Escrito
por Sarah Bessey,[1] el 14/08/14 en su página: http://sarahbessey.com/things-tell-ferguson/
EN EL QUE
TENGO UN PAR DE COSAS QUE CONTARTE SOBRE #Ferguson
Si no estás enojado y apenado por lo que está sucediendo en Ferguson, entonces simplemente no estás prestando atención.
El
sábado por la noche [09/08/14], estaba en el auto con dos de mis mejores amigas.
Acabábamos de salir de Barnes y Noble y
saqué mi celular para ver qué pasaba por Twitter, mientras nos dirigíamos a
casa. De inmediato descubrí que dos muchachos desarmados más habían sido
asesinados por la policía. Me quedé horrorizada y asqueada, oh y muy enojada.
¡Una vez más!
Había
un adolescente de 18 años, Mike Brown, en Ferguson, Missouri, quien había
recibido un disparo en su barrio, y John Crawford, a quien dispararon en un
Walmart por tomar un arma de juguete en la sección de juguetería (dejaré que éste
último se hunda por un segundo extra –tal como he oído decir de los “patriotas
americanos” que deambulan por las tiendas de comestibles con rifles de asalto
colgando de sus hombros, puesto que aparentemente es su derecho constitucional.
Mientras tanto, John Crawford aparentemente no tiene derecho constitucional a
la vida. O al debido proceso).
Según testigos,
Mike Brown estaba desarmado y se había rendido a la policía cuando le
dispararon. Lo hicieron múltiples veces en el medio de la calle. Y luego su
cuerpo fue dejado allí, sin tapar, sin ningún cuidado, por horas.
Ambos
jóvenes fueron asesinados por ser afro-americanos.
Vamos, no nos
engañemos. Esto fue un asesinato. Esta fue una injusticia. Esto fue una
atroz y malvada falta de respeto por la vida o la ley por parte de los
agresores. Y, por desgracia, es demasiado común.
Aquí
comenzaron las vigilias y las protestas. La gente se reunió para ver su cuerpo
roto, para actuar de testigos. Esa es la obra sagrada. Entonces la comunidad
comenzó a reunirse para protestar contra la brutalidad policial. Y se desató el
infierno.
No
puedo pretender saber todo sobre la historia y el contexto de Ferguson. He observado,
escuchado y seguido de cerca la situación durante los últimos cuatro días.
Ferguson se ha convertido en una zona de guerra. El gas lacrimógeno, bombas de
humo, balas de goma, tanques, equipos antimotines. Supresión de la información,
las detenciones de periodistas y de reporteros ciudadanos.
Ferguson
me recuerda el levantamiento de la Primavera Árabe. Los habitantes de Ferguson se están alzando contra sus opresores y
aleluya por eso. Rezo por su resistencia frente a la violencia sancionada por
el Estado en contra de sus hijos.
He
dudado en escribir sobre Ferguson, porque habría preferido amplificar las voces
locales o las voces de aquellos que se han involucrado en la real y difícil
tarea de las relaciones raciales en los Estados Unidos. Después de todo, en
Canadá tenemos nuestros propios problemas, particularmente con nuestro
tratamiento de las Primeras Naciones.[2]
Pero
estos últimos cuatro días en Ferguson han roto mi resolución de siempre: esto
es absolutamente una cuestión de justicia. He esperado pacientemente a que más blogueros
cristianos blancos hablen, sobre todo los estadounidenses, tratando de darles la
preeminencia para responder, pero me ha descorazonado su mínima réplica. Quiero
venir a acompañar a las voces afroamericanas que ya escriben y defienden,
inclusive de esta pequeña forma.
Así, imperfecta
como es –y soy muy consciente de cuan imperfecta-, hay unas pocas cosas que
quiero ofrecer a nuestra atención:
Las vidas de los
negros importan.
Ni siquiera puedo creer que tenga que escribir esta frase, pero ahí está. Las
vidas de los negros importan. Estos jóvenes importan, sus vidas son sagradas.
No importa si Mike Brown iba camino a la universidad o a la fila del desempleo
–su vida tenía valor y un propósito. Él era amado. Su vida interesaba. La vida
de cada negro importa. Si tu ética pro-vida no incluye las vidas de los negros,
entonces tu ética pro-vida es inútil.
La
prerrogativa blanca es real y es hora de que lo reconozcamos. La prerrogativa blanca
es la que te dice que la policía te ayudará y te protegerá. La prerrogativa
blanca es el poder agenciarse un abogado cuando se es detenido por la policía. La
prerrogativa blanca es el poder decir cosas como "el debido proceso de la
ley" o "esperar a que los hechos surjan."
Necesitamos
escuchar a los afroamericanos y a otras minorías -en nuestras vidas, en Twitter,
en las noticias, en la educación, en la poesía, en el arte, en la literatura,
en la política. Escuchar. Cuando la gente me dice que Estados Unidos no es para
la gente negra,[3]
quiero escuchar el porqué. Cuando la gente me dice que hay un Caso sobre Reparaciones,[4] quiero
escuchar el porqué. Cuando las Primeras Naciones me dicen que ellas serán unos
“Desocupados Nunca Más”,[5] bien,
entonces yo también.
Observa la
narración.
La multimedia de la información es notoria por esto –es sólo escuchando las
voces de la multitud y en las primeras líneas que lo puedes ver
claramente. Por ejemplo, NBC fue a la página de Facebook de Mike Brown y sacó
una foto de él para sus emisiones. Eligieron una foto en que aparece haciendo
el signo de la paz con una mirada severa en su rostro por sobre cualquiera de
las otras fotos que tenía allí, incluyendo una de él con su toga y birrete. Ellos
cambiaron la narración de la historia merced a la forma en que caracterizaron a
Mike Brown en las mentes de sus espectadores. Otro ejemplo, es la imagen de un
hombre joven lanzando una bomba de humo.[6] Es
probablemente la imagen que define a las protestas hasta ahora. Pero lo que la
mayoría de los noticieros de los medios de comunicación no aclara es ésta crucial
clave: ese joven estaba arrojando esa bomba de humo DE VUELTA a la policía, la
que se la había lanzado. Otro ejemplo: ¿es una "turba enojada" o se
trata de una "protesta de la comunidad"?
Esto también ha dado lugar a realzar
las poderosas imágenes de #IfTheyGunnedMeDown,[7]
que también muestran cómo los medios retratan hombres negros jóvenes que son
víctimas - ¡las víctimas! - en los medios de comunicación.[8] La
mayoría de nosotros tenemos fotos de nosotros mismos que son ridículas o
terribles o en situaciones comprometedoras, pero fijando una víctima en la
mente del público como una amenaza, ellos cambian la narrativa a un nivel
subconsciente. "Es un matón, probablemente estaba haciendo algo malo."
Aquí está una imagen de ejemplo:
No dispares. Una de las imágenes de protesta
que definen hasta ahora me va a perseguir durante mucho tiempo. La gente de
Ferguson - y todos los manifestantes que se reúnen en las ciudades y los
colegios y comunidades de todo el mundo - están haciendo una cosa: están de pie
con las manos en alto y sus caras descubiertas. Esa es la postura. No dispares: estoy desarmado: mis manos
están arriba. Esta imagen de la comunidad estudiantil de Howard es
inolvidable. Esto es un poderoso testimonio profético.
Esto también es acerca de la militarización de la policía. Esta no es la respuesta proporcional, pero no es de extrañar. Cuando sembramos viento, cosechamos un torbellino. Cuando equipamos a la policía como militares en lugar de oficiales de la paz, van a tratar a los ciudadanos como enemigos y a participar en tácticas de guerra. Es el momento de hacer algunas preguntas serias y hacer cambios aquí.
Esto NO es acerca de los saqueos. Ni se te
ocurra. No te atrevas a traer a colación el saqueo de cara de esta situación.
Hubo saqueos de menor importancia en una noche de violencia DESPUÉS de la brutalidad
policial. El saqueo no es el punto. La gente habla de los saqueos, porque no
pueden soportar enfrentar la verdad de lo que está pasando y por qué está
sucediendo; ello es una distracción. Lo mismo con la gente que quiere debatir sobre
la violencia entre negros en estos momentos. Esto no es eso y este no es el
momento.
Twitter es el lugar correcto ahora para las noticias. Las principales agencias de noticias de streaming están haciendo la vista gorda a Ferguson. Pero en Twitter, #Ferguson está brincando.[9] La
próxima vez que alguien se burle de Twitter como un lugar donde "la gente
te dice lo que tenían para el desayuno", yo sólo voy a decir una sola
palabra: #Ferguson. Las gentes que sigo en Twitter son la única razón por la
que oí hablar de Ferguson y es la única razón por la que sabemos la verdad de
lo que está sucediendo allí. Ellos (los otros) pueden ser capaces de arrestar a
periodistas y cerrar el espacio aéreo y tratar de suprimir la información, pero
la libertad de las personas está ocurriendo en ese medio, al igual que la
mayoría de los levantamientos en todo el mundo.
En particular, revisar Twitter del
concejal Antonio French,[10]
que ha estado presente desde el principio (Él está actualmente detenido bajo
custodia policial –El Señor nos ayude). Si tú no sabes acerca de Ferguson, es
porque no estás prestando atención, porque su círculo de noticias e información
es demasiado pequeño. Pero, vuelve a través de su línea de tiempo para ver lo
que ha estado ocurriendo allí y con gran detalle. Y a rezar por él.
Las iglesias y las personas de fe necesitan alzarse junto a los oprimidos
por el Estado en formas menores y mayores, en la política y en el testimonio
profético. David Henson, un amigo y un sacerdote episcopal, ha
desafiado a otros pastores para que simplemente se paren en sus púlpitos el
domingo, en silencio, con las manos en alto en calidad de testigo.
O esta imagen de abajo... Este es
otro ejemplo de la poderosa bondad que tiene que ocurrir por nuestra parte.
¿Podemos hacer espacio para el lamento y el dolor, por la ira y el miedo?
“Estas mujeres ofrecen un lugar donde la juventud de Ferguson podría venir y gritar
y llorar y ser acogido y escuchado en el amor. Poderosa obra pic.twitter.com/WrVSbR6Ui0
— dream hampton
(@dreamhampton) August 13,
2014
Otras iglesias están marchando,
organizando protestas, de pie junto a los sin poder, ejerciendo presión sobre
sus gobiernos, hablando y utilizando sus voces para amplificar las de los
oprimidos.
Y reza. Ora. Ora. Con tu voz, así
como con tu espíritu, con gemidos y lágrimas, con tus manos y tus oídos, con tu
mente y tus pies.
Deja que la justicia sea una avalancha.
[1] Escritora canadiense, autora de
“Jesús feminista: Una invitación a
revisar la Biblia con la visión de las mujeres” (2013). Ella es también una
bloguera ganadora por sarahbessey.com, editora de Una Historia más Profunda y contribuidora de la revista SheLoves.
[2]
Corresponden a más de 630 agrupaciones y tribus aborígenes de Canadá, con una
población cercana a los 700 mil personas, que no incluyen a los Inuit y a los
Métis. La mitad de esos grupos vive en las provincias de Ontario y la Columbia
Británica.
[4] La
autora hace referencia a
las compensaciones económicas que por largo tiempo se han discutido, pública y
privadamente, en EEUU y que debieran recibir los descendientes de los negros
esclavizados en ese país. Enlace a: http://www.theatlantic.com/features/archive/2014/05/the-case-for-reparations/361631/
[5] Originalmente, “Idle No More”,
movimiento de protesta comenzado en diciembre de 2012, a partir de los pueblos
aborígenes de Canadá y de los que están incluidos en los países desarrollados.
Persiguen detener la degradación medioambiental y económica, además de la
desigualdad social. Enlace
a: http://www.idlenomore.ca/
[7]
“SíEllosMeMataranATiros”. Enlace a: https://twitter.com/search?q=%23IfTheyGunnedMeDown&src=tyah
[10] Enlace a : https://twitter.com/AntonioFrench
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