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martes, 29 de marzo de 2011

11 DE ABRIL: REFLEXIONES DE LA MOVILIZACIÓN.

De la crisis cíclica a las crisis permanente

O la estúpida levedad de elegir entre los lobos y las hienas

Lo importante no es cambiar el collar, lo digno es dejar de ser un perro


Hoy, como nunca es necesario determinar qué lugares o actividades de nuestra sociedad están en estados de crisis, su durabilidad y permanencia, a cuanta gente afecta, sus posibilidades reales de solución, si existen herramientas sociales capaces de enfrentarlas , si existen condiciones objetivas y subjetivas de tener un capital social humano más maduro que involucre al resto de los ciudadanos en la búsqueda de soluciones, porque en definitiva  el neoliberalismo Pinochetista-Concertacionista nos ha incorporado a una mecánica social en que las  crisis y contradicciones son permanentes y de forma cada vez más profunda y sobre todo de una increíble pluralidad de dimensiones que afecta a todo la sociedad, aunque por estar mirando la televisión nos perdamos el espectáculo irrepetible del desaparecimiento de muchas maravillas de nuestro país, como por ejemplo bosques milenarios, hielos eternos, etc.

Se puede decir con un alto grado de certeza que no existe aspecto de la sociedad que no tenga incorporado el signo de la crisis, de la incertidumbre, de la contradicción, del peligro para la convivencia, ya que nos encontramos en Chile con una organización de la sociedad que es la expresión más brutal de la dominación del gran capital especulativo sobre el resto de la sociedad y es particularmente nuestro país él que, con este modelo de forma específica de dominación, instalado en también condiciones específicas, es capaz de resultados que abren los apetitos de todos los poderes económicos con hambre insaciable de acumulación rápida, lo que nos convierte en la experimentación periférica para iluminar al centro y por ello podemos convertirnos en serios aspirantes a la OCDE como premio a esta decisión política de ser laboratorio social.

Para comenzar un largo paseo por la realidad de nuestro Chile en crisis permanente es indudable nuestra inserción en la crisis del calentamiento global, que por razones geográficas comienza a tener efectos definitivos en nuestro territorio, como por ejemplo la desaparición programada de los hielos eternos de nuestro sur, si a ello le agregamos los esfuerzos persistentes de autoridades nacionales con respecto de nuestros recursos para que las grandes empresas internacionales se hagan de esta riqueza en el menor tiempo posible como el cobre, la privatización del mar y su deterioro en su fauna por sobreexplotación, la explotación irracional de los bosques, de la energía, del agua que está privatizada , la crisis alimentaria que se proyecta por efecto de las contradicciones de los productores con el poder financiero y las políticas monetarias del gobiernos al servicio del gran capital, la desertificación, la calidad del aire en diferentes ciudades del país.

Podemos deducir que en los aparatos de decisión se carece de una ética medio-ambiental y se quiere tener una actitud de dominio avasallador sobre la naturaleza desconociendo nuestra dependencia de la naturaleza y la absoluta necesidad de una sociedad con capacidad de planificación que no contiene el modelo por su carácter depredador.

Otra arista de la crisis es la situación del cobre como el sueldo de Chile como lo denominó el Presidente Allende. Las empresas extranjeras han invertido en Chile desde el año 1973 adelante, desde Pinochet y durante la Concertación la suma de 19.000 millones de dólares y solo desde el 2003 al 2008 (solo en cinco años) se ha llevado sobre los 80.000 millones de dólares, siendo una brutal depredación de la principal riqueza nacional con la complicidad del la dictadura y ahora de la Concertación.

*Existe
crisis grave en la educación, que en los términos del modelo no tiene solución.

*Las contradicciones con el pueblo mapuche se agravan por la ausencia de políticas que incorporen a los propios afectados a la búsqueda honesta de soluciones y entregarse al viejo estado represor.

*La crisis de participación, de negociación colectiva donde solo un 6% de los trabajadores chilenos tiene este verdadero privilegio. Se erosiona el rol de intermediación de las organizaciones subalternas de la sociedad.

*La crisis de la democracia, que llega a su expresión superior pero no la máxima (es un oxímoron).

* La crisis de la producción intelectual, que cuenta hoy con un participante que tiene un rol exagerado, que es el intelectual subvencionado o rentado, que también incorpora en esta categoría a los políticos privatizados, que en conjunto tratan de homogeneizar y concientizar al conjunto de la sociedad para su aceptación inhibiendo la crítica,

Se puede compilar un tratado del conjunto de hechos que confirman la idea de que vivimos en un estado de crisis permanente, que su solución está determinada por un conjunto de factores que no está en manos del mundo político dominante y su explicación básica y elemental es por que asumieron una ideología teocrática del papel del mercado. Pero también es necesario acusar el profundo cambio del carácter de la política de nuestras elites a un estado de total minimalismo y farandulización, que tiene la intención de evitar la discusión de fondo, seguir discutiendo por las ramas, en definitiva reconstituir sobre lo mismo para que siga todo igual, evitar que se siga decayendo pero nunca que surjan transformaciones, aunque una crisis propone por si transformaciones que dependen de la capacidad cultural, política y orgánica de las clase involucradas en el daño que significa la crisis. Se vive el viejo pero innegable escenario de los que quieren transformaciones y los que quieren preservar el orden existente, llamado “vulgarmente la lucha de clases”.

En definitiva nos encontramos en una realidad patética, se impone la estúpida levedad de elegir entre los lobos y las hienas, entre una derecha claramente pinochetista y una derecha cínica, pero que mediáticamente son mostradas como únicas alternativas.

Hugo González González, integrante del Comando por los Derechos Sociales y Populares.
El Bosque, 29 de marzo de 2011.

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