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viernes, 15 de marzo de 2013

CHILE, PARO GENERAL CÍVICO Y PRODUCTIVO: UNA PROPUESTA DE TRABAJO...¡LA LUCHA CONTINÚA!



Lo que impedirá que este proyecto político popular se transforme en un proceso mecanicista y sin mayores perspectivas, será la real y honesta decisión de la franja más politizada y consciente del MP de disponer todas sus fuerzas y empeño en una dinámica ascendente de acumulación de fuerza político-social, evitando siempre la unidad de tipo ‘suma 0’ y antes bien bregando por una generosa integración que potencie la organización y toda lucha que llevemos adelante. Además, será necesario aplicar sobre la marcha las correcciones adecuadas para dotar de centralidad al decurso de la estrategia, facilitándose ello si apelamos al recurso de tácticas que sean simples, que integren todas las capacidades disponibles y con las que sean relativamente fáciles de alcanzar los objetivos propuestos...


¿Y DESPUÉS DEL 27F Y DEL 11M, QUÉ?:

¡A EXTENDER Y A CONSOLIDAR EL TSUNAMI POPULAR!


Permítasenos parafrasear al Maestro Luis Vitale para dar el título a este breve ensayo, el cual sólo pretende ser una propuesta a socializar, analizar y discutir por el conjunto de la Izquierda Anticapitalista, los demócratas consecuentes y los genuinos progresistas; es decir, por quienes aspiran a construir el Reino de la Felicidad, superando el actual de la Necesidad.
         
El proceso de coordinación de diversas organizaciones, las que representan a variados sectores sociales y políticos en las principales ciudades, y que viene operando desde mediados de 2012, específicamente desde julio, puede y debe dar un salto cualitativo hacia niveles superiores de compromiso, transitando desde las acciones más sencillas a las más complejas y en donde el trabajo sea el raso para nuestro avance. Debemos levantar y construir al calor de la lucha los gérmenes del contrapoder de los explotados y excluidos, herramientas con las cuales efectivamente el pueblo y sus sectores de avanzada podrán, de una vez por todas, romper con el maniqueísmo político actual de ‘alianza o concertación’. A todas luces, este proceso no será un mero recambio por ‘arriba’, sino que implicará la construcción de una alternativa popular, democrática, nacional y revolucionaria, para los pueblos y los trabajadores de Chile.

En el transcurso de este arduo y largo camino deberemos: recomponer, extender y organizar a niveles superiores el tejido social en los territorios populares; agitar, profundizar y politizar todas y cada una de las demandas del pueblo y los trabajadores; integrarnos en la dinámica iniciada a fines de 2010, de alza del Movimiento Popular (MP), para, desde esa arrolladora marea, arrastrar a los desorganizados y a los vacilantes; integrar y sintetizar dialécticamente todas las demandas sociales y políticas populares; apuntar a la construcción de la Soberanía Popular en todos los planos, haciéndola patente en cada una de las prácticas políticas de la clase. En definitiva, preparar las condiciones para arribar a una Nueva Sociedad, prefigurándola desde el presente mediante el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y de la Naturaleza; sustentada en el Poder de las Mayorías, de ejercicio sin cortapisas de la Soberanía Popular; potenciando toda práctica política que permita resolver a su favor las demandas y aspiraciones de los trabajadores y del pueblo en su lucha contra sus enemigos de clase, entendiendo a su vez que esa práctica debe contener un efecto liberador, puesto que estamos convencidos que ya es tiempo que practiquemos la ‘política’ en su otra conceptualización, aquella que designa una orientación y una práctica que acompaña, como servicio, a la producción de poder del pueblo; a la producción de poder popular alternativo. Finalmente y no menor, debemos desde ya exponer con evidencias irrefutables los beneficios para las grandes mayorías que brindará una planificación racional del aparato económico y la posibilidad cierta de la justeza en la distribución de sus frutos.

L@s que luchan debemos ponernos en guardia frente a variados elementos que complican o que harán cuesta arriba el proceso de reorganización del MP y las luchas que ya se están desplegando. Centralmente, se refieren a los resultados del actual patrón de acumulación, los que reflejan la fortaleza del mismo y que al mismo tiempo demuestran que la ‘crisis del capitalismo’, con que profusamente se nos amenazaba hasta hace poco, no es tal: la economía chilena creció 6,7% en enero 2013 (IMACEC del BC), respecto de igual mes de 2012,[1] dando pie a que el Central espere un crecimiento del PIB para el año recién pasado de un 5,5%, mientras que el de este año se acercaría a un 5%;[2] la Inversión Extranjera Directa (IED) materializada en Chile durante 2012 alcanzó un equivalente superior al 10% del PIB y el nivel más alto en su historia;[3] estimularon también la IED de 2012 las fusiones y adquisiciones de empresas efectuadas o promovidas por capitales extranjeros, las que en gran parte se concretan dentro de nuestras fronteras y no forman parte de traspasos efectuados en el exterior;[4] las inversiones efectuadas en 2012 por grupos monopólicos internos aumentaron en un ¡801,6%!;[5] el desempleo cayó hasta quedar en una tasa de 6,0% en el trimestre móvil noviembre-enero, la cifra más baja alcanzada durante el actual gobierno.[6] Sería lato recordar aquí las considerables ganancias obtenidas en el último tiempo por los grandes capitales monopólicos de la banca, la industria, el comercio y los servicios, además del crecimiento constante de la demanda interna, siendo más productivo que tales cifras sean cotejadas en los medios públicos.

Otros factores que dificultarán de alguna manera el avance popular, ahora desde los ámbitos político-social e ideológico, serán: el desgaste del Movimiento Estudiantil (ME), el que tras dos años, bastante épicos eso sí, no ha logrado avanzar más allá de la instalación de la temática educacional y el cuestionamiento de la educación de mercado heredada de la dictadura. Este proceso de deterioro del ME se ha evidenciado en la baja cuantitativa que sufrió durante 2012, con la deserción de grandes contingentes de universitarios y en que, hasta hoy, no logra remontar su incapacidad de cristalizar una dirección unitaria y ampliamente reconocida entre los movilizados de los distintos niveles educativos, esto último a despecho de que las direcciones de las instancias naturales estudiantiles hayan sido ampliamente conquistadas por la izquierda ‘inquieta’. Otra determinante que dificulta y que hará más difícil el ascenso del MP, es la persistente actitud de apatía y desinterés político del conjunto de los trabajadores, la que se ha expresado en la ausencia de ellos en gran parte de las últimas movilizaciones territoriales y sectoriales, y cuyo ejemplo más patético ha sido su inacción, salvo honrosas excepciones, frente al reciente asesinato de un dirigente sindical, crimen que en otra época hubiera significado una inmensa ola de protestas. A las claras, estas situaciones nos demuestran que hay mucho trabajo político-ideológico por hacer al interior de los ‘motores’ de la revolución. Finalmente, otra situación compleja de sortear por el MP serán las elecciones de noviembre, en términos que tal coyuntura, ajena a un MP intransigente como se requiere, drenará recursos y esfuerzos de algunos sectores organizados dentro del campo popular (que validan la vía electoral), todo lo cual requerirá mucho criterio y amplitud para tratar que la apuesta electoral no incida negativamente en el avance del pueblo y los trabajadores.     

Todos estos adversos factores, vistos desde este lado de la brecha, nos muestran meridianamente que el sistema de dominación y explotación en Chile goza de muy buena salud. Ante ello, se hace evidente lo imperioso de que nuestra estrategia se oriente, prioritariamente, al cuestionamiento de las bases materiales de un sistema que se mantiene y reproduce gracias a la súper explotación y la marginación de ¾ partes de la población, exponiendo lo que es la verdadera y permanente ‘crisis’: la de los de abajo. Asimismo, la realidad nos urge al despliegue de una política orgánica y programática lo más amplia posible, en la cual se integren acciones en los diversos planos del enfrentamiento clasista y que permita la síntesis de los esfuerzos de todas las organizaciones político-sociales en pie de lucha, activando de paso a nuevos sectores de la formación, los más rezagados. La estrategia de lucha que proponemos debe resaltar el plano ideológico, puesto que, para lograr su apoyo, hoy debemos apuntar sobre todo a la subjetividad de los explotados.

         La Propuesta es simple, y por ello encierra su contrario. Llamamos a  fortalecer y a consolidar todo lo construido y avanzado hasta hoy por las diferentes fuerzas sociales, políticas, estudiantiles, de pobladores, de la diversidad sexual, de trabajadores, del Pueblo-Nación Mapuche, de los jubilados, de los migrantes, quienes, en la práctica, están superando esas falsas y nocivas dicotomías que hablan de que lo social no se puede mezclar con lo político, esto con lo sindical y un largo etcétera, y que las más de las veces conducen a trabajos exclusivistas, acaudillados y que sólo tienden a fortalecer el sistema de dominación. Hablamos de profundizar la autonomía político-ideológica del pueblo respecto del Bloque Político de Estado y de las prácticas políticas de éste, alentando antes bien todas aquellas prácticas que conduzcan al fortalecimiento de su contrapoder. La nuestra es una propuesta orientada a la unidad y la federación, a la convergencia y la conexión de los múltiples trabajos, a la sinergia obtenida al politizar y dar un carácter transversal a las luchas sectoriales, integrando todos estos afanes en una perspectiva de trabajo colectivo de mediano y largo aliento.

         Es una propuesta ambiciosa la nuestra, pero si damos los pasos necesarios para su consecución, lo que equivale a que el MP y las fuerzas políticas más consecuentes de la izquierda pongan en práctica de manera unitaria y efectiva todas las tareas y los esfuerzos expuestos más arriba, ella nos puede permitir avanzar cualitativamente no sólo en lo táctico, sino que también en lo estratégico. La resumimos así: 

“ACUMULAR Y AVANZAR AL PARO GENERAL CÍVICO Y PRODUCTIVO”

         Que en cada Población, Comuna, Provincia y Región, se constituyan instancias organizativas que permitan que la voluntad, el ánimo, la convicción y el trabajo de los militantes, de los activistas, de los no organizados, se puedan integrar y potenciar con miras a un Objetivo Central:
INTEGRAR Y DESPLEGAR TODOS LOS ESFUERZOS POLÍTICO-SOCIALES EN CIERTAS COYUNTURAS, DE MARZO A SEPTIEMBRE DE 2013, ACUMULANDO LA SUFICIENTE FUERZA SOCIAL POPULAR PARA LOGRAR IMPLEMENTAR EN OCTUBRE DE 2013 UN PARO GENERAL CÍVICO Y PRODUCTIVO, el cual coloque en el tapete un PLIEGO DEL PUEBLO, elaborado con antelación y acordado ampliamente.[7] En este conjunto de las demandas de los pueblos y los trabajadores de Chile, se deben resaltar aquellos reclamos que sean comunes y atingentes a todos los sectores, frentes y territorios, y a las que se deben incorporar, en cada escenario más delimitado, aquellas de carácter específico y más locales. Asimismo, es vital que explicitemos por todos los medios y formas posibles que para la resolución de todas esas demandas, en el marco de una sociedad de clases como la nuestra, se requiere de un MP capaz de disputarle con éxito el poder político a sus enemigos de clase en todos los planos, en donde ese Paro General es un momento crucial pero no el final. Antes bien, su cristalización demostraría la capacidad real del MP de avanzar hacia niveles superiores en la construcción de su propio poder.

            Lo que impedirá que este proyecto político popular se transforme en un proceso mecanicista y sin mayores perspectivas, será la real y honesta decisión de la franja más politizada y consciente del MP de disponer todas sus fuerzas y empeño en una dinámica ascendente de acumulación de fuerza político-social, evitando siempre la unidad de tipo ‘suma 0’ y antes bien bregando por una generosa integración que potencie la organización y toda lucha que llevemos adelante. Además, será necesario aplicar sobre la marcha las correcciones adecuadas para dotar de centralidad al decurso de la estrategia, facilitándose ello si apelamos al recurso de tácticas que sean simples, que integren todas las capacidades disponibles y con las que sean relativamente fáciles de alcanzar los objetivos propuestos.

            Proponemos, entonces, las siguientes coyunturas como nodos de una estrategia de acumulación de fuerza social popular para el período:

1.    Durante marzo, la ya ampliamente difundida Protesta Popular por la Soberanía y la Justicia Social, del 11M y su continuidad con el Día del Joven Combatiente, el 29. Secundariamente, aunque no menor: la última semana de marzo y 1ª de abril, levantar la Salud como un derecho; desde la 2ª semana y hasta fines de abril, centrarnos en la Seguridad Social y por el fin del sistema de AFP. También, alrededor del 22 de abril, Día Mundial de la Tierra, efectuar movilizaciones como la Marcha del Agua, la que ya se está organizando en algunas zonas;
2.    Hacer del 1° de Mayo no una fiesta o un día de descanso, sino una jornada de combate en las calles del país, con o sin la venia del sindicalismo domesticado y al contrario, resaltando el papel de un sindicalismo ofensivo y clasista. Alrededor de dicha jornada, debemos destacar la lucha en contra del trabajo precario y subcontratado, del sistema de AFP, por un sueldo mínimo no menor a $350 mil y un largo etc. Además, durante el mismo mes, cabría desarrollar movilizaciones frente a la cuenta presidencial del 21 de mayo;
3.    En junio, generar una extensa Movilización en torno a la Demanda por una Educación Gratuita, Pública, de Calidad, Financiada y Democrática, sobre todo alrededor del 26 de Junio de 2013, fecha del natalicio del Compañero Salvador Allende;
4.    Movilizarnos con todo en torno al 11 de Julio, Día de la Dignidad Nacional, destacando la urgente necesidad de renacionalizar todas las riquezas naturales y con sus frutos mejorar la educación, la salud, la vivienda, la previsión y la seguridad sociales, impulsando el llamado a reorientar el rol del Estado desde lo subsidiario a uno productor;
5.    A 40 años del golpe del 11 de Septiembre del “73, a desplegar un inmenso movimiento social que apunte al desmantelamiento de todo el ordenamiento económico y jurídico-político derivado de la refundación capitalista durante la dictadura militar, cuyos efectos nos penan hasta hoy. Además, debemos profundizar la agitación en demanda de verdad y justicia para todos los atropellos a los DDHH cometidos en dictadura;
6.    Para octubre, pudiendo ser los miércoles 16 o 23 de éste mes, convocar a una gran jornada de Paro General Cívico y Productivo. Tan importante coyuntura debe ser preparada desde ya, dando vida a los Coordinadores Locales, Regionales y Nacional al efecto, los que vayan entrelazando las luchas y las organizaciones de cada nivel. El éxito de dicha coyuntura, con toda seguridad, abrirá paso a una nueva etapa en la lucha de los pueblos y los trabajadores de Chile por su liberación.

         Lanzamos la presente propuesta para que sea debatida amplia y extensamente por tod@s l@s que luchan consecuentemente por la emancipación de los explotados y oprimidos de nuestra formación, proceso en el cual podremos aterrizarla, darle un adecuado sustento y ponerla a punto en todos sus aspectos operativos. Nos asiste la seguridad que existen las más que suficientes condiciones objetivas para que el MP se proponga importantes combates, como lo sería un Paro General, aunque todo indica que es en el plano subjetivo donde tenemos que centrar gran parte de nuestros esfuerzos para que dicha jornada, y todas las luchas que despleguemos, sean asumidas por el conjunto del pueblo.


¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!


Fraternalmente,


ASAMBLEA POR LA SOBERANÍA Y LA JUSTICIA SOCIAL
MARZO DE 2013


[1] Impulsada principalmente por la minería, los servicios y el comercio.
[2] El BBVA Research elevó su proyección de crecimiento 2013 desde 4,5% a un 4,8% (latercera.com, 14/02/13).
[3] Con un total de US$28.152 millones. El sistema muestra su fortaleza, cuando sabemos que 2/3 partes de esa inversión corresponden a reinversión de utilidades.
[4] En 2012, alcanzaron en total a US$12.746 millones, muy superior a las sumas anotadas los dos años anteriores.
[5] Destacando entre ellas, las concretadas por CENCOSUD, del grupo Paulmann, y CORPBANCA, del grupo Saieh, en Colombia. La primera, hará inversiones por US$ 731 millones en 5 países en 2013 (emol.com/tag/985/empresas)
[6] Aunque se pueden cuestionar los conceptos y parámetros utilizados por esta encuesta del INE, ellos se mantienen constantes desde 2010, período en que no obstante el desempleo presenta una baja consistente. Nótese que ‘Asalariados’ continuó siendo la categoría que impulsó el aumento de los ‘Ocupados’ en doce meses, con un avance de 3,2%.  
[7] Cuyo punto de partida puede ser lo inscrito en la convocatoria para la Protesta Territorial Popular del 11/03/13.

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