Escucha Bachelet!!!
Por: Níkolas
Stolpkin
Bien sabemos
que la Derecha conservadora en Chile no va a resolver los problemas existentes
a lo que se refiere a la educación. Al contrario: la han de amortiguar o
agudizar, pero no por capricho alguno, sino por su naturaleza ideológica,
propia de su ADN.
Pronto habrá
elecciones presidenciales y los candidatos a la presidencia ya están
desplegando sus fórmulas propagandísticas en cuanto a diversos temas para de
algún modo poder acaparar futuros votos. Siendo el tema de la Educación como
uno de los puntos prioritarios de sus agendas propagandísticas.
Para el
futuro votante no existe mucha alternativa de optar por un candidato o
candidata que realmente quiera resolver lo que los movimientos sociales en
Chile hoy están demandando.
La
propaganda desplegada por la Clase Política Dominante se presenta
significativamente dividida únicamente entre dos partes. Todo lo demás es
“aire”, lo que no quiere decir que en un futuro no muy lejano ese “aire” pueda
de algún modo “solidificarse”.
Queramos o
no, el tema de la educación será uno de los temas que los candidatos deberán
abordar para poder ir a conquistar al futuro votante.
Por tanto,
la única alternativa suave que le hace sentido a esos potenciales votantes, que
querrían ver resultados positivos a los problemas que hoy hay en la educación u
otros temas singulares, no podría ser otra que la alternativa, lamentable, del
“mal menor”: Michelle Bachelet. Pero no por tener –los potenciales votantes–
alguna simpatía o cercanía con ella, sino porque: por un lado, ese potencial
electorado, no querría nuevamente que la derecha vuelva a gobernar y, por otro,
no ve con buenos ojos que la Derecha conservadora pueda hacerse cargo de
resolver lo que demandan los estudiantes.
No podemos
vaticinar los resultados de la próxima elección presidencial, eso sería caer en
lo que ya muchos han definido como “política de ciencia ficción”, pero sí
podemos traducir el ambiente y dar ideas de lo que podría pasar si uno de los
dos bloques llegara nuevamente al poder político en Chile.
La Clase Política Dominante conoce bien la
baja popularidad que tienen sobre una ciudadanía que dejó de creer en ellos
hace rato, pero que poco a poco ven aumentada esa impopularidad a grados
insospechables.
La Clase
Económica Dominante, por otra parte, sabe bien que necesita de una clase
política que le garantice “estabilidad” política y económica y así poder
desenvolverse sin obstáculos significativos.
No
podemos, por tanto, estar ajenos a ciertos movimientos de pieza que puedan
darnos una idea de lo que “tras bambalinas” se proyecta.
A
pocos días de arribar Michelle Bachelet al escenario político nacional
–declarada candidata presidencial–, y junto con ello el enfoque significativo
que han tenido los Medios a cada una de sus declaraciones, poco a poco se va
dilucidando un posible “consenso” entre la Clase Económica Dominante para que
su figura nuevamente pueda posicionarse y retomar la administración gobernante.
La impresión
existente en el ambiente con respecto a su figura, en relación con los Medios,
es que Bachelet está convertida en la figura que “habla” y sus contrincantes en
las figuras que le “replican”. Impresión que, inclusive, podría ser
bien notado en los potenciales votantes de la Derecha conservadora.
La
presencia significativa de Michelle Bachelet en los Medios no es mera
“casualidad”. Las primeras planas, titulares, exclusivas, relativos a la figura
de la ex mandataria, no son ninguna “casualidad”, sino que obedecen a ciertos
intereses.
Si el
tema de conversación gira en torno a la figura de Michelle Bachelet, no es
porque su figura sea “atrayente” sino porque los Medios se han encargado de que
así sea.
¿Cómo
no hablar de Michelle Bachelet si los Medios se han encargado de darle tribunas
significativas desde su llegada a Chile?
Lo
anterior nos llevaría a la famosa pregunta del por qué pasa esto.
Pues
bien…
Si
bien con la llegada de la Derecha conservadora a la presidencia la Concertación
tuvo ciertos cambios desfavorables para una coalición, un nuevo gobierno de la
Derecha conservadora podría significar un “tiro de gracia” a la patética agonía
que hoy sufre la Concertación, terminando por sepultar a dicha coalición.
Pero a la
Clase Económica Dominante en ningún caso le gustaría un escenario político con
una Concertación sepultada y un vacío político por llenar, ni siquiera a la
misma Derecha conservadora.
Es a ese
vacío, precisamente, que más le debe temer la Clase Económica Dominante, ya que
saben bien que podría ser llenado por nuevas fuerzas políticas y antagónicas a
sus intereses, ansiosas por emerger.
Por tanto,
no es ninguna casualidad que hoy los Medios parecieran estar pavimentando el
camino para que la candidata presidencial Michelle Bachelet pueda nuevamente
llegar al “Poder”. Y bien sabemos a qué intereses responden los Medios.
Tanto
es el significado que se le ha dado a la candidatura de Michelle Bachelet en
los Medios, que los contrincantes más parecieran ser “adornos replicadores”,
sin ideas ni propuestas. A tal punto que su figura poco a poco ha ido entrando
en la categoría de “Progresista”, para de cierta manera querer satisfacer la
sed de los movimientos sociales.
Pero
más que traducir la insatisfacción y el descontento popular, la candidata
Michelle Bachelet está haciendo un burdo “copypaste” para apropiarse de las
demandas populares con un fin meramente electoral. Algo que ni la Derecha,
debemos agradecer, ha querido siquiera explotar.
Michelle
Bachelet y su séquito de ningún modo están queriendo “escuchar”, más bien han
optado por explorar propagandísticamente los “bajos instintos” del vulgo. No
por nada se tiene como eje principal a la Educación y, junto con ello, su frase
propagandística “Fin al lucro” (desplegada inicialmente por los estudiantes
movilizados, y teniendo como ñapa la “gratuidad progresiva”).
Conforme
aparecen los puntos claves de campaña de Michelle Bachelet, más tenemos la
impresión de que su proceder más se parece a la de un pescador ansioso tirando
el anzuelo con diversos señuelos para poder de alguna forma “pescar” a todos
los pescados que hay dentro del río.
“Fin
al Lucro”, “Reforma tributaria”, “Nueva Constitución”, “Fin al Sistema
Binominal”, “Aborto terapéutico”, aplicación de la Ley Antiterrorista un
“error”, “AFP Estatal”, etc. van conformando los diversos señuelos para
acaparar apoyo en las próximas elecciones.
Lo
preocupante es que dichos señuelos son tan complejos de llevar a cabo que,
teniendo a la actual Clase Política Dominante, se hace una tarea –diríamos–
imposible de llevar a cabo o querer resolver.
Por
tanto, no nos debemos extrañar si mañana Michelle Bachelet incorpore a su
campaña presidencial más señuelos como bien podría ser la “Re-Nacionalización
del Cobre”, “Matrimonio Homosexual”, “Legalización del Consumo de Marihuana”,
las “Re-Nacionalizaciones del agua y la electricidad” o hasta un nuevo sistema
de transporte que pueda sustituir al “Transantiago”.
El
problema no es que Michelle Bachelet y su séquito levante dichos señuelos y
quiera tener una apariencia de “Progresista”. El problema es que ya conocemos a
su séquito que, tal como levanta la Derecha, estuvieron “20 años”
en el “Poder” y no hicieron cambios profundos a lo que ahora quieren levantar
frente al pueblo y los movimientos sociales.
Michelle
Bachelet ¿a quién quiere engañar con todo ese despliegue de señuelos
electorales?
Está
bien. Quiere “Fin al Lucro”, “AFP Estatal”, “Fin al Binominal”, etc., pero ¿qué
nos asegura que el parlamento ahora sí dará luz verde a todos los señuelos con
los que hoy los ciudadanos están expuestos?
Seamos
honestos, además. Michelle Bachelet quiere lo que quiere, pero ¿cómo lo quiere?
Todo pareciera indicar que, como “buen político”, todo lo que quiere tiene
“letra chica”; todo es ambiguo:
-Fin
al lucro. El concepto es atractivo a primera vista: “fin al lucro a toda la
educación”, pero no te dice que a lo que se refiere más que nada es “fin al
lucro con los recursos estatales” o a los que reciben recursos estatales. No
quiere decir que el lucro habrá de acabar en la Educación Privada.
-Nueva
Constitución. Otro concepto atractivo a primera vista, pero que no te dice que
a lo que realmente se refiere es a hacer una reforma a la Constitución, de la
misma forma como el “socialista” Ricardo Lagos Escobar la hizo en su momento
(2005).
-Gratuidad
Universal. Concepto atractivo a primera vista, pero que no te dice “avanzar
hacia la gratuidad universal” en la Educación o “educación gratuita
progresiva”, concepto que suele utilizar la Derecha conservadora para calmar la
efervescencia de los estudiantes movilizados.
-Reforma
Tributaria, Fin al Sistema Binominal, AFP Estatal, Voto en el Extranjero.
Conceptos igualmente atractivos a primera vista, pero que no te dice que para
lograrlos se necesitan un quórum suficiente en el parlamento para llevarlos a
cabo.
Michelle
Bachelet debería entender una cosa: nos cansamos de esta clase política vende
patria que en estos últimos años nos ha gobernado. Nos cansamos de la
Concertación; nos cansamos de la Alianza. Ninguno en el gobierno ha querido
sintonizar con las demandas populares, todos han querido sintonizar con el
interés particular de la Clase Económica Dominante.
Lo
mejor que podría hacer Michelle Bachelet es darse una vuelta por el país y
tantear el terreno. Tres años fuera del país no le da el derecho a venir con
arrogancia a decirnos que está dispuesta ahora a “escuchar” y en un
“santiamén”, sin haber recorrido el país, nos venga con las “soluciones”,
pero que se darían sólo si “votase por mi”.
Estuvo
cuatro años en el “poder” y… ¿escuchó a los estudiantes? ¿escuchó que no se
quería el sistema binominal? ¿escuchó que el pueblo no quería más la constitución
de la Dictadura?
Pero
ahora quiere que le compremos su falsa “empatía”; quiere que le compremos que
ha sabido comprender lo que demandan nuestros movimientos sociales.
¿Tendrá los
suficientes ovarios, por ejemplo, como para ir a hacer campaña electoral a las
zonas devastadas por el terremoto y tsunami del 27 de Febrero del 2010? ¿Tendrá
los ovarios suficientes como para presentarse en Dichato, Constitución o
Talcahuano?
¿Tendrá
los suficientes ovarios como para ir a marchar junto a los estudiantes que
reclaman Fin al Lucro y Educación Gratuita para todos?
Voto
con Consciencia
Queramos
o no, existe una masa con principio de consciencia política y otra sin ningún
principio de consciencia política. Ambas pueden ejercer su derecho a voto, pero
la apatía por la Clase Política Dominante es tal que observa todo lo demás con
mucho escepticismo y desconfianza. Ambas son un desafío para las nuevas fuerzas
políticas que se quieran posicionar y apartar del presente status quo.
Y es
un hecho:
Gracias
al actual voto voluntario, el descontento por la Clase Política Dominante
nuevamente se habrá de ver reflejado en los altos índices de abstención de las
próximas elecciones presidenciales. De eso no puede haber duda, a menos que se
quiera modificar la ley para tapar la actual putrefacción.
Entiéndase
bien.
Votar
por Michelle Bachelet (por el “mal menor”) en las próximas elecciones
presidenciales será prácticamente votar por PRORROGAR el emerger de nuevas
fuerzas políticas, ansiosas por entrar a terreno. Y votar por la Derecha será
apostar de cierta manera por agudizar el ambiente y ponerle fin a la agonía de
la Concertación.
Un
nuevo gobierno de la Derecha Conservadora terminaría por sepultar a la
Concertación y dejaría un vacío político el cual tendría que ser aprovechado y
ocupado por nuevas fuerzas políticas, antagónicas al actual status quo.
Entonces
la pregunta que debemos tratar de contestar es… ¿queremos realmente
PRORROGAR el emerger de nuevas fuerzas políticas o queremos agudizar el
ambiente y ponerle fin a la agonía de la Concertación?
Tratemos
de contestar la pregunta apartando cualquier emoción o sentimiento que salga a
nuestro encuentro. Contestemos y actuemos con frialdad. El corazón aquí no
habrá de resolver nuestros dilemas o problemas.
Por más
difícil que puedan ser nuestras decisiones, debemos siempre apostar por el
futuro.
Un
voto con consciencia puede ser más peligroso y decisivo que un voto por mera
simpatía ideológica o mera inclinación instintiva.
Un voto sin
consciencia es un acto tan infantil que nunca habrá de valer menos que el acto
valiente de una abstención con consciencia.
Una
abstención sin consciencia es tan infantil que un voto sin consciencia.
De
nuestras decisiones puede estar la clave de nuestro futuro.
--
Níkolas Stolpkin
Analista político
nacional e internacional - Political Analyst - Crítico de política y Cultura
Contemporánea - AUTODIDACTA
skype: stolpkin
http://twitter.com/nstolpkin
http://twitter.com/nstolpkin
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