DESDE LAS DEMANDAS MÍNIMAS A
DESPERTAR AL DORMIDO, PASAR DESDE LA ABSTENCIÓN ELECTORAL A LA ACCIÓN Y POR LA
UNIDAD DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
“En el Chile actual no existe una
fuerza social determinada llamada a comenzar la revolución. Será todo aquél o aquella que siendo
explotado por el sistema de dominación capitalista (siendo consciente de
aquello) y que quiera participar en la transformación estructural, los llamados
a comenzarla” –Colectivo Acción Directa
2018, qué duda cabe, debe ser un año de
avance y consolidación de las posiciones anticapitalistas; es decir, de aquellas
que buscan destruir el Estado capitalista y dar paso al Socialismo
(estructurado sobre el Poder Popular) como fase previa a una Sociedad
Comunista. Menudo trabajo si lo miramos desde la perspectiva actual, donde, tras
la última elección, el bloque en el poder busca el grupo político mantenedor
que le permita proseguir su acumulación de capital.
Ha
quedado claro que la abstención electoral en un gran porcentaje responde
claramente a una desmotivación hacia lo político más que a una apuesta a una
transformación revolucionaria de la dictadura capitalista, que ha tomado un
rostro militar y ahora uno civil.
Luego
del tongo de sí el gerente general o el gerente de recursos humanos, sumando a
los pijes juleros del frente “amplio”, todo sigue igual. Ha pasado la calentura
electoral, pasaron las promesas; nuestros problemas quedaron. El pico en el ojo
es ahora legítimo: los sucios y comprados votos entraron a las roñosas urnas.
Por
todo lo anterior, es que insistimos en que atravesamos todavía los tiempos
similares a los del compañero LUIS EMILIO RECABARREN: se vuelve imprescindible
profundizar la entrega de volantes, de la prensa popular, de los rayados,
murales, utilizar todas las redes sociales existentes, apoyar todos los
estallidos sociales que se produzcan, organizar velatones, cacerolazos,
barricadas y otras formas mayores de lucha en la medida que se vaya sumando
fuerza social revolucionaria.
Lo
fundamental, es unir las diversas y pequeñas organizaciones de carácter
anticapitalista que no creen en la vía electoral y generar a lo menos una
coordinación de agitación y propaganda que vaya instalando y empujando la
necesidad del cambio radical.
En
ese plano, la lucha por un sueldo y pensiones mínimas de $464.000 para 2018
puede ser una demanda que permita la unidad en la acción. Consecuentemente con
esa demanda, los sectores anticapitalistas debemos organizar desde ya un Primero
de Mayo combativo, clasista y de lucha, que no sólo se exprese en una marcha
multitudinaria alternativa a la fosilizada de la CUT, sino que en acciones de
protesta social en las poblaciones todo el día y la noche.
En
el horizonte permanece la necesidad y la posibilidad cierta de unificar a la
Izquierda Revolucionaria, esa que naciera un 15 de agosto de 1965.
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán
Libres!
Colectivo Acción
Directa CAD –Chile
Marzo 21 de 2018
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