Beatriz Allende Bussi(*)
Pregunta:
¿Cuándo y en qué circunstancias conociste a Miguel Enríquez?
Respuesta: Recuerdo
que conocí a Miguel durante el año 1961, en la
Universidad de Concepción. En aquella época yo empezaba mi curso de segundo año
de medicina y el iniciaba el primer año. Fueron dos cursos, entre los cuales
había muchos lazos, vínculos de amistad. En ambos había gente que tenía ideas
de izquierda y al poco tiempo aparte de los estudios nos unía la amistad, el
trabajo y desarrollo político común.
Junto con Miguel en
aquel curso entró también Luciano Cruz y Bautista van Schouwen. Recuerdo que en
esa época ya Miguel destacaba en varios aspectos. Desde luego era un buen
estudiante de medicina, aunque yo diría no un estudiante típico, estudiaba las
materias que quería, las materias que a él le interesaban, sobre todo materias
de neurología. Sin embargo, sus estudios más frecuentes eran de otro tipo. Eran
libros de historia, economía, marxismo y yo diría libros de literatura de
carácter militar.
El frecuentó desde
los inicios otras aulas dentro de su universidad. Iba a algunos cursos de
sociología y de filosofía. Y a pesar de ser tan joven inició un trabajo
político junto a los obreros de los minerales del carbón de Lota, Coronel y
Schwager y en una población marginal que se llamaba Costanera en Concepción.
Miguel organizó a esos pobladores, les dio organización y contribuyó a su
desarrollo político.
Se ha hecho
recuerdos acá de la participación de Miguel en la manifestación que los
estudiantes de Concepción hicieron cuando Playa Girón. Eso es efectivo. Miguel
participó en dicha manifestación, fue uno de los principales organizadores de
ella, y en solidaridad con Cuba frente a la indignación que significaba el
intento de invasión norteamericana.
Y, así fue
creciendo un grupo muy unido que estudiaban juntos e iban madurando
políticamente y ya entonces notábamos que Miguel era distinto, ya en él habían
características excepcionales, se le notaba un hombre organizador, se notaba
una persona que con facilidad dirigía a los estudiantes, que con facilidad
entendía el lenguaje del poblador y del minero, que interpretaba bien sus
problemas y ya el radio de la universidad les iba quedando chico y su acción se
iba extendiendo a otros lugares.
También de aquella
época recuerdo que Miguel, sobre todo los fines de semana, organizaba
excursiones y salía a recorrer a toda la zona, estudiaba mucho la geografía de
nuestro país.
P. ¿De la época del gobierno de la Unidad
popular tienes algún recuerdo en especial?
R. Siempre
existieron nexos entre el presidente Allende y el MIR y desde luego éstos
continuaron existiendo durante el
gobierno de la UP. Sobre todo en el último período de la campaña presidencial
existieron vínculos bastante estrechos, dado que el MIR trabajó mucho en la
línea informativa e inmediatamente después del triunfo popular en brindarle
apoyo en lo quesería la seguridad personal del presidente Allende. Es más, el
primer germen de compañeros que se destacan en ese trabajo fue una iniciativa
del MIR y un trabajo que dirigió casi personalmente Miguel Enríquez. Es así
como la escolta de compañeros que cuidó los primeros meses al presidente
Allende, estaba conformada por cuadros que designó el propio Miguel.
Además, en la época
en que triunfa el presidente Allende en 1970, entre septiembre y noviembre se
desataron ya maniobras de la reacción y el imperialismo que hoy día son
conocidas por todo el mundo para impedir el ascenso del gobierno popular.
Entonces el MIR realiza un trabajo importante en la línea de buscar
información, de penetrar los medios de la reacción y alertar al presidente de las maniobras de la burguesía.
Después sin
pertenecer al gobierno popular, el MIR participó en muchas de sus tareas, y
hubo una relación especial. Muchas veces discrepaban, es justo decirlo. Sin
embargo, había una relación de afecto, de consideración y de dialogo importante
de carácter político. Dialogo que se mantuvo a pesar a veces de las diferencias
durante los tres años.
Por parte del MIR y
de Allende siempre hubo dialogo político y como yo era el enlace entre el
presidente y el MIR, constantemente veía a Miguel, además que existía esta
amistad que había sido muy profunda en los años de estudiantes universitarios.
Yo quisiera agregar
además, que el presidente Allende había tenido contactos con el MIR en la época
de Frei. Como todos Uds. bien saben, durante los últimos años del gobierno de
Frei, la represión por primera vez, afectó de manera más eficiente a las
organizaciones de la izquierda chilena y el MIR pasa a la clandestinidad en
aquella etapa. Yo me recuerdo que una de las preocupaciones del presidente
Allende era que los dirigentes del MIR estuvieran seguros, incluso en muchas ocasiones
el mismo orientaba o les buscaba casas de seguridad y les aseguraba un grado de
infraestructura porque pensaba que era un grupo de jóvenes revolucionarios,
consideraba que allí había dirigentes estudiantiles de valor y pensaba, como lo
fue en el hecho, que había ahí, buena semilla. Y dentro de todos ellos, pensaba
que sin lugar a dudas se destacaba Miguel Enríquez y siempre tenía las
esperanzas de que iba a ser un dirigente importante de la izquierda chilena.
P. ¿Con posterioridad al golpe fascista de 1973,
Ud. Tuvo algún contacto por carta con Miguel?
R. Es cierto.
Efectivamente hubo correspondencia por los canales clandestinos de la
resistencia con Miguel. En aquellas cartas hay tres cosas que pueden
mencionarse. La primera, Miguel nos alentaba a que todos siguiéramos el trabajo
que en el exterior se está haciendo, unitario de solidaridad con la lucha del
pueblo chileno y aludía a la significación e importancia de ese trabajo. Es
decir Miguel le asignaba importancia al trabajo del exterior con la resistencia
chilena. Por otro lado, dentro de eso Miguel nos pedía que hiciéramos todo lo
posible para salvar la vida de su compañero, de su hermano, Bautista van
Schouwen. Miguel estimaba importante rescatar la vida de Bautista y nos
orientaba a continuar la campaña solidaria con su hermano de lucha.
Por otro lado
Miguel escribía indicando, lo que había sido y era para él Salvador Allende.
Ahí mismo me planteaba, que habiendo sido yo testigo de sus discrepancias
también era testigo del afecto y de la consideración que el MIR y él
personalmente le tenía a Allende, y ese afecto y esa consideración hoy día se
engrandecía por la actitud y forma en que Allende había caído combatiendo. Y,
además nos señalaba la urgencia y alentando los pasos de unidad que se iban dando en las distintas
organizaciones de la izquierda chilena.
A través de las cartas se veía que una de
las preocupaciones mayores de Miguel Enríquez era que al corto plazo la
izquierda chilena pudiera cristalizar su unidad. Y creo que efectivamente el
mejor homenaje que a Miguel, a los caídos, es hacer la obra que ellos
iniciaron, es decir continuarla y por lo tanto lograr la unidad de las fuerzas
de la resistencia.
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(*) Entrevista/Testimonio de Beatriz
Allende B., hija del presidente Salvador Allende, entregada a un periodista
cubano en octubre 1974, La Habana, Cuba.
Publicada en el periódico Juventud
Rebelde.
¡ADELANTE CON TODA LA FUERZA!
¡ADELANTE
CON TODAS LAS FUERZAS DE LA HISTORIA!
Colectivo
Acción Directa – Chile
Julio 26 de 2014
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