¡¡¡TODO SUBE, MENOS LOS SUELDOS!!! ¿HASTA CUÁNDO AGUANTAMOS
TANTA MALA VIDA?
Cuando se haga el recuento del actual período, que se abre en 1986,
las futuras generaciones pensarán que quienes habitamos por estos tiempos la
formación social teníamos sangre de horchata.
Es como si la refundación social capitalista hubiese calado tan
profundamente en nosotros que ya tenemos inscritas en las dendritas las claves
secretas y profundas del Modo de Producción Capitalista, al decir del Compañero
Carlos Sandoval Ambiado. Y, como el
destino lo hacen los Humanos, sólo los Humanos lo pueden cambiar (Tiempo
Nuevo).
Tras las últimas elecciones presidenciales, en las cuales el bloque
en el poder, mediante la votación de los trabajadores y la pequeña burguesía, logró instalar a la candidata de
la nueva mayoría, que le asegura paz social para proseguir acumulando capital,
logran arribar a un momento en donde pueden superar la crisis de legitimidad
por la cual pasó el sistema de dominación en el ámbito de lo político. No es menor que el nuevo Bloque Político de
Estado se vea blindado por una representación política que otrora era parte del
Campo Popular.
Una vez más la negociación de la Mesa del Sector Público arroja un
sabor amargo. Desde el comienzo no hubo
convicción para lograr un guarismo mayor de aumento salarial. Todo indicaba que las representaciones
dirigenciales de las 14 Organizaciones en negociación estaban más preocupadas
de lo que será el 2014, es decir, NO hacer olitas al gobierno de turno de la
nueva mayoría. Excepción a la regla fue
la FENATS, sobre todo la de la VIII Región, quienes señalaron que sólo UNA
PARALIZACIÓN PROLONGADA podía dar lo que se exigía.
El alza del transantiago, de la bencina, de las cuentas de la
corriente eléctrica (que todavía tienen el terrible “cargo fijo”), y por
supuesto las consecuentes alzas que se avecinan producto de los
combustibles. Recordemos que la
inflación, aunque esté controlada, es otra forma de acumulación de capital para
el conjunto de la patronal. Nos
acostumbraron a sueldos miserables, nos fuimos acostumbrando a ser verdaderos
expertos económicos para llegar a fin de mes como señaló la Compañera Roxana
Miranda. Nos acostumbramos.
La Izquierda anticapitalista que no votó el 17 de noviembre bien
podría movilizar su trabajo territorial basado en la concepción del Poder
Popular. La Izquierda anticapitalista
que sí voto, desde y el Campo Popular, bien podría movilizar las fuerzas
acumuladas en torno a las alzas. Sin
embargo, sabemos que ambas no poseen la capacidad para realizar esfuerzos
reales para por lo menos cuestionar este verdadero flagelo que afecta a millones,
es decir, las alzas. Todo indica que
estamos muy lejos de una situación siquiera pre revolucionaria, más allá de los
anhelos de quienes quedaron obnubilados con el 2011. ¿No será el momento de la Unidad en la
Acción de quienes votan y quienes no votan desde y el Campo Popular para
enfrentar al enemigo común?
Fraternalmente,
ASAMBLEA POPULAR POR LA UNIDAD SOCIAL APUS.
¡VOTANDO O NO VOTANDO, LAS SOLUCIONES LAS ENCONTRAMOS LUCHANDO!
Diciembre
01 de 2013.
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