ALGUNAS PALABRAS TARDÍAS, PARA QUIENES GUARDAN ESPERANZAS EN SU CORAZÓN Y EN SUS PENSAMIENTOS.
Compañeros, Compañeras, Hermanos, Hermanas, Camaradas, Amigos, Amigas. Antes que nada, agradecer la paciencia de todos y todas quienes leen estos eternos y repetitivos envíos. Sabemos que los tiempos que corren no son de mucha lectura, pues vivimos los tiempos en donde todo se quiere instantáneo, en forma inmediatista. Asistimos a la profundización del “apagón cultural”, uno de los tantos sueños de los milicos para generar un batallón de millones de dóciles trabajadores, que aceptan como algo divino o natural la explotación, la humillación, la marginación, el mal vivir.
Los constantes envíos no son más que la búsqueda de un canal de comunicación entre los más amplios sectores anticapitalistas, que están construyendo un lento y paulatino camino de convergencia. Y pese a todo, esa búsqueda está dando sus frutos. Los caminos diversos están confluyendo, estamos inaugurando un nuevo tiempo, que debe estar preñado de Unidad, Lucha, mucha decisión, entereza y por sobre mucha alegría, pues bien vale la pena vivir para luchar en contra de nuestros enemigos de clase, que impiden nuestro bien.
Hemos iniciado un proceso en donde lo principal es generar un movimiento democrático popular, que instale, con mucha fuerza, las Demandas Sociales y Populares, porque ya está bueno de tanta mierda, de tanto abuso patronal. Ya está bueno de tanta lucha dispersa, calendarizada, ya está bueno de tantas luchas dentro de los marcos de la legalidad burguesa, ya está bueno de levantar fuerza social para acarrearla hacia los senderos del espejismo y la ilusión. En definitiva, llegó el tiempo en que todos y todas los anticapitalistas sean participes de la construcción de un Movimiento Popular rupturista, rebelde, autónomo. Un Movimiento Popular que centre sus objetivos en recuperar el espacio de lo político y la política para las fuerzas sociales, que rompan el monopolio de esa práctica desde las manos de la patronal y sus lacayos en el escenario político.
Todo lo anterior, suena a algo inexistente, y así es. Transitamos todavía por los tiempos escabrosos de la dispersión, la atomización, la fragmentación. Cada lucha es como si volviéramos a comenzar una y otra vez, como los mitos de la época antigua. Nacen y mueren los proyectos unitarios. Es como si todo lo que existe en el Campo Popular existe para perecer. En tanto, el capitalismo, que algunos señalan que está en su fase terminal, goza de perfecta salud y se presenta como algo eterno e inmutable.
Por ello, en el Comando hemos definido que transitamos por una etapa que denominamos de despertar al dormido, que será extensa o no en la medida que los ya organizados pongamos de nuestros esfuerzos.
La violenta crisis económica que vulnera los más mínimos Derechos Humanos de millones en Chile, deberían tener a esos millones en las calles exigiendo solución inmediata a sus Demandas y Derechos, pero duermen el sueño de los justos. El trabajo de despolitización, la alienación, el endeudamiento, el apagón cultural y la falta de voluntad política de quienes tienen la obligación histórica de unirse para hacer frente al capitalismo, entre otros factores, impiden que en este territorio se presenten grados crecientes de movilización.
Es cierto, lo del 11 de marzo y lo del 11 de abril, no fue y no será todo lo masivo, potente y extenso que queremos los anticapitalistas. Para que haya coincidencia entre el discurso y la masividad, debemos potenciar todos los esfuerzos, los saberes, los conocimientos, las prácticas, las experiencias.
Si las marchas son poco masivas, se debe a que no estamos haciendo todo lo que debemos hacer. Además, la Protesta debe centrarse en las Poblaciones, no descuidando los centros cívicos. Por ello, se necesita instalar fuerza social en los Territorios Populares, crecer en organizaciones de todo tipo, multiplicar la convergencia en aquellas localidades donde existan organizaciones hermanas con el acento en el anticapitalismo. Y no hablamos sólo de marchas. Hablamos de acciones superiores como una Huelga General, en donde se requiere de una organización mayor. Las Huelgas Generales no crecen en los árboles ni en la campiña, ellas requieren no sólo de la decisión y voluntad de los dirigentes sindicales, sino que de la decisión y lucha de los Trabajadores y Trabajadoras, junto a todos los Explotados por parte del sistema de dominación capitalista.
Y el Comando plantea que lo primero, lo básico, lo actual es agitar y luchar por la defensa del nivel de vida de las mayorías. Y en ese plano, no dejamos fuera las demandas políticas: exigimos la libertad inmediata de los presos políticos chilenos y mapuche; exigimos la derogación del código patronal, exigimos la derogación de la constitución pinochetista y la convocatoria a una Asamblea Popular Constituyente; exigimos respeto irrestricto a los derechos inalienables de nuestros hermanos latinoamericanos que hacen de este territorio su lugar de residencia; exigimos la Renacionalización del cobre, el agua, la energía eléctrica, de todas las riquezas naturales; exigimos pensiones dignas.
Sin embargo, todo lo anterior, y muchas otras Demandas y Derechos Sociales, podemos empezar a exigirlas con fuerza cuando seamos capaces de generar ese vasto, extenso, amplio movimiento democrático popular, que opere como una fuerza social incontenible. Y para eso, se requiere empezar por el principio, desde lo simple a lo complejo, entregando el volante, haciendo el rayado y el mural, entregando la prensa del Campo Popular, conversando con los Trabajadores y Trabajadoras, apoyando las diversas iniciativas populares, construyendo organización en los Territorios Populares, en los colegios, liceos y universidades. Es decir, simplemente se requiere de activistas, propagandistas, agitadores, que rompan la monotonía de un país que se sume en el egoísmo y los sueños adquiridos en módicas cuotas mensuales.
Luego del 11 de abril, contamos con dos meses para comprometernos a participar como organización o no en la Protesta Popular del 11 de julio. Debemos hacer del primero de mayo una Jornada de Movilización, en donde la consigna de un salario mínimo de $350.000.- debe ser asumida por millones.
Reiteramos el llamado a participar este 11 de abril a las 19 horas, en Serrano con Alameda en una acción de repudio contra las alzas, el abuso patronal y por un salario mínimo de $350.000. Hacemos un llamado a realizar alguna actividad o actividades en donde se tenga y cuente con fuerza social para demostrar el rechazo en contra del capitalismo, la patronal y sus representantes en la arena política.
Hasta el mismo capo del banco central está anunciando que el ansia desmedida de la acumulación y la ganancia, genera una bomba de tiempo, una bomba social, que ellos, la clase dominante, quieren evitar, pues como nunca han obtenido suculentos dividendos.
Se necesita de toda la fuerza, de todas las fuerzas.
Fraternalmente,
COMANDO POR LOS DERECHOS SOCIALES Y POPULARES.
ABRIL 07 DE 2011.
¡AÑO DE LA MOVILIZACIÓN SOCIAL !
¡SÓLO LA LUCHA NOS HARÁ LIBRES!
¡BASTA DE MIGAJAS, QUEREMOS TODO EL PAN, CON CHANCHO Y MANTEQUILLA!
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