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lunes, 12 de agosto de 2013

FUERA LAS TROPAS EXTRANJERAS DE HAITÍ (INCLUIDAS LAS CHILENAS)

¿QUÉ HACEN MILICOS CHILENOS EN HAITÍ?

A principios de 2004, luego de varios meses de desestabilización a cargo de la oposición política, de grupos armados y de la embajada de EEUU, fue destituido el legítimo presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide. Las razones: era muy cercano a Cuba y Venezuela, además de ser un impulsor de un modelo económico orientado al mercado interno. No era la primera vez que “Titid” era derrocado; ya lo había sido, por la misma pandilla, en 1991.
El sucesor impuesto por Washington, B. Alexandre, en breve rogó a la ONU por el envío de una fuerza multinacional provisional, la que estuvo integrada principalmente por efectivos de EEUU, Francia y Canadá. Esta rápidamente cedió el paso a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, en francés), compuesta aproximadamente de 7 mil militares provenientes de 20 países, entre ellos Chile. Se suponía que dicha misión tenía un mandato de seis meses para estabilizar el país y convocar a elecciones; ahora, a 9 años de su llegada, la MINUSTAH sigue ocupando Haití, enajenando a su pueblo el control político y social.
Hace rato que los haitianos se dieron cuenta que la antedicha misión no está orientada a ayudar o estabilizar Haití, si no que es una fuerza de ocupación. Esta verdadera invasión trajo más problemas que soluciones: aumentaron las violaciones de los DDHH; crece el número de presos políticos; se expandió el cólera, introducido por las tropas de Nepal de la MINUSTAH; dicho control extranjero lastima la dignidad de los haitianos como pueblo, toda vez que fue Haití el primer país negro en liberarse. Además, para entender la persistencia de la ocupación, se constatar ciertos intereses económicos de las potencias, azuzados por recientes estudios que señalan la existencia de uranio y oro en el país.
El pretexto inicial para la ocupación militar fue la existencia de un conflicto político profundo, por lo que supuestamente se requería de tropas para estabilizar el país. Como EEUU, Francia y Canadá en ese entonces no podían invadir directamente porque iba a generar una revuelta, se decidió usar a los argentinos, chilenos y brasileños de cabeza de playa porque son ‘hermanos’ latinoamericanos. Pero en el fondo nos son los argentinos o los brasileños los que dirigen el asalto, sino que los mismos norteamericanos, canadienses y franceses.
Todas las fuerzas democráticas haitianas han exigido el retiro de la MINUSTAH; la indemnización de las víctimas del cólera y que la ONU reoriente los fondos que van a la MINUSTAH para fortalecer las áreas de salud y educación. Un senador haitiano lo resume así: “Tenemos que reemplazar los vehículos de guerra por tractores para los campesinos”.
¿Por qué le interesa al ejército chileno mantener efectivos en Haití? La respuesta la da el encargado de la MINUSTAH, un oficial brasileño: "Nuestras tropas ganan mucho con su presencia. Ganan en experiencia, ya que es en terreno donde pueden poner en práctica sus conocimientos”. Es de suponer qué tipo de experiencia desean acumular; es cosa de ver las prácticas llevadas a cabo en contra de sus pueblos por las FFAA chilenas, brasileñas y argentinas.
Varias organizaciones sociales, políticas y de DDHH chilenas han solicitado que se retiren las tropas chilenas de Haití (VER AQUÍ). Reiteran las quejas anotadas de atropellos a los DDHH, de diseminación de enfermedades y de desvío de recursos no para el pueblo haitiano, sino para la mantención del aparato de ocupación. Se supone que los milicos chilenos debieran finiquitar lo suyo este 15 de octubre. Presionemos por todos los medios para que efectivamente lo hagan, pues su existencia significa una lesión a la dignidad y los derechos fundamentales del sufrido pueblo haitiano. 

¡LIBÈTE OU LANMÒ!

CAD-CHILE, EQUIPO INTERNACIONAL

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