CARTA A CORINA MALUENDA EN
SU CUMPLEAÑOS NÚMERO 45
Hoy mi hermana Corina
cumple 45 años. Quisiera pedir a todos los que les llega los casos de bebés
robados en dictadura que compartan esta carta. Tal vez le llegue a mi hermana,
esa bebe de 3 meses, robada por militares y Carabineros, en octubre de 1973, desde el hospital de Ovalle.
Querida hermana,
han pasado ya 45 años
desde que nos dejaste. Tu padre Eliecer estaba siendo torturando y en calidad
de incomunicado en el regimiento Arica el día que te llevaron. Nos entregaron
un cadaver, cuyo ADN no fue “Maluenda” y tus ropas tejidas por tu mamá Sílvia,
con espinas a la manera Diaguita, sacadas del ataúd, no eran tuyas. Desconozco
quien es ese bebé muerto que estuvo enterrado por más de 40 años y que fuera
cambiado ilegalmente de tumba el año 1979, poco tiempo después que nos
obligaran ir al exilio a Alemania. Espero que ese bebé desconocido al menos
haya muerto por causas naturales. Alguien te hizo desaparecer, como el general
Cheyre hizo desaparecer a la guagua Lejderman, después que sus padres fueran
ejecutados en su casa con la guagua en brazos, en diciembre de 1973. Si, es el
mismo general que torturó en la comisaría de Ovalle y en el regimiento de
Arica, en ambos lugares donde estuvo tu papá detenido. Él estuvo ahí en Ovalle
en los mismos días que desapareciste. Sospecho que alguien te llevó a Colonia
Dignidad. Desde Colonia Dignidad secuestraron y salieron bebés.
Conocido es el caso de Efraín Morales Norambuena, secuestrado a los 2 meses de edad durante más de 36 años en Colonia Dignidad. Coincidentemente, en el expediente del ministro en visita Jorge Zepeda, el mismo general Cheyre consta en documentos Villa Baviera como “visita de cortesía” de ese lugar y como miembro de del ejército (Archivador I, Anexo N). Tenemos otras fuentes, que por seguridad por ahora no te quiero contar por este medio, que fuiste a parar a Holanda o Bélgica, lugares cercanos a Alemania, hacia donde viajaban los jerarcas de Colonia Dignidad sin control alguno por los funcionarios de aduana. Tu familia biológica, nosotros, vivimos 10 años en Alemania en el exilio. Visitábamos amigos chilenos exiliados en todo Europa, también en Holanda y Bélgica. Tal vez nos topamos, tu y yo, algún día, tal vez pasaste por al lado de un niño moreno en el pasillo de esos viajes en tren interminables. Tal vez ese niño se parecía a ti. Tu madre, tu padre te buscan, sin cansancio. Solo ayer declararon nuevamente ante un abogado. Te cuento que no fue fácil encontrar abogado para tu caso, ni siquiera ponían precio por tu caso, no sé si por rechazo, indiferencia o posiblemente por temor. También estuve buscando por meses a tú médico. Si, esa misma doctora que te recibió en el hospital y que le propuso a mi madre que te dejara, sin siquiera estar enferma. “Anda tu tranquila hacer trámites por tu marido, yo te cuido a la bebe acá en el hospital, estará segura”, le dijo cuando la despedía en la puerta del hospital. Fue la misma médico que llegó gritando que te habían matado, se abrazó a nuestra joven madre y a la vez le insistía que nunca más se hablara de ello, “tu familia puede correr peligro si lo dices”. Después dos Carabineros entregaron el supuesto cadaver tuyo en las manos de tu mamá, “tiene prohibido velarla, es hija de subversivo”. Ese cadaver que no tiene nuestros genes. Tardé casi un año en encontrar la dirección de la doctora, algo que la PDI no pudo. Tal vez le faltan recursos a la policía, quien sabe. Mamá dice que tiene miedo que investigue tanto, pero el temor a no encontrarte es más grande. Anduve por varios comunas de Santiago golpeando puertas de direcciones falsas, que en algún momento había dado la médico, “acá no vive, no la conocemos, quien dijo que busca”. Pero cuando finalmente la encontré, fui con mi madre y le negó la entrada. Posteriormente insistí muchas veces, “está en la playa, acaba de irse, hoy no regresa, nadie contesta el citofono”. Estaba tan solo a una puerta de la verdad. Soy médico, y con cada año que avanzaba en la universidad, más aprendía y más extraña me parecía toda la historia de tu supuesta muerte. Ahí en ese lugar comenzó mi duda, donde justamente se inició tu historia, el hospital. Quería contarte la historia de tu búsqueda, para que sepas que tu familia, tu madre, tu padre, tus hermanos no te han olvidado. Espero no estés enojada creyendo otra cosa. Mamá desea mucho volverte a ver, teme tu reproche si. La tranquilizo porque sé que tu no serás así con ella. Es una viejita muy tierna sabes, tiene gallinas, las cuajes conoce por su nombre, “la negrita, la plateada, la cojita” y las gallinas se mueren de viejas, porque es incapaz de matarlas. Sabes, aún sigue tejiendo con espinas de cactus, como cuando te hacía tu ropa de bebé. Papá es un gran luchador, tiene varios oficios que aprendió con la vida, desde carpintero, a obrero fábrica, comerciante, colectivero y ahora campesino. Hace unos años se tituló en la universidad. Imagínate! El supo de tu supuesta muerte recién al mes después. Mamá le dio la noticia en la carcel. El guardó silencio esas vez, algo que conserva hasta hoy y que le admiro. Tal vez la historia, la que te contaron tus padres adoptivos, no te cuadra del todo. Tampoco la piel debe ser la misma. Seguro también tienes otro nombre. Pero se que algo debes intuir. La tierra y la sangre llama, dicen los abuelos sabios de nuestro pueblo natal, cerca de Ovalle. No tengo ningún recuerdo tuyo. Yo era apenas un poco más grande que tú. Pero tengo una imagen, una foto, es la única foto tuya, de tu bautizo. Hicimos un retrato como serias actualmente. Créeme, te pareces mucho a tu mamá y a tu papá, también un poco a tu hermana mayor Yasna. Tu hermano Alexis mayor vive en Austria y seguro vive más cerca de ti. Es muy chistoso, te vas a reír mucho con él. También intenta buscarte desde allá. Mamá dice que que solo desea verte una vez en su vida, que si fuera necesario, incluso a distancia aunque sea, porque le preocupa no perturbar tu tranquila vida. Llora mucho, pero de noche, para que nadie se preocupe. Quiere saber que estás bien y ante todo, feliz. Te envío hoy parte del abrazo que te daré cuando nos veamos por primera vez. Te aviso, será un abrazo largo, por 45 años que se nos ha negado. Entonces hoy en tu cumpleaños, hago circular esta carta, para que ojalá te llegue. No se como, no se hacia donde, pero confío en que se puede. Porque a pesar de todo el dolor, a veces la magia decide abrirse paso y permite que se asome lo imposible.
Conocido es el caso de Efraín Morales Norambuena, secuestrado a los 2 meses de edad durante más de 36 años en Colonia Dignidad. Coincidentemente, en el expediente del ministro en visita Jorge Zepeda, el mismo general Cheyre consta en documentos Villa Baviera como “visita de cortesía” de ese lugar y como miembro de del ejército (Archivador I, Anexo N). Tenemos otras fuentes, que por seguridad por ahora no te quiero contar por este medio, que fuiste a parar a Holanda o Bélgica, lugares cercanos a Alemania, hacia donde viajaban los jerarcas de Colonia Dignidad sin control alguno por los funcionarios de aduana. Tu familia biológica, nosotros, vivimos 10 años en Alemania en el exilio. Visitábamos amigos chilenos exiliados en todo Europa, también en Holanda y Bélgica. Tal vez nos topamos, tu y yo, algún día, tal vez pasaste por al lado de un niño moreno en el pasillo de esos viajes en tren interminables. Tal vez ese niño se parecía a ti. Tu madre, tu padre te buscan, sin cansancio. Solo ayer declararon nuevamente ante un abogado. Te cuento que no fue fácil encontrar abogado para tu caso, ni siquiera ponían precio por tu caso, no sé si por rechazo, indiferencia o posiblemente por temor. También estuve buscando por meses a tú médico. Si, esa misma doctora que te recibió en el hospital y que le propuso a mi madre que te dejara, sin siquiera estar enferma. “Anda tu tranquila hacer trámites por tu marido, yo te cuido a la bebe acá en el hospital, estará segura”, le dijo cuando la despedía en la puerta del hospital. Fue la misma médico que llegó gritando que te habían matado, se abrazó a nuestra joven madre y a la vez le insistía que nunca más se hablara de ello, “tu familia puede correr peligro si lo dices”. Después dos Carabineros entregaron el supuesto cadaver tuyo en las manos de tu mamá, “tiene prohibido velarla, es hija de subversivo”. Ese cadaver que no tiene nuestros genes. Tardé casi un año en encontrar la dirección de la doctora, algo que la PDI no pudo. Tal vez le faltan recursos a la policía, quien sabe. Mamá dice que tiene miedo que investigue tanto, pero el temor a no encontrarte es más grande. Anduve por varios comunas de Santiago golpeando puertas de direcciones falsas, que en algún momento había dado la médico, “acá no vive, no la conocemos, quien dijo que busca”. Pero cuando finalmente la encontré, fui con mi madre y le negó la entrada. Posteriormente insistí muchas veces, “está en la playa, acaba de irse, hoy no regresa, nadie contesta el citofono”. Estaba tan solo a una puerta de la verdad. Soy médico, y con cada año que avanzaba en la universidad, más aprendía y más extraña me parecía toda la historia de tu supuesta muerte. Ahí en ese lugar comenzó mi duda, donde justamente se inició tu historia, el hospital. Quería contarte la historia de tu búsqueda, para que sepas que tu familia, tu madre, tu padre, tus hermanos no te han olvidado. Espero no estés enojada creyendo otra cosa. Mamá desea mucho volverte a ver, teme tu reproche si. La tranquilizo porque sé que tu no serás así con ella. Es una viejita muy tierna sabes, tiene gallinas, las cuajes conoce por su nombre, “la negrita, la plateada, la cojita” y las gallinas se mueren de viejas, porque es incapaz de matarlas. Sabes, aún sigue tejiendo con espinas de cactus, como cuando te hacía tu ropa de bebé. Papá es un gran luchador, tiene varios oficios que aprendió con la vida, desde carpintero, a obrero fábrica, comerciante, colectivero y ahora campesino. Hace unos años se tituló en la universidad. Imagínate! El supo de tu supuesta muerte recién al mes después. Mamá le dio la noticia en la carcel. El guardó silencio esas vez, algo que conserva hasta hoy y que le admiro. Tal vez la historia, la que te contaron tus padres adoptivos, no te cuadra del todo. Tampoco la piel debe ser la misma. Seguro también tienes otro nombre. Pero se que algo debes intuir. La tierra y la sangre llama, dicen los abuelos sabios de nuestro pueblo natal, cerca de Ovalle. No tengo ningún recuerdo tuyo. Yo era apenas un poco más grande que tú. Pero tengo una imagen, una foto, es la única foto tuya, de tu bautizo. Hicimos un retrato como serias actualmente. Créeme, te pareces mucho a tu mamá y a tu papá, también un poco a tu hermana mayor Yasna. Tu hermano Alexis mayor vive en Austria y seguro vive más cerca de ti. Es muy chistoso, te vas a reír mucho con él. También intenta buscarte desde allá. Mamá dice que que solo desea verte una vez en su vida, que si fuera necesario, incluso a distancia aunque sea, porque le preocupa no perturbar tu tranquila vida. Llora mucho, pero de noche, para que nadie se preocupe. Quiere saber que estás bien y ante todo, feliz. Te envío hoy parte del abrazo que te daré cuando nos veamos por primera vez. Te aviso, será un abrazo largo, por 45 años que se nos ha negado. Entonces hoy en tu cumpleaños, hago circular esta carta, para que ojalá te llegue. No se como, no se hacia donde, pero confío en que se puede. Porque a pesar de todo el dolor, a veces la magia decide abrirse paso y permite que se asome lo imposible.
Quería hoy, después de 45
años, por primera vez desearte un feliz cumpleaños. Las velas te esperan
hermanita, debes soplarla y pedir un deseo. Porque yo ya lo pido cada año y es
que siempre es el mismo, que regreses. Regresa con nosotros, es que ya es
tiempo, no cierto?
Te quiere y te extraña, tu
hermano,
Alejandro Maluenda
No te canses...ella merece tener la alegría y tranquilidad que tiene una familia que la ama y busca. Mi madre fue sacada de su hogar y alejada de su familia en otras circunstancias muy diferentes a las de tu hermanita y vivió pensando que su madre la había "regalado" . a Dios gracias antes de ella morir (69 años) encontré a sus hermanos y asi supo q su madre falleció pidiendo ver a su hijita q su propio marido enajenó. Mucha fuerza y luz para ustedes.
ResponderEliminarNo tengo palabras para consolar su dolor . Ni perdon ni olvido
ResponderEliminarTe abrazo.
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