MANIFIESTO POR LA SOBERANIA,
LA JUSTICIA SOCIAL, NO+IMPUNIDAD Y NO+DEPREDACION DE LA NATURALEZA
VELATÓN, 5
DE OCTUBRE 2018, 19:00,
PLAZA
ITALIA, SANTIAGO
“Lo
que define a un hombre acerca de si está en el campo de la revolución o no, es
a disposición de que pone sus tareas”
-Miguel Enríquez
Espinosa
El miércoles 5 de octubre de 1988 se realizó un plebiscito en que los
habilitados para sufragar debían aceptar o rechazar la prolongación de
perrochet en la conducción del gobierno hasta el 11 de marzo de 1997. El
cronograma fue fijado por la constitución política de 1980, cuerpo legal que
entró en vigencia el 11 de marzo de 1981, con artículos transitorios y con
pleno imperio desde el 11 de marzo de 1990.
Recordemos, pues es sano hacerlo, que la aprobación de la constitución
política de 1980 se hizo sin la existencia de registros electorales, sin
partidos políticos legales, sin apoderados de mesa, sin propaganda electoral, con
uniformados que votaron en más de una ocasión y con el recuento de votos
realizado en los cuarteles.
O sea, se trata de un cuerpo jurídico ilegal en su origen, pero que ha sido legitimado por su reconocimiento hecho por los partidos políticos de la derecha, por la exconcertación -hoy nueva mayoría- y el frente amplio.
O sea, se trata de un cuerpo jurídico ilegal en su origen, pero que ha sido legitimado por su reconocimiento hecho por los partidos políticos de la derecha, por la exconcertación -hoy nueva mayoría- y el frente amplio.
En el documento denominado ‘Principios básicos de institucionalidad
democrática’, los partidos políticos que optaron por el NO expresaron que,
«[e]l triunfo del NO en el plebiscito será el punto de partida de un proceso que
permitirá reconstruir en Chile un verdadero régimen democrático». Otra frase
para el bronce fue: “Hemos de revisar todas las privatizaciones realizadas en
el periodo dictatorial”. No menor fueron las frases: “Chile, la alegría ya
viene” y “NO hasta vencer”.
Finalmente el triunfo del NO fue el triunfo del SÍ: Toda la
institucionalidad creada como un trabajo de orfebrería bajo el periodo
dictatorial quedó intacto y comenzó a operar como algo legitimado desde 1990 a
la fecha.
Desde 1990 a la fecha la aceptación de la constitución política de 1980
permitió la impunidad en casos de violación a los DDHH; los sueldos y pensiones
mínimas de hambre; las AFP; las ISAPRES; la Salud y la Educación como elementos
de lucro; la desnacionalización del cobre, el agua, el litio y todos los
recursos naturales; la depredación de la Naturaleza debido al patrón de
acumulación establecido desde fines de 1974; la profundización del apagón
cultural y el despliegue de una cultura chatarra, que acelera el egoísmo, el
exitismo, el arribismo.
Sólo algunos destacamentos revolucionarios, que confiaban en prolongar
los ciclos de protesta popular desplegados entre 1982-1986, se opusieron al
plebiscito como forma de “salida política a la dictadura militar”, rechazando
inscribirse en los registros electorales y llamando a la lucha frontal,
decisiva, en contra de la dictadura militar en pos de la construcción de una
democracia popular. Luego de 1990, dichos sectores políticos del Campo Popular,
impactados por el nuevo periodo abierto, fragmentados, dispersos, prosiguieron
su lucha desde diversas formas de organización.
DE LA MEMORIA AL PODER
Hoy, 2018, ha llegado el momento de decir basta y de terminar con la
política instalada de los consensos entre los de arriba. Es hora de mearles el
asado permanente que tienen desde el 11 de septiembre de 1973: En Chile no
existe democracia y por ello se debe volver a luchar por lo grande, por lo
nuestro, por lo que nos pertenece, avanzando desde lo simple a lo complejo,
creando y uniendo la fuerza social necesaria para los cambios radicales. Ha
llegado el momento de ponernos en movimiento, golpear al sistema de dominación,
de poner al descubierto de que esta “democracia” chilena es el engendro surgido
del acuerdo del imperialismo, la burguesía interna, la iglesia católica, la
derecha, la exconcertación -hoy nueva mayoría- y sus boys del frente amplio.
Por lo anterior, te hacemos una invitación para que este 5 de octubre
realicemos una velatón en la Plaza Italia de Santiago, desde las 19 horas, por:
SOBERANÍA PLENA de
los Pueblos y los Trabajador@s sobre su destino
Sueldos y Pensiones
mínimas de $464.000.- en 2018
Un reajuste de 10%
para los Trabajador@s del sector público
Cárcel común para
uniformados y civiles involucrados en violaciones de DDHH desde el 11 de
septiembre de 1973 hasta el momento
No más depredación
de la Naturaleza
Por Todas y cada una
de las demandas sociales y populares
Hacemos un llamado fraternal a todas las Organizaciones y No Organizados
del anticapitalismo, de la Izquierda Revolucionaria, a sumarse a este llamado,
a participar en esta velatón. Para ello, pueden sumarse como Convocantes a
través de Facebook: Andrés Morales o Brigada de Propaganda MIR-Rearticulación
Luis Alberto Barra García
Hacemos el llamado a todas las Organizaciones y No Organizados del
anticapitalismo, de la Izquierda Revolucionaria, a que el 5 de octubre de 2018
sea una jornada de protesta social, con acciones que demuestren el rechazo a
“esta democracia”.
Arriba l@s que luchan y no se
rinden. Avanzando desde lo simple a lo complejo. POR EL PAN, POR LA VIDA,
POR EL SOCIALISMO
Convocan:
Brigada de Propaganda MIR Luis
Barra García;
Marcos Cariz Villanueva,
Poblador y Comunicador Social, Dirigente de la primera toma de terrenos durante
la dictadura cívico-militar;
Hijos Chile;
Asociación Mutual de Ex Presas
y Presos Políticos del MIR y la Resistencia Popular;
Comité de DDHH La Bandera;
Ricardo Larenas, cantor
popular;
Partido Obrero Campesino POC;
Asamblea por los Derechos
Sociales y Populares.
4 de octubre de 2018
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