EL QUE NO LLORA NO MAMA
¡¡¡A PARAR LAS ALZAS PATRONALES!!!
¡Sólo
la lucha y la unidad nos harán libres!
Pasaron
las elecciones. Sabemos que el bloque en
el poder depósito su consenso en la candidatura de la dizque nueva mayoría, la
que le asegura “paz social” a lo menos por un año para proseguir acumulando sus
pingües ganancias. Veremos, como ya se
evidencia, un bajón de los conocidos “movimientos sociales”, del cacareado “’empoderamiento’”
del “ciudadanismo”, de la cacha de la espada, etc., que no fueron más que maquinaciones de la
concertación y sus nuevos socios para recuperar su espacio en el aparato
ejecutivo como grupo mantenedor del sistema de dominación capitalista. Aquellos estallidos sociales con raigambre
genuinamente popular no alcanzaron a cristalizar en un Proyecto
nacional-popular. Caso excepcional ha
sido el arduo y permanente trabajo de “Todos Somos Asamblea” que ha perseverado
en su iniciativa de articular formas democrático-populares en la mayor cantidad
de Territorios, frentes y sectores.
Pasaron
las elecciones. La negociación de la
Mesa del Sector Público una vez más demuestra el carácter de los dirigentes que
desde hace dos decenas vienen realizando la “honrosa” gestión de operar como
colchón social, como contenedores de las legitimas demandas de sus
representados. Comenzaron con la
rigurosa fórmula de exigir IPC + Crecimiento Económico, lo cual representa un
excelente parámetro para negociar. Sin
embargo, las últimas negociaciones han sido impresionantes desde el punto de
vista como es posible transar sin parar.
Con todo, la culpa no la tienen sólo los dirigentes, sino que en gran
medida recae en el conjunto de los Trabajador@s del Sector Público, quienes no
se movilizan. El ejemplo de la FENATS,
sobre todo de la VIII Región, debe ser el que motive a miles y miles: Sólo una
paralización indefinida permite lograr los objetivos trazados.
Pasaron
las elecciones. La Central “Unitaria” de
Trabajadores entregó su apoyo a la candidata de la nueva mayoría. La timonel de la central sindical declaró: “Tenemos
más coincidencias con el programa de la nueva mayoría”. Eso quiere decir que la CUT no quiere cambiar la
constitución política monopólica de 1980, no quiere luchar por renacionalizar
los recursos naturales, no quiere suprimir las AFP y las ISAPRES,
no quiere abolir la educación y la salud como elementos mercantiles, etc. Los mal pensados dirán: eso ya lo
sabíamos. Sin embargo, cada día se
devela más el papel que está jugando el referente que en antaño fuera parte del
Campo Popular.
Pasaron
las elecciones. Y los problemas quedan,
se profundizan, se aceran, se consolidan, se vuelven costumbre. La patronal otorga un aumento NOMINAL
de salarios para el sector público de un 5% y de inmediato financia ese “aumento”
con alzas en múltiples artículos, que repercuten en el ya precario nivel de
vida de millones. Es decir, hace recaer
en el conjunto de los explotados la “osadía” de pedir aumentos salariales. Es una señal de que son los propios
productores directos e indirectos los que han de financiar sus aumentos. Es un caso más de lo que sucede en el país de
los jaguares.
Pasaron
las elecciones. Sin embargo, es como si viviésemos
eternamente en elecciones, en ese mundo de fantasías y ofertones. Es como si el período 1973-1988 quisieran
invertirlo, preñándolo de “democráticas elecciones” que cambian todo para que
todo permanezca tal cual. Y, nos fuimos acostumbrando,
nos fuimos fragmentando, nos peleamos en el Campo Popular mientras el bloque en
el poder sigue intacto su obra refundacional pergeñada desde 1975. Nos obnubilamos con el 2011 pensando que el
Poder Popular está a la vuelta de la esquina, que ya pasamos nuestro 1905 y que
pasadas las vacaciones de 2014 –pues se sabe que en vacaciones no se hace la
Revolución- llegará el asalto al Palacio del Invierno, pero con 34 grados a la
sombra.
Pasaron
las elecciones. Llegaron las alzas, pero
nada importa, pues se acerca la navidad, siempre ha de jugar la selección de
futbol, la farándula tiene mejores potos y tetas, siempre morirá algún santo de
la TV o el cine, las teleseries se extenderán eternamente como las reformas,
contamos con las redes sociales para comentar y comentar la Realidad. En tanto, proseguiremos con nuestra división,
que por arriba o por abajo, que votando o no votando, que los trabajadores o
los pobladores, que los estudiantes no se unen a los obreros, que el modelo
chino-o-soviético-o-cubano, que la asamblea y no los partidos, que lo social no
se puede mezclar con lo político, etc.
Pasaron
las elecciones. Pasará diciembre y no
seremos capaces de coordinar una Jornada de Movilización en contra de las
alzas. Y, lamentablemente, el factor
fundamental que impide que esa movilización se verifique, ojalá en la mayor
cantidad de Territorios-Frentes-Sectores- no es el peso del conjunto de la
patronal y de su Estado. No. Son las diferencias del Campo Popular o del
Llano Social, al decir de Carlos Sandoval Ambiado. Son nuestras diferencias, pues si pudiésemos coordinar
una Jornada en donde cada Organización y No Organizado desarrollara distintas
actividades, según sus capacidades-actitudes-habilidades-fuerza, otro gallo
cantaría.
Pasaron
las elecciones. Por lo tanto, debemos “ir
a las masas” como decían los Antiguos y Antiguas.
Fraternalmente,
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA
CAD, Organización
que participa en la ASAMBLEA POPULAR POR LA UNIDAD SOCIAL APUS.
DICIEMBRE
03 DE 2013.
No hay comentarios :
Publicar un comentario