¿FASCISMO
EN CHILE? ¿O SE DEBE INVESTIGAR UN POQUITO MÁS?
“Durante casi un siglo, la filosofía universitaria ha cubierto a
Marx con la tierra del silencio, que es la tierra de los cadáveres”
-Althusser
La
ciencia es ciencia de la ideología nos dice el filósofo francés Althusser y
gracias a Marx sabemos que la ideología dominante de una época es la ideología
de la clase dominante.
Es impresionante
como en Chile debido a la refundación social capitalista
perfilada desde fines de 1974, que cristaliza desde 1990, profundizándose hasta
el momento, se olvida el pasado y se comienzan a repetir falsas
caracterizaciones, que sólo fueron concebidas para generar una alianza política
con el Partido Demócrata Cristiano PDC, que se logró en 2010.
Nos
referimos al concepto de “fascismo”.
Recordemos que fue el Partido Comunista quien luego del golpe militar
del 11 de septiembre de 1973 comenzó a hablar de la dictadura militar como una
dictadura “fascista” levantando la política del frente antifascista para atraer
al PDC.
En
tanto el MIR y el PS, tipificaron el régimen de excepción constitucional
surgido tras el 11 como la dictadura militar del capital monopólico-financiero. De ello, se desprendió la política de Resistencia
Popular.
Los
conceptos no son sólo un ejercicio intelectual, pues permiten definir la mejor
táctica y estrategia para combatir al enemigo.
¿La
conquista española de América fue feudal o capitalista? Investiga, lee.
Algunos
conceptos paralizan, otros activan, algunos anestesian. Por ejemplo cuando te repiten hasta el
hartazgo que “sólo el que vota puede opinar” es una invitación velada a que participes
en la legitimación del sistema de dominación.
Recordemos
que desde 1984, cuando ya comienza a aflorar en sectores del conjunto de la
Izquierda la tesis peregrina de la posible “derrota política de la dictadura”,
tesis que será caracterizada como los inicios del derrotismo, la conciliación y
el entreguismo, surge otro curioso concepto en los llamados “textos del
derrotismo”: el neoliberalismo, cantinela que vino a reemplazar la cantinela de
fascismo. De esa forma, se hace pensar
que el “fascismo” y el “neoliberalismo” son tan malos, malitos, que se debe
levantar el frente antifascista” o el “frente antineoliberal”, en donde caben “todos”
y en ese todos se entiende que cabe el centro político.
Tanto
con el “fascismo” como con el concepto de “neoliberalismo”, resurge la
anquilosada política de la revolución por etapas de domicilio bien conocido.
Será
el propio Miguel Enríquez quien a fines de 1973 tras estudiar los clásicos
textos marxistas (uno de ellos, Nicos Poulantzas[1] sobre el fascismo, y el
fenómeno de la dictadura militar (caso español), que definirá que el carácter
del régimen de excepción constitucional surgido tras el golpe militar deviene
en la junta militar del capital monopólico-financiero.
Dejamos
aquí un sugestivo estudio sobre el fenómeno fascista, que viene siendo un
resumen de un texto de Nicos Poulantzas, realizado por Luis Felip[2]: “Si hay un error característico de cierta
izquierda, es el abuso del concepto de «fascismo»: la policía es fascista, los
jefes son fascistas, el Estado es fascista. Caemos en el abuso de una metáfora
que ha perdido el rastro del fenómeno original con el que comparamos
(inadecuadamente y dentro de un uso del lenguaje puramente emocional) estas muy
diversas realidades. «Fascista» se convierte en una moneda de curso legal que,
de tanto pasarnos de mano en mano, ha perdido todo rastro de su cuño original.
Así pues, dentro de las herramientas conceptuales que necesitamos para armarnos
en el momento actual, se nos hace imprescindible una categorización del
fascismo como fenómeno ubicado en un momento histórico muy acotado y en lugares
muy concretos (años 30 en Italia y Alemania). Aunque no me considero preparado
para abordar una reflexión profunda sobre esta materia, ni sobre fenómenos
análogos al fascismo que sin embargo poseen especificidades propias (el régimen
japonés, el falangismo español y el franquismo), propongo lo que es sólo el
comienzo de la reflexión. El aspecto más importante aquí no es tanto alcanzar
una definición completamente exacta, sino reconocer algunas de las líneas
fundamentales para, en adelante, no seguir confundiendo conceptos por un abuso
desmedido e infundado”.[3]
Te invitamos a leer,
pues existe una profusa literatura sobre lo qué es el fascismo y luego, por
sobre todo, estudiar la formación social chilena y ver si realmente es posible
aplicar el concepto de fascismo.
Asimismo, ver si es posible aplicar el concepto ideológico de “neoliberalismo”.
Existen conceptos que
más que evidenciar la dominación de clase no hace más que ocultarlo.
Fascismo,
neoliberalismo, clase media, el voto contiene tu opinión y un largo etcétera de
lugares comunes que sólo son componentes que evidencian que la ideología
dominante de una época es la ideología de la clase dominante.
Leer, investigar,
contrastar la información, ver todo a la luz del presente. Por ejemplo, cuando escuche o lea “el
capitalismo está en crisis”, lea, investigue, las ganancias de los grupos económicos
chilenos, del 1% más rico de Chile.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡POR EL PAN, POR LA VIDA, POR EL SOCIALISMO!
BRIGADA DE
PROPAGANDA MIR LUIS BARRA GARCÍA
16 de noviembre 2018
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