NO
LO DECIMOS NOSOTROS. INFORME ANUAL SOBRE DERECHOS HUMANOS, DE LA U. DIEGO PORTALES, NOS
RECUERDA QUE AÚN FALTA MUCHO PARA ASEGURAR QUE EN CHILE SE RESPETAN TALES
DERECHOS POR PARTE DEL ESTADO Y DEL BLOQUE EN EL PODER
Este
martes 28 fue dado a conocer el INFORME
ANUAL SOBRE DERECHOS HUMANOS EN CHILE 2014,[1]
elaborado por académicos del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego
Portales. Es éste su duodécimo informe anual y en él se puede cotejar que los
avances en materia de DDHH, a 41 años del golpe del “73 y a casi un cuarto de
siglo de democracia de baja intensidad, aún distan de hacernos merecedores a
una palma sobre la materia.
Por ejemplo, allí se describe como “bastante desolador” el panorama respecto
de los derechos de los trabajadores, especialmente en lo que se refiere a la
huelga como un derecho fundamental, hasta ahora “incumplido por el Estado de Chile”. El tema ocupa un capítulo
completo del mismo y recomienda una reforma global a los Libros III y IV del
Código del Trabajo (la CUT
sólo ha centrado sus enanas expectativas en torno al Libro IV).[2]
Además solicita consagrar el derecho de
huelga entre las garantías del artículo 19º de la Constitución Política ,
salvo en el caso de servicios esenciales, de acuerdo a estándares definidos por
la OIT. Por
otro lado acusa una deuda en materia legislativa y también en el ámbito
institucional y comunicacional, “principalmente
por la escasa y en algunos casos nula intervención del Estado para los efectos
de dar una adecuada protección frente a los actos ejercidos por empleadores
tendientes a mermar o anular el derecho de huelga, y por el tratamiento que
recibe el ejercicio de este derecho por parte de los medios de comunicación
social: resaltando situaciones puntuales de violencia e invisibilizando el
conflicto laboral de fondo que está detrás”.
La publicación cuenta con 12 capítulos, en los cuales se revisa
el estado de los DDHH en el país, de acuerdo a los estándares internacionales
en la materia y a las obligaciones contraídas por Chile. En esta oportunidad,
dos capítulos fueron dedicados al tema laboral –al de la huelga se suma una
investigación inédita sobre las trabajadoras de casa particular-, y otros
dos a aspectos centrales de la política pública respecto de los pueblos
indígenas, como son la entrega de tierras y la consulta previa. Sobre la
primera se indica que “se trata de una
política pública fuertemente expuesta a presiones políticas, poco transparente,
que no permite un control sobre los recursos públicos invertidos ni sobre los
procedimientos utilizados para la restitución de territorios reivindicados por
los pueblos indígenas”.
En tanto, tres capítulos se abocan el estudio de la vulnerabilidad
de la infancia y adolescencia en Chile, en los ámbitos del derecho a
la salud mental;[3] a una
educación inclusiva por parte de aquellos que sufren discapacidad, y a una
institucionalidad pública que a juicio del Informe no garantiza la
protección de los derechos fundamentales este sector de la población.
Otros capítulos reiteran líneas investigativas de años
anteriores, como el de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura
-el único presente desde la primera edición- que examina los temas de
verdad, justicia, memoria y reparación. En ésta arista, un ejemplo de desidia
política (mejor decir intento de olvido, por parte de la ex Concertación) lo
tenemos en que a pesar que su existencia y aplicación nos golpea la
conciencia colectiva desde hace 36 años y de ser una normativa contraria a la
legislación universal sobre derechos de las personas, recién en septiembre
pasado, luego de 24 años de pseudo-democracia, la Nueva Mayoría
accedió a presentar un proyecto para derogar la ley de (auto) amnistía impuesta
en 1978 por la dictadura cívico-militar.[4]
El capítulo sobre las condiciones carcelarias, en tanto,
aborda la situación de los derechos humanos en el sistema penitenciario de
Chile durante el último lustro, desde la perspectiva de las propias
personas privadas de libertad, tanto en las cárceles públicas como
concesionadas, mostrando que aún se está lejos de alcanzar condiciones
satisfactorias desde el punto de vista de los derechos humanos.
Un estudio inédito lo constituye el capítulo “Medio ambiente y derechos humanos:
Organismos genéticamente modificados (OGM, más conocidos como alimentos
transgénicos) y derechos del obtentor vegetal”, que identifica y analiza
los principales aspectos involucrados en torno a la utilización de estos en la
agricultura y los riesgos socioeconómicos y ambientales que su empleo genera,
así como las preocupaciones que surgen su consumo y las dificultades que
plantea para la conservación del patrimonio genético nacional.
Tampoco están ausentes de este Informe los “Derechos de los migrantes y refugiados”,
con un diagnóstico de la situación actual de las personas migrantes y
solicitantes de refugio que residen en el país, y las vulneraciones a sus
derechos humanos producto de una normativa legal desactualizada. “Chile necesita un cambio legislativo en la
materia para responder al fenómeno migratorio actual”, es una de las
principales conclusiones de este capítulo.
Por último, el capítulo “Homoparentalidad en Chile y derechos humanos”, aborda cómo el
Estado asegura el igual ejercicio de la parentalidad y maternidad en Chile,
tanto en filiación y adopción como en procesos de fertilización asistida, de
hombres y mujeres gay, lesbianas y trans. Se concluye que “hoy la normativa chilena desconoce y niega ese derecho a esa parte de
la población chilena, lo que constituye una infracción a los compromisos que
Chile ha tomado con la comunidad internacional”.
El Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile UDP no
pretende realizar un examen de la totalidad de las obligaciones internacionales
del Estado de Chile en la materia, sino “sobre
aquellos aspectos de nuestra vida social que consideremos de particular
gravedad por su carácter estructural o que no han sido destacados con
anterioridad”. Además, formula recomendaciones al Estado de Chile con
miras a superar esa situación.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN
LIBRES!
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA -
CHILE
Octubre 30 de 2014
[3] Tema muy relevante, si consideramos que Chile
presenta la 2ª tasa de suicidio adolescente dentro de la OCDE , después de Corea del
Sur (fuente: Teenage Suicide –OCDE 2012).
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