CARTA ABIERTA A LUIS ALBERTO BARRA GARCÍA
De seguro, no será el protagonista de alguna teleserie o
programita sobre la década de los ’80 en Chile.
Sería impresentable en la actual democracia contrainsurgente hablar de
los verdaderos héroes, de los Revolucionarios y las Revolucionarias que se la
jugaron por entero para derrocar a la dictadura del capital
monopólico-financiero. Hoy, en esta
democracia de papel, los ’80 son recordados por los cassette, la ropa, los
cortes de pelo o algún gusto musical.
Pues sí, los ’80 fueron eso, pero fueron mucho más: fue el
enfrentamiento directo de gran parte del Pueblo en contra de una junta militar
que representaba todo el odio del capital.
Todavía quedaban ganas de seguir combatiendo, con todas las
formas de lucha. Estaba muy cerca el fin
trágico de la Unidad Popular. El ejemplo
de Salvador Allende, de Miguel Enríquez, de tantos y tantas, estaba patente
todavía. Aún no se acercaba la Segunda
Derrota del Movimiento Popular, la cual coincidió con tu partida física.
Flaco Barra, Pepé, Toño, Alejo, Luis Alberto Barra García, ese
que no trepido en ir a intentar romper el cerco que se le había tendido a los
Compañeros de esa gesta llamada Neltume, tan ocultada, tan olvidada, tan
vilipendiada. El que retorno para luchar
en los momentos más difíciles de esta Historia sin perdón y que prosigue, por
otras senderos.
A 28 años de tu partida física, de aquel aciago 28 de
Noviembre de 1986, luego de expropiar el Banco del Estado de Peñaflor, en donde
también cae José Modesto Amigo Latorre (el Malito), te extrañamos. Y, no sólo te echamos de menos en el ámbito
personal, por tu simpatía, tu alegría, tu bondad, tu inteligencia, sino que por
sobre todo, por el tremendo amor a tu entrega por los desposeídos, los
explotados, los marginados, tu amor por los Pobres del Campo y la Ciudad. Ya no tenemos tu sonrisa, tu vitalidad, tu
energía inagotable. Sin embargo, por tus
enseñanzas nos mantenemos en pie, con las ideas intactas. De ti aprendimos que ninguna Revolución
triunfa si no cuenta con una fuerza social consolidada, consecuente, porque la
ferretería no anda sola, debe ir sobre el Hombro de quien quiera vivir y morir
por la Revolución.
Todavía atravesamos los tiempos de la fragmentación, de la
derrota. Aún en muchas reuniones,
asambleas, bilaterales, se escucha: “los estudiantes deben resolver las
problemáticas de los estudiantes”, “lo social no debe estar contaminado por lo
político”, “los sindicalistas deben responder a sus partidos y movimientos y no
a los intereses históricos de sus representados”, y así una serie de dicotomías-impuestas
y autoimpuestas- de pensamiento puramente idealista-metafísico, donde A es A y
no puede ser B. Todavía cuesta un
triunfo sentar el sello de la Unidad del conjunto de la Izquierda
anticapitalista, de la Izquierda Revolucionaria, vinculando, coordinando, a la
que vota y a la que no vota, a la que está por la AC y a la que rechaza ese
camino, pues el objetivo central es generar fuerza social ante un período en
donde millones se dejaron amarrar las manos.
Ni el Socialismo ni el Poder Popular ni la Asamblea POPULAR
Constituyente, están a la vuelta de la esquina.
Estamos en los tiempos de Recabarren, de despertar al dormido y eso sólo
lo lograremos con más Unidad, con más lucha, con más calle compartida.
Compañero Luis Alberto Barra García, vives en tu PUEBLO,
creando CONCIENCIA, y avanzaremos a las tareas superiores. Y en ese camino nos encontraremos, con mucha
seguridad nos encontraremos.
Quienes tuvimos el Honor de conocerte, de trabajar junto a
ti, te extrañamos, te amamos y te honramos.
Nos haces falta en la lucha, en las posiciones de avanzada. Con todo,
sabemos que estás en cada lucha, en cada combate, en cada acción por más
sencilla que ella sea.
Hoy, tienes otra nieta, MA que ya cuenta con un año seis
meses, que sabrá de tu compromiso y entrega.
Fraternalmente,
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA
¡PUEBLO, CONCIENCIA,
INSURGENCIA!
Noviembre de 2014
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