CONCEPCIÓN EN
MOVIMIENTO DENUNCIA Y CONDENA LA CRIMINALIZACIÓN DE LA DEMANDA SOCIAL POR PARTE
DEL GOBIERNO DE LA NUEVA MAYORÍA Y LA DERECHA
En Concepción, a 7 de octubre de 2014
AL PUEBLO Y A LOS TRABAJADORES DE LA PROVINCIA DE CONCEPCIÓN Y AL
MOVIMIENTO POPULAR CHILENO
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
Nuestra
organización denunció, el 15 de septiembre pasado, el dictatorial proceder de
la autoridad política de la provincia de Concepción, encabezada entonces por el
gobernador (s) Jorge Cáceres y su jefe de gabinete Lautaro Benítez, quienes
autorizaron la brutal represión con que fuerzas especiales de carabineros actuaron
sobre cientos de personas, quienes, legítimamente, nos manifestábamos a fin de
rememorar los 41 años del fatídico golpe de Estado. Asimismo, declaramos
nuestro repudio frente a la bestialidad policial y exigimos que respondieran
por ello el jefe de la prefectura de carabineros penquista, coronel Carlos Pereira
y el encargado de la 5a comisaría de FFEE de Concepción, mayor Hernán Flores.
No
obstante, debemos anotar que esa cruel represión no fue un hecho aislado. Desde
comienzos de septiembre y a lo largo de todo el país, hemos asistimos a un
proceso de criminalización y de aplastamiento de toda forma de demanda o
protesta social. Qué cinismo y qué descaro el de la autoridad política, que
asegura que es lo mismo la acción de aquel que pone una bomba, sin medir sus
consecuencias políticas, que la justa demanda de aquel que reclama por mejorar sus
malas condiciones de vida. Desde el oficialismo se ha comenzado a calificar de
‘peligroso’ y hasta de ‘terrorista’ a aquel que lucha por contar con educación
y salud gratuitas y de calidad, con viviendas sociales adecuadas y dignas, porque
haya justicia en los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado durante la
dictadura cívico-militar y hasta hoy, por oponerse a una legalidad laboral que
permite la precarización y la extrema explotación de los trabajadores, por resistir
la opresión y la criminalización estatales en contra del pueblo Mapuche. Es
más, hoy por hoy la Nueva Mayoría, con o sin la presión de la derecha, coloca a
todos los anti-sistémicos en la misma bolsa y decide que todos ellos deben ser
pisoteados y considerados seres inferiores, sin derecho de ninguna especie,
atentando de paso con los derechos civiles de toda la población.
Actualmente,
producto del clima de terror creado por los representantes de los dos bloques
políticos reinantes y por la prensa en manos de unos pocos monopolios
informativos, se avanza en la aprobación de medidas y de leyes propias del
obscuro período dictatorial: escuchas telefónicas, formación de agentes
encubiertos (con apoyo del FBI), capacidad operativa de la ANI, endurecimiento
de la legalidad anti-terrorista, seguimiento de sospechosos sin orden de un
tribunal competente, etc., etc. Con ello, se está relativizando el respeto de
los derechos civiles y políticos, individuales y colectivos, que se supone protegen
nuestra libertad; se está conculcando injustificada y crecientemente, por parte
del poder político, el derecho que tenemos todos los ciudadanos para manifestarnos
y hacer ver nuestros reclamos y nuestra legítima protesta frente a tanto abuso.
En síntesis, se está coartando nuestra posibilidad de participar plenamente en
la vida civil y política de nuestro país en condiciones de igualdad y sin
discriminación. De tal manera, la Nueva Mayoría y la derecha desconocen la Carta
Internacional de DDHH y todos los convenios que dicen relación con la defensa
de estos.
El
discurso y las acciones de las autoridades políticas en estas semanas, del país
y de nuestra zona, están vulnerando los derechos civiles que incluyen la
garantía de la integridad física y moral, la seguridad de las personas, de sus domicilios
y de las comunicaciones; la protección contra la discriminación originada en
cualquier condición personal o social. Están conculcando los derechos
individuales, entre ellos los de libertad de pensamiento, de expresión y de
prensa, junto con los derechos de participación en la vida civil y política, de
petición, el derecho de reunión y manifestación, el derecho de asociación, etc.
Estamos asistiendo al menosprecio de las garantías procesales; por ejemplo, cuando
a los detenidos ilegalmente por lo del ‘11’ se les impidió recibir asistencia
oportuna, representación y defensa jurídica.
Por
ello, ¡Basta ya de criminalizar la protesta social! ¡Basta ya de llamarnos ‘delincuentes’ y ‘elementos provocadores’! Nos asiste todo el derecho al pueblo y los
trabajadores a aumentar la presión social para que sean respetados nuestros
derechos básicos y los propios de una democracia; para que funcionen los
mecanismos legales que impidan que un funcionario, civil o policial, haga lo
que quiera con los manifestantes que ejercen su derecho a expresar pública y
masivamente sus demandas.
¡A RECUPERAR TODOS LOS DERECHOS
PARA EL PUEBLO TRABAJADOR!
CONCEPCIÓN EN MOVIMIENTO
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