Camila Vallejo v/s Camilo Ballestero
Con “me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo”, termina el poema que Pablo Neruda le dedica al Partido Comunista Chileno. No es cualquier partido, es uno con una añosa tradición de lucha popular.
El partido más longevo del país, también es el más
“sellado” en el escenario de las izquierdas. No sufre los quiebres mensuales de
las organizaciones políticas de ese sector. Si tuviera que hacer un pequeño
trayecto en su devenir histórico, serían tres los grandes quiebres que ha
tenido en su historia. El quiebre de las fuerzas representadas por Manuel
Hidalgo al comienzo de los años 30, las purgas al reynosismo a mediados de los
años cincuenta y la emigración masiva a comienzo de los 90. También cabe
destacar, que aunque sus quiebres importantes han sido pocos, el éxodo de
militancia, comunales y grupos mayores a lo largo de su historia ha sido pan de
cada día, hasta el día de hoy. Pero a pesar de eso, cuenta con una militancia
férreamente disciplinada y con una lealtad ciega con su partido.
He denominado a este artículo Camila Vallejo v/s
Camilo Ballestero no sólo porque el título atrae mucho más que el contenido,
sino también porque ambos se encuentras en las antípodas al interior de la
familia comunista.
A primera vista, parecen dos gotas de aguas en su trayecto político. Ambos son jóvenes militantes de la jota y provenientes de la denominada “clase media chilena”. Protagonistas del movimiento estudiantil de 2011, siendo Camila presidente de la FECH [1] y Camilo de la FEUSACH [2] . Hoy, a los dos los tenemos como flamantes candidatos a ocupar un escaño parlamentario.
Pero su operar y sus dichos han demostrado las diferencias notables que existen entre una y el otro, desde su aparición en escena en el año denominado de las protestas.
A primera vista, parecen dos gotas de aguas en su trayecto político. Ambos son jóvenes militantes de la jota y provenientes de la denominada “clase media chilena”. Protagonistas del movimiento estudiantil de 2011, siendo Camila presidente de la FECH [1] y Camilo de la FEUSACH [2] . Hoy, a los dos los tenemos como flamantes candidatos a ocupar un escaño parlamentario.
Pero su operar y sus dichos han demostrado las diferencias notables que existen entre una y el otro, desde su aparición en escena en el año denominado de las protestas.
Camila, en el año 2011 se convirtió en el ícono más
importante del movimiento estudiantil chileno. Su truncada reelección como
presidenta en el 2012, fue más consecuencia de las operaciones de su partido
que de su responsabilidad particular. Su liderazgo tuvo que lidiar
constantemente contra el machismo comunicacional de la derecha y el machismo
cotidiano de la militancia de izquierda.
Constantemente ha dicho comentarios mediáticos
incómodos para la tienda comunista. Como “me duele un poco el estómago la
alianza con sectores democratacristiano”. Aunque su mensaje ahora es
distinto, hace un tiempo dejó claro que “ Jamás estaría dispuesta a hacer
campaña por Bachelet ni a llamar a los jóvenes a votar por ella”. No pensó
dos veces en criticar la condolencias de su partido a Corea del Norte ante la
muerte de Kim Jong II, costándole un gran reto por parte de los suyos.
Hoy con sus tres meses de embarazo, ha comenzado su
camino para convertirse en parlamentaria. Ojalá siga coherente con su perfil ya
mencionado y no aparezca en las fotos con las y los profundizadores del
neoliberalismo chileno. Su popularidad y cariño de la gente, no requiere de
ninguna señora ni de ningún político tradicional que la apoye en su campaña.
Ella nunca será el emblema de la revolución chilena, pero representa en cierta
medida a gran parte de la familia comunista.
Ballestero, en su pasada por la presidencia de la
FEUSACH, representó lamentables hechos para el movimiento estudiantil. Uno de
los más notorios fue la documentación encontrado en su sede, la cual tenía
carácter de instructivo con el objeto de bajar las movilizaciones.
En las últimas elecciones municipales, compitió por
la alcaldía de la comuna de Estación Central. Fue uno de los 8 candidatos
sujetos al pacto por omisión entre el PC y La Concertación, donde fue derrotado
por muy poca votación. En su campaña –para sacar provecho electoral– no dudó en
posar en fotos con los mayores profundizadores del modelo neoliberal en Chile.
Sin asco alguno se fotografió con Ricardo Lagos y Andrés Velasco entre otros.
Ya rompiendo todos los pronósticos del travestismo político, realizó –y sigue realizando– un roñoso guiño al mundo democratacristiano, paseándose con su camisa abierta, dejando mostrar una cruz que cuelga sobre su cuello.
Ya rompiendo todos los pronósticos del travestismo político, realizó –y sigue realizando– un roñoso guiño al mundo democratacristiano, paseándose con su camisa abierta, dejando mostrar una cruz que cuelga sobre su cuello.
Su perfil es el de un “soviético” al interior del
PC. Un soldado leal de las políticas y prácticas de su dirección. Representa
fielmente la carrera política de un militante al interior de su orgánica.
A diferencia de Vallejo, no creo que compita por un
cupo al parlamento, o en su defecto salga electo de la contienda electoral.
Pero sí estoy seguro que en el caso de que Bachelet sea presidenta, será el
primero en ponerse en la lista para ocupar un cargo público de mediana
importancia.
He tomado como ejemplo a Camila y Camilo, para
graficar los dos espíritus que deambulan al interior de la familia comunista.
Dos almas distintas, contradictorias, pero finalmente lealmente comunistas.
En este año de elecciones, los dos espíritus
tendrán su concordancia en las urnas. Los Teillier, Carmonas y Ballesteros
tacharán la alternativa de Bachelet. Los Cuevas, las Vallejo, y por qué no
decirlo, la gran mayoría de la familia comunista, tacharán la alternativa que
esté a la izquierda. La disciplina es una cosa, el silencio consecuente de la
urna, es otra.
He conversado con muchas y muchos comunistas de
base y en su mayoría me han trasmitido que bajo ninguna circunstancia votarían
por Bachelet en primera vuelta. Su tradición política está mucho más cercana a
una candidatura como la de Marcel Claude, que a la de la Sra. Michelle, quien
carga con la responsabilidad de aplicar la ley antiterrorista al pueblo
mapuches, cooptar y reprimir a los movimientos sociales y en general, seguir profundizando el modelo neoliberal bajo su mandato.
No siendo simpatizante de las políticas históricas
y actuales del PC chileno, a Camila le deseo lo mejor en su candidatura a
diputada por el distrito de La Florida. Estoy seguro que será una excelente
representante del movimiento estudiantil y las luchas por un Chile más justo en
el parlamento. A Camilo, le deseo lo mismo que a la Concertación, cosa que no
puedo expresar, para no pecar de grosero.
Marco Álvarez es miembro de Libres del Sur (N. B.
del CAD: este último grupo apoya la candidatura presidencial de Marcel Claude).
[1] Federación de Estudiantes de la Universidad de
Chile.
[2] Federación de Estudiantes de la Universidad de
Santiago de Chile.
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