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martes, 2 de diciembre de 2014

REFORMA EDUCACIONAL DE LA NUEVA MAYORÍA, PERO SIN LA MAYORÍA


“Hoy vemos que la reforma [del gobierno] no ataca los pilares fundamentales, sobre todo del mercado en educación”,
Takuri Tapia, ex - presidente FEUSACH


El proceso mediante el cual el gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría (NM) pretenden reformar la educación, la pública y esa cosa rara y única en el mundo llamada “particular subvencionada”, se encuentra enmarcado en un proyecto político mayor y de largo aliento en que los grupos mantenedores del sistema de dominación y explotación en Chile, que es lo que en realidad ellos encarnan, pretenden reformularlo. Tal proyecto reformista incluye, asimismo y como medidas de fondo, el régimen tributario y una pomposa consigna acerca de una nueva constitución.[1] Además, pretenden poner al día las relaciones laborales, el sistema judicial, el abordaje medioambiental, los recursos energéticos, las inversiones públicas y las concesiones.

No hay que ser muy lego como para no darse cuenta que todas esas reformas apuntan en dos sentidos, bisexualidad normal si se piensa en el rol de sustentadores de lo político que la coalición gobernante cumple en la arena de la política: hacer algo más tragable para el grueso de la población el injusto sistema que debemos sufrir a diario y permitir que los de arriba, el bloque en el poder con preeminencia de la fracción financiera, pueda seguir mandando sin problemas como lo hace desde hace cuatro décadas.

En el camino por alcanzar los anhelados acuerdos para que la reformulación político-social y económica cristalice, la NM sólo ha logrado encontrar apoyo entre las filas de la derecha y el empresariado, lo cual demuestra quienes realmente resultan beneficiados con dicho proceso. Así, la reforma tributaria recibió el beneplácito de los capos de la CPC y de las diversas fracciones del empresariado; la reformulación de la antidemocrática constitución del “80, engendro cuestionado en todos los foros internacionales y que se cae de maduro que no da para más, ha sido acogida por la ‘nueva’ derecha y hasta en RN, claro que en una perspectiva cooptadora de la iniciativa y que seguramente dejará fuera de combate a los diversos grupos de la izquierda semi-legal que quieren llevar a cabo un proceso constituyente alternativo. 

Dentro de la coyuntura, como la gente va entendiendo que la cruzada gubernamental es más nefasta que positiva para sus aspiraciones (las que pensaban serían acogidas por la Gordi y por lo que votaron por ella), no resulta extraño que en la última encuesta de opinión de Adimark, de octubre pasado, por primera vez en lo que lleva de su segundo mandato la desaprobación a Bachelet supera a su aprobación.[2] Asimismo, no es menor que resultaran muy mal parados la NM y la Alianza, subsecuentemente a su pésimo manejo de los temas más sentidos por la población: salud, educación, trabajo y transporte público, así como el trato de la demanda mapuche y de las relaciones exteriores.

Para confirmar que no existe sintonía alguna entre el proyecto de acomodamiento del bloque político de Estado (el del poder más la NM) y las aspiraciones del pueblo y los trabajadores, ninguna de las reformas y adecuaciones acometidas hasta ahora por el gobierno ha contado con la simpatía y menos con la participación de los sectores sociales a los que se dice beneficiarían. Antes bien, estos han llevado y llevan a cabo diversas formas de resistencia y de lucha frente a ellas a través de sus organizaciones naturales y en conjunto con las agrupaciones político-sociales de izquierda. La movilización de secundarios y universitarios no ha mermado y se les unen los docentes y los co-docentes; se mantiene el resentimiento en vastos sectores de trabajadores públicos ante el miserable reajuste que recientemente se les ‘otorgara’; los pescadores y los portuarios no han aceptado la imposición de las leyes ‘cortas’ sectoriales y no lo harán en lo porvenir; se mueven por justicia para ellos los funcionarios del poder judicial; persiste el tormento diario de los santiaguinos de a pie que sufren el ‘transmula’ y la población de las demás urbes del país se opone a que un aberración así les sea aplicada; poco a poco empiezan a levantar cabeza los trabajadores de los hospitales y a reclamar por mejores condiciones laborales; de represión se sigue revistiendo la política hacia el pueblo mapuche, en concomitancia con el cerco y acoso por parte de las forestales; etc.

La reforma educacional ha resultado ser la más difícil conquista para los grupos mantenedores. Claro, como no va hasta el final en la resolución de la desigual y discriminadora educación actual, no cuenta ni contará con el apoyo del movimiento estudiantil, así como de los profesores y apoderados. Y como la derecha, los empresarios y la iglesia no pueden decir que un sistema educacional que les ha dado frutos y que se procreó durante la dictadura puede ser malo, pues tienen que oponerse como si realmente les fuera a afectar la reformita y dedicarse a alaraquear que con esto se pone fin a la sacrosanta libertad de enseñanza (de enseñar lo que ellos quieran y como quieran, claro que subsidiados con el dinero del Estado y de todos los chilenos), poniendo de por medio los intereses de la capa de parásitos que hacen un negocio de lo que debiera ser un derecho social. Y como esto último salpica hasta integrantes de la NM, sobre todo de los sectores propietarios de la DC, entonces tampoco la ha tenido muy fácil Eyzaguirre con el “fuego amigo”.

La gente no puede ser tonta todo el rato. La misma encuesta de marras, señala que un 50% de la población rechaza por tercer mes consecutivo la famosa reforma educacional de la NM y que sólo la aprueba un 45%, brecha que se sigue ampliando[3] (en mayo pasado, luego de su rimbombante anuncio, había cautivado a un 58% y apenas un 33% la rechazaba).

El reciente CONFECH, fines de noviembre, selló su compromiso con la movilización sectorial para el año que se avecina y con el rechazo a la reformita de la NM. Lo anterior se viene a ligar a la consecuente y prolongada movilización que llevan a cabo profesores de más de 100 comunas del país por sus derechos y en contra del oportunismo y entreguismo de Gajardo y su pandilla, todo lo cual augura que en torno a la Educación Pública no está todo dicho aún.


¡EL QUE NO LUCHA POR TODO NO LUCHA POR NADA!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!


CAD – Equipo Estudiantil
Diciembre 2 de 2014




[2]47 contra 45%, en: http://www.adimark.cl/es/estudios/index.asp?id=253 Además, las coaliciones de derecha y de la NM reciben las peores evaluaciones del período, 66% y 55% y con aprobaciones de tan sólo 22% y 33%, respectivamente.
[3]Otro tanto, hay que decirlo, ocurre con la reforma tributaria.

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