MARXISMO EN DIEZ DÍAS O GLOSARIO NÚMERO 01.

MARXISMO EN DIEZ DÍAS O GLOSARIO NÚMERO 01.

-¿Cómo se puede aprender marxismo en diez días, Iñor?

-No me sea logi, querido escuchante.  El título lo sacamos de un texto, que está en la casa de un Compañero de la Octava Región, que dice “Aprenda portugués en diez días”.

-Pero ¿cómo se puede aprender, entonces, marxismo en diez días, señorito pequeño-burgués, que se lo pasa todo el santo día ante ese aparato más extraño que barco en el desierto?  Y eso que Usted habla tanto de la lucha y está todo el día escribiendo y escribiendo.  Y antes, cuando lo conocí estaba todo el día ante la máquina de escribir hasta que dejaba seca la tinta.  O es que aplica el método Lozanov de aprendizaje.

-Por favor, no se me caiga a la palabrería, que las palabras sacan palabras.

-Si po’s Iñor, si las palabras no sacan nada más que palabras o alguna vez ha visto brotar papas a causa de las palabras.

-¡¡¡El aprendiz supera al maestro!!!  Me acaba de dar una lección sobre lo que significa el Idealismo, esa Filosofía que nos tiene hasta los cojones.  Se da cuenta, querido Escuchante, que más sabe Usted, que la práctica es fundamental en todo proceso de cambio social.

-Mire mi cuate, no me venga con leseras, me enreda con sus refinadas palabras.  Mire que la última vez que le hice caso, partí a la casa patronal a decirle al Jutre unas cuantas verdades y termine en el calabozo.

-Le faltó el apoyo de las masas.

-Esa palabra no la escuchaba desde hace como 40 años.  Tiene que renovarse, querido señorito pequebú.  Esas palabras ya están fuera de moda, las actuales luchas las han ido superando.

-Con mucho respeto, lo central es ligar las luchas pasadas con las actuales.  Las clases dominantes, por lo común, le niegan al conjunto del pueblo esa conexión y las luchas no hacen más que recomenzar, partiendo muchas veces desde la nada.  Sin embargo, el deber de todos es mantener las memorias, los saberes, los aprendizajes y por supuesto aprender de las derrotas, de las innumerables derrotas.

-Ya comenzó con su verborrea, el Señorito.  Como siempre, comienza a hilvanar tantas ideas que me lleva de cuento.  ¿Por qué no vamos aprendiendo juntos, pues ambos tenemos mucho que decir y luchar?

-Ya gancho, esa me gusto.  Desde ahora iremos intentando conocer algunos elementos que antiguamente le llamaban Formación Política.  Y como bien dices, querido Alumnillo, ambos tenemos mucho que decir y aprender.  

-Sí, po’s, profe tirado a Maestro.  Mire que en mi vida he conocido a muchos que estudiaron ese marxismo con las luces apagadas o de oídas, convirtiéndolo en una biblia, la cual sólo basta rezar y adorar.

-Se nota que la vida te ha ido entregando algunas herramientas sólidas para vuestros análisis.

-Nací el ’50, del siglo pasado.  Viví el proceso de la UP, de la dictadura militar y esta democracia gorila.  Eso basta y sobra para tener un camino recorrido.

-¡Manos a la obra!  Entonces, tal como le dijeron a esa niña famosa, debemos comenzar por el principio.

-¿El huevo y la gallina?

-Pero, no me interrumpa, el huaso bruto.

-Chita’s, se le salió lo pequeñoburgués a la primera.  Prosiga, no más, que soy todo oídos.

-Hasta principios del siglo XIX, la economía, y todas las demás ciencias estaban dominadas por la Filosofía Idealista.  Esa forma de pensar se venía imponiendo desde fines del Imperio Romano, antes de la caída del Imperio Romano de occidente, el 476 dc.  

        Sobre todo, durante la Edad Media, es decir, desde el 476 dc hasta 1492 dc, la sacrosanta Iglesia Católica desarrolló ese tipo de Filosofía, la cual arranca desde mucho antes, desde la Grecia antigua con muchos filósofos, como Platón, Aristóteles y Parmenides, quienes señalaban que el pensamiento tiene primacía sobre el ser.  Indicaban que la materia era el reflejo del pensamiento, de las ideas que nos forjamos en nuestro cerebro.  Para ellos, todo era eterno e inmutable, que nada se transformaba.  En todo caso, estimada oyente, si le preguntas a cualquier persona si, por ejemplo, una muralla o una cordillera están en movimiento, te contestarán de inmediato que no, que no están en movimiento.

-¿Pero nadie se opuso a esa forma de pensar?  Recuerdo que los curas, en los fundos, aprovechaban la confesión para acusar a los campesinos que robaban ganado o gallinas.

-Por cierto, durante el período de la Grecia antigua clásica, es decir, el siglo V ac., existieron otros filósofos que son ocultados por la Historia Oficial.  Uno de ellos, fue Heráclito el Oscuro, quien señaló “nadie se baña dos veces en el mismo río”, indicando que todo está en movimiento, que todo está dejando de ser, que la verdad no es igual en dos momentos distintos.

        Además, los musulmanes, o cultura islámica, los árabes, que nace el 622 dc con Mahoma, cuando hace la Hégira o la Huida desde La Meca hacia Medina y que tiene su expresión cultural en la Universidad de Córdoba, en España, bajo los Abderrahman, tiene filósofos de peso, como Averroes, Ibn Batuta e Ibn Kaldum, quienes mantienen la llama del amor al conocimiento, al saber, al desarrollo intelectual.

-Esos eran gallos de pelea, que amaban al Insondable, al Eterno, a Ala.  Mis abuelos, que llegaron desde algún país árabe me hablaban de ellos, pero no les puse la atención debida.

-Espero que ahora si pongas atención, huasallo, de lo contrario será perder tinta y tiempo.  Y volviendo al siglo XIX, en medio de un cielo sereno, estalla como un trueno la voz de dos compinches alemanes que vienen a establecer un nuevo continente de la Historia.  Ellos son Carlos Marx y Federico Engels.

-Que Ala los tenga en su santo reino a esos cuates.

-Ambos comienzan a investigar la sociedad de su época.  Y lo hacen a través de los avances que existían en ese minuto.  Incluso sus conceptos iniciales están teñidos con los conceptos que estaban en boga.

-¿Se debe arar con los bueyes que se tiene, podríamos decir?  ¿O se hace lo que se puede y se mete lo que se tiene, decía mi abuelo?

-No se me ponga puntudo.  Pero, el primer pensamiento encierra una verdad insobornable.

-¿Y acaso lo segundo no?

-Bueno, cedamos.  Lo esencial, es que la economía se daba vueltas con unas famosas leyes, las cuales se asentaban sobre el concepto TRABAJO y apoyados en el análisis de la OFERTA Y LA DEMANDA.  Los economistas de la época explicaban la economía a partir del análisis de la OFERTA Y LA DEMANDA.  Y explicaban que un país era más rico si exportaba más productos e importaba menos productos.

        Sin embargo, Carlos Marx, analizando a fondo, en forma rigurosa, sistemática, esas famosas leyes de la OFERTA Y LA DEMANDA, se dio cuenta que NO EXPLICABAN NADA, que era en otra parte donde debía buscarse el mecanismo oculto del Modo de Producción Capitalista.

-Las malas lenguas dicen que ese tal Carlitos era bueno para la cerveza inglesa.  Dicen que con su cuate Federico se iban de carrete al Soho y salían de las tabernas bien abrazados, bailando e intentando apagar los faroles.  Y que decían muchos garabatos.

-Eran dos seres humanos, de sangre, carne y huesos, y barbudos.  Siempre se les muestra serios, adustos, rigurosos, pero eran hombres que gozaban con lo que hacían.  Ellos pusieron las bases fundamentales de una Ciencia, que se desdobla en el Materialismo Histórico y el Materialismo Dialéctico.

        Entonces, Carlitos, definió que era la FUERZA DE TRABAJO la esencia del proceso de lo que denominó la Teoría del Valor y que la FUERZA DE TRABAJO era una MERCANCIA tal cual como todas las mercancías existentes en el mercado capitalista.  Y que para poder comprender el Modo de Producción en su conjunto se debía empezar por analizar el elemento más pequeño de ese sistema y el elemento más microscópico era la mercancía ni más ni menos que la mercancía.

-Pero ¿y el Bloque Político de Estado, el Bloque en el Poder, el fascismo, y esa palabreja denominada ‘neoliberalismo’, las clases mantenedoras, el electoralismo, el obrerismo y todos los ismos?

-Tranquilein jhon wein, mire que con paciencia y salivita un elefante se tiró a una hormiguita.