ASÍ LO
INDICA INFORME 2013 SOBRE DDHH Y FUNCIÓN POLICIAL QUE INDH ENTREGÓ AL
SÚPERMINISTRO PEÑAILILLO
“Los países
no pueden alcanzar el desarrollo sostenible mientras se libran conflictos y se
violan los derechos humanos, y mientras la desigualdad y la injusticia
alimentan la inestabilidad”, Ban Ki-moon, secretario general ONU, 14/06/14
El pasado
12 de junio, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) entregó su
Informe sobre Derechos Humanos y Función Policial 2013 al Ministerio del
Interior. En el documento, que contiene los resultados de las observaciones
desarrolladas por el Programa de Seguimiento y Registro del Abuso Policial en
manifestaciones públicas, realizadas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre
de 2013,se analiza el actuar de Carabineros y la PDI en el contexto de
manifestaciones populares callejeras, tratamiento de personas privadas de
libertad, situación de niños y adolescentes mapuche durante los operativos
policiales, entre otros casos.La presidenta del INDH, Lorena Fries, se reunió
con el vicepresidente de la República y ministro del Interior, Rodrigo
Peñailillo, para informarle estos resultados.
De los puntos que
se destacan del informe, se logró determinar que existe una brecha evidente y
amplia entre lo que establecen los protocolos de Carabineros y la actuación policial
represiva en la práctica, ello por cuantos se supone que la institución recoge
en su 29 protocolos represivo materias relacionadas con el respeto a los DDHH,
pero todo queda en el puro papel a la hora de dar el lumazo, el balinazo, la
patada, el codazo, el toqueteo, arrastrar por el suelo a l@s detenid@s, echarlos
al piso en los vehículos y en los recintos de detención y proceder a pisarlos, lanzarles
proyectiles con pintura, rosearlos con gases tóxicos, etc. Al respecto, se
asegura que en un 70% de las manifestaciones observadas y válidamente consignadas,
se pudo apreciar que Carabineros no focalizó su respuesta en los manifestantes
que respondieron con grados diversos de violencia popular, sino que actuó
contra todos los asistentes, sin distinguir a los pacíficos de quienes se
mostraban más ofensivos.
“Entre las deficiencias están el uso
proporcional y gradual de la fuerza en contextos de movilización. También hay
problemas en la lectura de derecho de personas detenidas, en la constatación de
lesiones y en que no se entregan copias a las personas que son detenidas en
contextos de manifestación”, expresó Lorena Fries. Recordó que también
corresponde a una grave irregularidad el que el contenido de los protocolos
represivos de las fuerzas de orden del Estado sea desconocido, lo cual,
evidentemente es un atropello al derecho de la ciudadanía en cuanto a conocer
de tales normativas. Ante ello, reiteró la solicitud del INDH de hacerlos públicos.
“En un país democrático, las fuerzas de
seguridad son parte de la institucionalidad democrática y deben regirse por el
principio de transparencia y publicidad de los actos”, dijo.
Entre las
principales conclusiones del capítulo dedicado a las manifestaciones públicas, se
consigna que “aproximadamente en 3 de
cada 4 manifestaciones públicas, la respuesta policial a estos incidentes
consistió en el uso no gradual, no proporcional, ni focalizado de la fuerza. Lo
que constituye una infracción a los estándares internacionales en materia de
derechos humanos, en lo relativo al derecho de reunión y de libertad de
expresión, y a la manera como las policías deben canalizar las demandas
ciudadanas expresadas mediante el ejercicio de la manifestación pública”.El
informe reitera, al igual que en su versión anterior, que se “registran casos de situaciones vejatorias
tales como la aplicación injustificada de protocolos de registro que suponen
desnudar a jóvenes detenidos/as infligiéndoles un trato humillante y que atenta
contra su dignidad”.Sobre el uso de rifles de pintura (Paintball), el
informe establece que sólo fue usado en una de las manifestaciones observadas.
“No obstante, en esta oportunidad fue
disparado directamente contra el rostro de las personas que participaban pacíficamente
de la manifestación, resultando una de ellas con pérdida total de la visión en
su ojo izquierdo, y otros/a con lesiones oculares”.
Sobre la función
policial y grupos vulnerables, el instituto “valora positivamente la elaboración e implementación de protocolos
sobre el uso de la fuerza en operativos vinculados con niños y niñas
pertenecientes al pueblo mapuche. El emprendimientos de dichas iniciativas se
muestra como un real avance hacia la incorporación de los estándares
internacionales de derechos humanos dentro de las fuerzas policiales y de orden”. Sin
embargo, constata que persisten operativos policiales que se ejecutan con infracción
a las garantías constitucionales de mujeres, hombres, niños y niñas del pueblo
mapuche. También recomienda instruir a los distintos estamentos, en especial a
la Policía de Investigaciones, en función de garantizar la igualdad de trato y
la no discriminación a la población migrante al intentar ingresar al país.
Acerca de la reacción
estatal ante abusos policiales, el informe recomienda a las policías
incrementar y fortalecer los sistemas de control interno de sus funcionarios,
en atención al alto número de denuncias en su contra versus el bajo número de
investigaciones internas llevadas a cabo. “Se
puede suponer que dichos controles tienen poca eficacia si comparamos las 54
investigaciones llevadas por el Ministerio Público en contra de funcionarios de
la Policía de Investigaciones el año 2013, versus las investigaciones internas,
sólo 2”. Tratándose del control externo, “se aprecia una débil reacción estatal frente a los abusos de
funcionarios/as policiales, ya sea por parte de los tribunales como por parte
del Ministerio Público. En efecto, a pesar del aumento de las denuncias contra
el actuar de Carabineros de Chile, las informaciones estadísticas que posee el
INDH dan cuenta de un bajo índice de sanciones por parte de los Tribunales
Militares”.
Relacionado con la
supuesta introducción del respeto de DDHH en los procesos formativos formales
de las policías chilenas, se dice que “se
evidencia una mayor integración de los conceptos de derechos humanos con los
procedimientos y prácticas propias de la función, (…), pero requiere de mayor
consistencia y sistematicidad”. No obstante lo anterior, “los avances en la formación constituyen una
condición necesaria pero no suficiente para garantizar mejores prácticas de
derechos humanos en la formación policial, pues cualquier proceso formativo
tiene como limitación de su efectividad la distancia con las dimensiones
prácticas o las indicaciones operativas que pueden ir en línea contraria o no
reforzar los aprendizajes de las fases lectivas, pasando a ser conocimientos
inactivos o no aplicados”.
Evidentemente, sólo
la lucha y la unidad de tod@sl@ssectores combativos de los trabajadores y los
pueblos de Chile podrán levantar un gran dique frente al accionar represivo de
los centuriones del sistema de explotación. Desde siempre debemos tener como
orden del día, en todo el campo popular, la defensa y promoción del conjunto de
los DDHH. Asimismo, si la lucha popular se desarrollara a niveles mayores de
enfrentamiento, la represión también aumentará, por lo cual debemos prepararnos desde
ya y muy ampliamente ante ello.
¡SÓLO LA
LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
¡SÓLO EL PUEBLO
DEFIENDE AL PUEBLO!
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA-CHILE
Junio 16 de 2014
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