Leandro Torchio, 8 enero
2014.
¿El 2014 será un año de
movilizaciones o será un año de gracia para el gobierno del pacto Nueva
Mayoría?
Tenemos que aportar con
fuerza para que las movilizaciones sociales sigan siendo lo que configure, lo
que la siutiquería política ha llamado Agenda País.
Para esto necesitamos que
se conforme cuanto antes la unidad de los sectores populares que quieren
soluciones inmediatas a sus urgentes demandas, y que exigen que se implemente
una Asamblea Constituyente efectiva, y no la farsa que quiere hacer la “clase política”
chilena para cambiar la institucionalidad.
El gobierno de Bachelet, qué
duda cabe, es un nuevo gobierno del empresariado. Se conformara en función de
los intereses de la burguesía y de la burocracia de los partidos del pacto
Nueva Mayoría.
El gran empresariado es el
financista de Bachelet y del pacto. Por lo que es razonable pensar que es
determinante en las decisiones del futuro gobierno.
No tenemos nada que
esperar del nuevo gobierno. Para que existan cambios se necesita presionar
desde la oposición popular, que será la única oposición real, porque la de la
derecha tradicional será de mentira.
La gran tarea de estos
meses de verano es conformar espacios de unidad de los movimientos sociales en
lucha, y dentro de ello, espacios de unidad de aquellos que no creen que la
Concertación devenida en Nueva Mayoría será parte de alguna solución a las
urgentes necesidades sociales.
Tenemos que juntarnos
detrás de una agenda de movilización y de una plataforma de lucha, aquellos que
no votaron en las elecciones y aquellos que levantamos candidaturas claramente
opositoras al duo-polio neoliberal.
Unidad popular ahora,
agenda de movilización social ahora. No hay otro camino.
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