Por ebrew79, agosto 26 de 2014
Ese
sonido de los grillos que chirrían se está haciendo cada vez más fuerte durante el día.
La semana pasada, en
una parada dentro de la gira en que anuncia su libro, la que fuera Secretaria de
Estado y se presupone candidata para 2016 Hillary Clinton, quedó muda cuando
dos reporteros le preguntaron acerca de la situación actual en Ferguson,
Missouri. Han sido casi tres semanas desde que un oficial de policía blanco,
llamado Darren Wilson, asesinó a un adolescente negro desarmado, llamado Mike Brown.
Ese asesinato ensalzó una colosal sobrerreacción en contra de los manifestantes
por parte de las fuerzas policiales de Missouri, quienes se sintieron en
capacidad de vivir sus fantasías militaristas utilizando tanques y el gas
lacrimógeno sobre los ciudadanos del suburbio de Saint Louis, mayoritariamente
habitado por negros.
Eliminemos el suspenso, Hillary Clinton
está trabajando en función de ser presidenta así que no es ninguna sorpresa que
ella esté desplegando una táctica que todos los demócratas moderados desarrollan
cuando están buscando llegar a la oficina [oval], “no mear a los blancos moderados
y/o independientes”. Clinton y su equipo, como Barack Obama y el suyo durante 2008,
sólo asumen que las gentes negras y marrones serán mostradas en las encuestas y
que tirarán de la palanca por ellos, lo cual no proporciona ninguna razón para que
ella hable de las mismas cuestiones que inundan diariamente a nuestras
comunidades.
Tira fuera todos los hechos y estadísticas
que quieras. El hecho que Brown estuviese desarmado durante su altercado con
Wilson, el hecho que el departamento de policía del condado de Saint Louis se
comportase como las tropas de Hitler en la Alemania nazi con un uso excesivo de
la fuerza, o el hecho de que los centros de las ciudades de EEUU estén
recargados de policías, y la destacada y aterradora estadística que señala que durante
un reciente período de siete años los pacos blancos mataron a dos ciudadanos
negros a la semana. Ninguno de estos hechos y estadísticas mantiene a los políticos
como Clinton despiertos hasta tarde tanto como la idea de un vacilante votante
blanco tirando de la palanca por un republicano.
Entonces, otra vez podría estar totalmente equivocado
sobre esto. Clinton es un halcón de guerra sin complejos, que como senadora votó
por la invasión de Iraq y que recientemente ha criticado al presidente Obama por
no extender la guerra civil en Siria armando a los rebeldes. El colaborador de
la Nueva República Peter Beinart [una
revista liberal de EEUU] le ha referido como “la mejor portavoz del gobierno israelí”, porque ella es más
intransigente que Benjamin Netanyahu. La vista de los tanques que rodaban por calles
residenciales y de ciudadanos que eran alcanzados por balas de goma puede que no
sea lo que ella hubiese prescrito, pero no es difícil de creer que el reprimir
legalmente habría sido la primera cosa en su mente mientras se aseguraba de que
todo lo demás ocupase un lugar secundario. El asesinato de Mike Brown y la
revocación de la libertad de expresión de sus vecinos habrían palidecido en
comparación con la propiedad dañada. También, tenga presente que el esposo de
Clinton se sentó en el trono una vez, y mientras él estaba allí legalizó el más
grande proyecto de ley criminal de la historia del país. Un proyecto de ley del
crimen que colocó más pacos en comunidades negras y marrones y construyó más
prisiones para contener a los residentes de esas mismas comunidades.
El silencio de Clinton sobre Ferguson es sólo
la razón número 1.000 en cuanto al porqué la coronación debe ser detenida absolutamente
en lo que son sus rutas. Un proceso primario prolongado y exhaustivo sería la
mejor cosa para los progresistas de todas partes; tú sabes, asumiendo que algunos
progresistas de verdad decidan llevarla a participar. “Cuando veo cosas como esa y veo, de forma similar a una zona de guerra,
bazucas y tanques y toda esas cosas en una ciudad americana, me ofende, si tú te
levantas y deseas expresar el desacuerdo, sabes que realmente es sobre EEUU como
un todo y que es capaz de disentir”.
Esas no eran las palabras de otro potencial
candidato demócrata para 2016, no eran del gobernador Martin O' Malley de
Maryland o de la senadora Elizabeth Warren de Massachusetts. Esas son las
palabras del senador Rand Paul de Kentucky. Paul y cada funcionario elegido en
el país no arriesgan una fractura porque no tratan el problema de EEUU con los pacos
que matan a la gente del color, pero a veces tienes que dar al diablo lo
adeudado y hasta el momento Paul ha sido el único oyente que ha condenado la exagerada
reacción policial en Ferguson.
Las minorías y las personas que no residen al
interior de la estructura de poder de EEUU deben utilizar la herramienta
democrática más efectiva que tienen que es su voto, del que ya han dicho que no
deben utilizar más como lo han hecho votando por un candidato que sólo
representa el mal menor. Un verdadero -y subrayo la palabra verdadero- candidato
progresista a la izquierda de Hillary debe ser la opción de la gente en 2016,
el hecho de que no haya mucha diferencia entre ella y el que quienquiera que
los republicanos nominen justifica ese pensamiento.
Traducción CAD – EQUIPO
INTERNACIONAL
Agosto 27 de 2014
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