MIENTRAS TANTO, EL BLOQUE
EN EL PODER AFINA LA
LEGALIDAD REPRESIVA A FIN DE CONTENER LA MOVILIZACIÓN Y LA ORGANIZACIÓN DEL
PUEBLO Y LOS TRABAJADORES, QUE YA COMIENZA A ESCALAR A ETAPAS SUPERIORES
Como decíamos en nuestro último análisis de la coyuntura
internacional y nacional, internamente
asistimos a un ajuste económico-social instigado desde el Bloque en el Poder
(BP) y que a través del Bloque Político de Estado (BPE) busca adecuar nuestra
Formación Económico-Social (FES) a sus requerimientos, en cuanto reacomodo de
ciertos aspectos de lo económico que tienen y tendrán impacto en la economía.
Tal ajuste no se encuentra aislado de los desafíos que los
sectores dominantes mundiales deben enfrentar respecto de las turbulencias que
a lo largo del Sistema Capitalista Mundial (SCM) producen las propias prácticas
de las potencias imperialistas. Se comienza a notar un importante factor de
riesgo geopolítico en el sistema transnacionalizado, surgido sobre todo por la
intervención de EEUU y sus aliados europeos y que se expresa en una situación
de relativa inestabilidad en las relaciones internacionales. Sus primeros
efectos se perciben en la volatilidad de las variables financieras, lo que
termina erosionando la economía real. Sus implicancias derivan de la
composición desigual y combinada del
SCM, del conjunto de sus interrelaciones y comprenden desde la emergencia
de conflictos bélicos escalares hasta la posibilidad de ciberataques. Por
cierto que tal inseguridad, al afectar la economía de las FES del conjunto del
SCM, puede terminar afectando la vida de la clase trabajadora en el conjunto de
ellas y, sobre todo, la de las FES dependientes, como la nuestra, en un período
el mediano plazo.
Se complican, por tanto, las previsiones relativas a las
decisiones económicas y políticas mundiales y locales, a consecuencia de la
interdependencia global que el imperio ha implantado sin miramientos. Sin duda,
algunos de estos conflictos influirán en el crecimiento económico y un mejor
pasar de las economías periféricas, como la nuestra, y de todas las que tengan
mayor ligazón con el mercado externo.
En Chile, ante esos vaivenes, el aparato productivo chileno se
protege y ralentiza sus niveles de crecimiento, produciéndose un ajuste
económico (no crisis), pero que perspectiva también un acomodo del Bloque en el
Poder. La Nueva Mayoría
(NM) avanza con sus reformas de poco calado, profundizando el Estado subsidiario
en los marcos del dominio del capital monopólico-financiero.
El campo principal a ajustar a las necesidades de la gran
burguesía es y será el del ‘mercado’ laboral. Frente a ello, la NM ya preparó sus proyectos de
ley para transformar aún más las relacionales laborales, plan para el que ya
cuenta con la anuencia explícita de la domesticada CUT. El presidente del que
fuera el PS de Chile, diputado Osvaldo Andrade, señaló en septiembre que la NM insiste en la necesidad “de que se cumpla con el compromiso que
existe entre el gobierno y la CUT
de materializar el envío del proyecto de Reforma Laboral en el último trimestre
de este año”, ello aún y con mayor
razón en el contexto de la desaceleración económica. La pretendidamente cándida
presidenta de la multisindical, apunta lo suyo a mediados de éste mes: “Estamos cerrando una primera parte del
debate y hemos ingresado a un segundo momento, el más clave y significativo,
donde vamos a debatir sobre la base de las voluntades políticas, de cómo
avanzar en la construcción de un proyecto que garantiza equidad y mejores
condiciones para los trabajadores y trabajadoras”.
En la CUT
están felices con la idea que el gobierno haga aprobar algunas reformas menores
en lo que resta del año: dar algún realce a la labor sindical, simplificar el
proceso de negociación colectiva (vía modificación del Libro IV del Código del
Trabajo). No obstante, uno de los temas donde aún no hay una definición es la
reforma a la ley que regula los despidos por ‘necesidad de la empresa’ (artículo
161 del mismo Código ‘Patronal’), pero, lo peor del asunto es que la CUT no ha dicho nada respecto
del proyecto estatal de establecer una AFP estatal, en circunstancias que de lo
que se trata es de acabar de raíz con el nefasto sistema previsional de apropiación
privada de los fondos previsionales de tod@s, pero con aportación de la masa de
los trabajadores.
El sistema de AFP no da para más. Para la gran masa asalariada,
cuyos integrantes aportamos solitos e individualmente a la bolsa que se
reparten los dueños de las 6 AFP y luego estos nos entregan sólo entre la mitad
y dos tercios del salario mínimo, tal
engendro significará una restricción severa al gasto interno y si a eso sumamos
la miserable política salarial impuesta por los patrones (el 70% de los
chilenos gana menos de $370.000) y el
empleo precario, pues es fácil captar
porque los trabajadores necesitamos acabar con las AFP y establecer un
verdadero sistema de previsión y seguridad social en Chile. Si existiese aquí
algo como esto, con fondos aportados tripartitamente y repartidos luego de
manera solidaria, aparte de incrementar la masa salarial, permitiría hacer
inversiones productivas, generándose así un círculo económico virtuoso.
Por ahora la cosa va en el sentido que quiere la patronal y la NM. Pero ello sólo
auspicia exacerbar la crisis de los de abajo: “En el largo plazo, las personas van a tener una tendencia hacia una
menor capacidad de consumo y de sostenimiento del propio sistema capitalista
acá en Chile. Es necesario estimular la economía ¿Cómo se estimula la economía?
Con plata, con dinero, con sueldo (…) con jubilaciones. Si tú no tienes derecho
a eso, para dónde va la sociedad (…)”.
Para los porfiados, que le dan con que la crisis es del sistema
capitalista en su conjunto, digamos que la revista Forbes, que elabora todos los años un ranking de los
más ricos del planeta, nos cuenta que la familia Luksic aparece en el puesto
N°32 a nivel mundial, con US$ 17.800 millones. En la segunda posición le siguen
los hermanos Eliodoro, Bernardo y Patricia Matte, con de US$ 10.200 millones.
Completando en tercer lugar del podio nacional, aparece el empresario alemán
Horst Paulmann y familia, con unos US$ 9.300 millones. En el cuarto lugar del
ranking nacional de la revista yanqui aparece nada menos que el ex presidente
Sebastián Piñera, con US$ 2.400 millones. En quinto lugar se ubicó Roberto
Angelini Rossi, cabeza de los negocios de la familia Angelini, con la suma de
US$ 1.200 millones. Y para hablar del desigual tema previsional, les informamos
a los duros de la testa que los pobrecitos dueños de las AFP ganan casi 5 veces
lo que rentan los fondos de los trabajadores que administran desde 2004 (22%,
contra 4,6% en promedio de las pensiones en el mismo lapso); o sea, ¿quién gana
y quién pierde? ¿Soltarán tan fácilmente la presa los capitales financieros
dueños de la AFP ?
Sí la CUT y la NM no hacen ni harán nada al
respecto, ¿por qué no empezamos a hacer algo los pueblos y los trabajadores?
¡SÓLO LA LUCHA Y
LA UNIDAD NOS
HARÁN LIBRES!
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA-CHILE
Octubre 29 de 2014
No hay comentarios :
Publicar un comentario