“Vallegrande, la ciudad del Che Guevara”
En Prensa Latina –public. 30/9/17
“Póngase sereno y
dispare, usted va a matar a un hombre”
Che a un tembloroso
y borracho sgto., que lo mata por orden del CIA Félix Rodríguez
Vallegrande, Bolivia, 30/9. Vallegrande no
está en su natal Argentina, ni en Cuba, su Patria adoptiva, pero será ésta
pequeña ciudad de los Andes bolivianos sede los próximos días del homenaje
mundial a Ernesto Che Guevara a 50 años de su muerte.
Decidido a vencer o morir en el intento de impulsar
desde Bolivia una revolución en Suramérica contra el dominio neocolonial de
Estados Unidos, cerca de aquí libró el Che su última batalla, luego de luchar
durante 11 meses en un medio desconocido y con un clima hostil.
Con apenas unos 50 hombres la guerrilla del
Ejército de Liberación Nacional (ELN) combatió en 22 acciones, imponiéndose
firmemente ante la falta de agua y alimentos, la lluvia y el frío, que
exigieron de ellos 'un incesante llamado a la conciencia y el honor de cada
hombre'.
Luego de resistir el acoso de unos 1 800 soldados,
incluidas dos compañías de rangers entrenadas por Estados Unidos con 145
hombres cada una y un escuadrón con otros 37, el 8 de octubre de 1967 apenas
quedaban 16 guerrilleros, todos desnutridos, pero firmes y valientes.
En ese momento el Che decidió entrar a la Quebrada
del Yuro y dividir a sus fuerzas en dos grupos para que los enfermos pudiesen
escapar del cerco, quedándose él y un pequeño grupo para retrasar el avance de
las numerosas tropas enemigas.
Este acto, profundamente humanista, hizo que
quedase cercado y no pudiese posteriormente retirarse y, herido en una pierna
por una ráfaga de ametralladora continuó combatiendo tras una roca hasta que
otra bala inutilizó su carabina y se agotaron las balas de su pistola.
El boliviano Willy (Simón Cuba) carga a su jefe
herido ladera arriba, porque aparte de estar herido Guevara tenía un fuerte
ataque de asma, pero al llegar son sorprendidos por tres soldados que no les
dan tiempo de defenderse y les conducen al cercano poblado de La Higuera.
Herido, sin atención médica, permanece Ernesto Che
Guevara en una pequeña escuela local durante 18 horas, mientras en el aula
contigua están Willy y el Chino (Juan Pablo Chang, peruano), quien es capturado
al perder sus lentes en el fragor del combate y no poder ver nada.
Luego de escuchar la ráfaga que asesina a sus dos
compañeros, el Che da su última orden a un sargento tembloroso, quien debió
emborracharse para cumplir la orden del agente de la CIA, Felix Rodríguez, para
asesinarlo: 'Póngase sereno y dispare, usted va a matar a un hombre.''
Sus captores querían hacer creíble la versión del
gobierno de Bolivia y la embajada norteamericana, de que murió en combate,
desangrado, y ordenan dispararle de la cintura para abajo, pero el perturbado
sargento disparó una ráfaga al boleo y una bala atravesó el corazón del Che.
A partir de ese momento entra Vallegrande en la
historia, cuando el cadáver del legendario guerrillero es trasladado en
helicóptero a la lavandería del Hospital Señor de Malta para ser identificado,
y luego a su morgue donde le cortan sus manos como comprobación de identidad.
Por 30 años el sitio donde fueron arrojados sus
restos permaneció en secreto, hasta que en 1995 un general boliviano retirado
dio pistas de una fosa común y, tras arduo trabajo, científicos cubanos
identificaron el lugar y procedieron a repatriar a Cuba el 12 de julio de 1997
los restos del Che y seis de sus compañeros con autorización de sus familiares.
Hoy en donde estuvo la fosa se levanta un solemne
mausoleo en homenaje a todos los guerrilleros y a su Comandante, el cual será
visitado este 9 de octubre por miles de personas del mundo, al igual que el
lugar donde encontraron los restos de Tania (Tamara Bunker).
En esta pequeña ciudad, a 264 km por carretera
desde Santa Cruz y de allí otros 867 kilómetros hasta La Paz, o a 359
kilómetros hasta Cochabamba por una vía de tierra y grava al borde de profundos
abismos, todo recuerda la llegada a Bolivia del Che hace medio siglo.
La antigua pista aérea, donde aterrizó el
helicóptero con los restos del Che y al final de la cual pretendieron
esconderlos al mundo, será este 9 de octubre sede del acto central de homenaje
a los guerrilleros que murieron por lograr un mundo mejor que hoy aquí comienza
a hacerse realidad.
(Tomado de Semanario Orbe)
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¡Hasta la victoria
siempre!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
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