próximo año y los guarismos que manejan ambas partes

Era obvio que entre unos y otros hubiera divergencias sobre los escenarios más probables y las cifras en cuestión, pero lo que no esperábamos es que los mismos supuestos ‘representantes’ de los trabajadores, la MSP y el asesor de la CUT Carlos Insunza, difirieran entre sus propios supuestos y la pedida de aumento de los ingresos que finalmente hacen. Y decimos esto, pues en la propuesta conjunta MSP-CUT lanzada a fines de octubre, sobre reajuste y mejoramiento de las condiciones laborales,[3] apuntan allí que el valor anualizado para 2015 del IPC será de 4,9% y que la proyección de crecimiento del período será de 3,6%; por tanto, 4,9+3,6 = 8,5%, siendo esto último el piso sobre el cual se debiera negociar cualquier AUMENTO REAL de remuneraciones, pero ellos, en cambio y en lo que representa su primer disparate (no quedando claro con cuánta mala intención), solicitan un incremento de sólo 7% para los ingresos líquidos menores a $801 mil y de apenas 5% para los que excedan tal cifra.

Agreguemos, a modo ilustrativo, que para que hubiese un REAL AUMENTO de los ingresos entre 2014-2015, con lo cual los trabajadores públicos efectivamente obtendrían una parte del excedente económico nacional del que por ahora sólo usufructúa un puñado de ricos, al 8,5% basal mencionado arriba habría que sumarle la diferencia entre el IPC efectivo de 2014, 4,1%,[4] y el que se esperaba en 2013 para este año y que se inscribió en el aumento solicitado por los gremios entonces, de 2,8%,[5] lo que da un 1,3%;[6] y el alza de la productividad 2015, calculada en 0,51%.[7] En consecuencia, para que existiera un AUMENTO REAL DE LOS INGRESOS, la demanda de incremento salarial debiera ascender al 10,31% para todos los trabajadores y no menos (8,5+1,3+0,51=10,31).

Recordemos, también, que el mero incremento de los salarios según el IPC anual, que es lo que más o menos ha venido pasando con el reajuste que entregan los gobiernos de turno (en acuerdo con los congresales), no sirve a la mejora de los ingresos del grueso de la clase trabajadora, pues al ser el IPC un parámetro teórico y limitado no refleja la real pérdida de poder adquisitivo de los diversos grupos poblacionales. Un ejemplo de lo anterior lo podemos constatar con lo acaecido durante 2012, en que mientras el IPC promedio fue de un 3%, el de los alimentos se alzó en más de 10%,[8] demostrando que los reajustes salariales impuestos a los trabajadores públicos y privados por los gobiernos que administran el modelo capitalista monopólico y las representaciones políticas del bloque político de Estado, no han hecho sino agravar la histórica pérdida de poder adquisitivo de las mayorías.       


Otro aspecto disparatado y llamativo del petitorio de esos supuestos ‘representantes’ de los públicos, es que insertan un elemento dañino en cualquiera negociación salarial: dividen la solicitud de aumento en dos tramos, diferenciándola para los trabajadores según sus ingresos y la ajustan hacia ‘abajo’ (del 7 al 5%). Si bien hasta el año pasado se solicitaba un aumento relativamente diversificado, lo igualaban hacia ‘arriba’ al agregar el requerimiento de una bonificación compensatoria para los que tuviesen una remuneración inferior a una cifra de corte (lo cual, de todas maneras, Piñera y antes la ex Concertación nunca pescaron). Por cierto que ésta forma de pedir un aumento no es la mejor para terminar con la actual desigualdad de los ingresos en Chile, a la que la MSP-CUT y la Nueva Mayoría (NM) dicen aspirar.[9] Con tal discriminación sólo logran castigar a los funcionarios que tienen más años en el servicio y, de paso, están justificando los sueldos diferenciados por edad y por otros considerandos que hace rato los patrones quieren imponer en nuestro país. Si con tal pedida segmentada nuestros líderes pretenden abaratar el ‘paquete’ y obtener que el gobierno se avenga, la verdad es que nunca lograrán conmoverlo y lo único que van a conseguir es dividir las filas de los funcionarios públicos (¿no será ese el objetivo, en última instancia?).

En vez de fraccionar la solicitud del incremento salarial y, por tanto, a sus bases, la MSP-CUT debieran poner el acento en un aumento general y real de los ingresos y porque se mejoren los sueldos base de todas las escalas de las diversas instancias que conforman el sector público, centralizadas y descentralizadas. En el punto 3.2 del pliego de peticiones MSP-CUT (Remuneraciones mínimas del sector público), se inscribe un cuadro, de ingreso mínimo líquido mensual por estamento, que, a nuestro parecer, presenta dos deficiencias: es miserable y obvia al estamento profesional. Frente a lo mismo y de acuerdo a lo que se considera línea de pobreza en Chile,[10] los mínimos por estamento debieran arrancar en: $350.000, para Auxiliares; $410.000, para Administrativos; $470.000 para Técnicos y $680.000 para profesionales.            

Nos parece correcto que el pliego de marras aspire a la cobertura universal y directa a todos los trabajadores de los servicios públicos, de los reajustes y beneficios resultantes de la negociación. Asimismo, estamos de acuerdo con los valores de los beneficios y aguinaldos del punto 3.3. Sobre el bono de término de conflicto (punto 3.4), éste no puede ser menor al del año pasado, $200 mil, al que también se debe agregar el 10,31% de aumento real, con lo que debiera quedar en $220.620 para los que ganen bajo el corte indicado en el petitorio (líquido de $801.000) y de $110.310 para los que se ubiquen sobre él.
   
Acerca de lo expuesto en el capítulo IV, Estado y trabajo decente, por cierto que nos parece de justicia exigir que los trabajadores a honorarios pasen a contrata y que, si obtienen buenas calificaciones, los trabajadores a contrata pasen a planta en base al mérito y la probidad. En la administración pública, no pueden usarse criterios políticos partidistas respecto de la provisión de los cargos y para la mantención en ellos de los funcionarios. Además, como una forma de evitar el trabajo precario y flexibilizado, simplemente se debe hacer respetar lo indicado en el Estatuto Administrativo, el cual contempla que en la administración pública no puede haber más de un 20% de la dotación horaria contratada temporalmente y/o a honorarios. Hoy en día, de los 375 mil trabajadores que dependen del Estado, se calcula que un 58% son a contrata (plazo fijo) y a honorarios.[11]

En el capítulo V, sobre los Derechos Sociales, si bien se explicita el rechazo de la mesa al proyecto de la NM de AFP estatal, creemos que se hace necesario poner hincapié en la derogación del DL 3500 y que se cree un sistema público previsional de reparto, solidario, universal e integral y de financiamiento tripartito, donde los trabajadores tengamos participación en la administración de los fondos y poder de decisión sobre la inversión de ellos, los cuales, en todo caso, serán plena y consistentemente utilizados para impulsar una economía nacional que dé cuenta de las necesidades de los pueblos y los trabajadores de Chile. 

Los trabajadores públicos no deben perder de vista que los frutos de su negociación ‘colectiva’ sirven de orientación para las negociaciones colectivas de todos los trabajadores. Es una referencia para la patronal. Además, la unidad de financiamiento escolar (Asignación de Subvención Escolar) por alumno se reajusta en el mismo porcentaje que el reajuste de los públicos; es decir, tiene un fuerte impacto en la educación pública

En 2013, el triunfo en el gallito de la negociación fue para el gobierno derechista y para los empresarios, quienes siempre presionan, interesadamente, por un reajuste cagón de parte del patrón estatal. El 5% de reajuste que se acordó entonces, era casi 4 puntos inferior al 8,8% de incremento que pedían los públicos y sólo 0,6% por encima de la oferta inicial del gobierno. En esta ocasión, los trabajadores públicos deben movilizarse con todo por un aumento salarial real y porque mejoren sus condiciones laborales, a tono con el proceso general de recuperación de sus derechos que el pueblo trabajador está llevando adelante. Sobre el particular, tenemos un valiente ejemplo en lo obrado por las bases del Colegio de Profesores, quienes no aceptaron el espurio acuerdo que, a sus espaldas, Gajardo y Cía habían palabreado con el MINEDUC y que hoy prosiguen la lucha por todo Chile.


¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

¡NINGÚN ACUERDO O REFORMA A ESPALDAS
DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES!


COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA –Equipo Sindical
Noviembre 14 de 2014




[1] Excluye a las FFAA y de orden.
[4] Fuente: proyección del Banco Central, Informe de Política Monetaria septiembre de 2014.
[5] Fuente: proyección del Banco Central, Informe de Política Monetaria septiembre de 2013.
[6] Contrario sensu de lo planteado por los teóricos del gran capital, que insisten en el hecho de no sumar ambos IPC, el del año corriente y el calculado para el siguiente, sino que, cuanto más, utilizar un promedio, con lo que siempre va quedando una parte no considerada en el aumento. Ver declaración de Cecilia Cifuentes, de Libertad y Desarrollo, en: http://www.lasegunda.com/Noticias/Impreso/2013/12/897847/sueldos-en-la-administracion-publica-aumentan-mas-que-en-el-sector-privado
[8] http://econonuestras.cl/poder-de-compra-del-salario-minimo-cae-33-por-precios-de-alimentos/ Si consideramos sólo aquel año, el poder adquisitivo del salario mínimo disminuyó en un 33% a causa de la constante alza en el precio de los alimentos.
[9] Ídem, p. 2
[10] Dicha cifra equivale a dos canastas básicas (una sola corresponde a la línea de la indigencia), cuyo valor unitario se definió hace 25 años y que no ha sido actualizada.  Ver: http://www.latercera.com/noticia/negocios/2014/02/655-565602-9-carencias-y-vulnerabilidad-las-otras-formas-de-medir-la-pobreza-en-chile.shtml  Allí mismo, se puede leer que la mitad de los trabajadores de Santiago gana hasta $300 mil, con lo que sus hogares quedan apenas por encima de ese nivel de pobreza. Así, tampoco resulta ético que se pida un mínimo igual para los Auxiliares.

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