EL
COMBATE DEL ‘11’ EN EL COMPLEJO MADERERO PANGUIPULLI
(Luego,
en 1981, el Destacamento Toqui Lautaro)
Al atardecer del 11/09/73,
un grupo de obreros y militantes revolucionarios del Complejo Maderero,
reunidos en Neltume, al saber de las malas noticias acude al retén de carabineros
del pueblo a exigir que los policías allí apostados cumplan su deber de
defender el gobierno constitucional. Van escasamente armados y con la esperanza
que los uniformados se rindan y se pasen a las filas del pueblo. Sin embargo, desde
adentro, el suboficial a cargo les espeta que no saldrán: "Hemos recibido órdenes". Ante ello,
Pepe (José Liendo Vera), que lidera el grupo, le exige: "Entonces entreguen las armas y no les pasará
nada". Por toda respuesta, los pacos respondieron con fuego de armas
largas, disparando por sobre las cabezas de los compañeros, lo que obliga a estos
a replegarse y si bien habían planeado poner fuego al retén para rendir a sus
ocupantes, suspenden un breve tiroteo al escuchar que había una mujer con niños
en su interior. La historia oficial afirma que los trabajadores igualmente
atacaron con todo, sin importarles la vida de estos familiares de los
uniformados y que los sitiados sólo se pudieron salvar cuando les llegaron carabineros
de refuerzo desde Choshuenco.
Lo que es cierto es que éste último
destacamento de pacos, irrumpió por la retaguardia de los trabajadores
movilizados, los cuales se mantenían cercando el cuartel. La patrulla policial,
que se movilizaba en un jeep, logró arribar a la zona de combate porque la
emboscada que los miristas habían tendido en el camino de acceso a la
localidad, para detener a los posibles refuerzos, no
funcionó, ya que los encargados de ejecutar la operación inexplicablemente
dejaron pasar el vehículo sin dispararle. La llegada de más policías sorprendió
a los atacantes, quienes comenzaron a recibir castigo por dos frentes. Así, en
medio de la noche, antes de que amaneciera, debieron escapar del lugar en
distintas direcciones.
Un grupo, donde iba Pepe y otros
compañeros, intenta abrirse camino de vuelta a Carran, pero son detenidos por
fuerzas combinadas del ejército y carabineros. Llevados a Valdivia, son
sometidos a consejo de guerra y en cumplimiento de la sentencia de esa parodia
de justicia, Pepe es fusilado el 3 de octubre de 1973; y con él, Pedro Barría
Ordóñez, 22 años, estudiante; José Barrientos Warner, 29 años, estudiante de
filosofía; Sergio Bravo Aguilera, 21 años, obrero maderero; Santiago García
Morales, 26 años, obrero maderero; Luis Guzmán Soto, 21 años, obrero maderero;
Fernando Krauss Iturra, 24 años, estudiante universitario, secretario regional
del MIR; Luis Pezo Jara, 29 años, obrero maderero; Víctor Rudolf Reyes, 32
años, obrero maderero; Víctor Saavedra Muñoz,19 años, obrero maderero; Luis
Valenzuela Ferrada, 20 años, obrero maderero, es fusilado el día 4 de octubre.
El otro grupo, con mayoría de miembros obreros
y militantes de Neltume, se replegó a las montañas y resistió hasta fines de
1973, apoyado con víveres por la población. Su idea era arribar a la Cordillera
de Llollelhue, al interior de Pilmaiquen. No obstante, su situación era caótica
como para internarse en la montaña. Carecían de equipo adecuado, de armas, pertrechos
y alimentos. Pero sobreviven y logran resistir. Esquivan la muerte que cae
sobre aquellos que son apresados y fusilados, deambulan superando nieves,
hielos, hambre, la persecución de fuerzas represivas que le pisan los talones,
caen en emboscadas y logran romperlas. Suben a las cumbres cordilleranas, son
perseguidos por helicópteros, bombardeados, se pierden, se reencuentran, sufren
accidentes, logran finalmente sobrevivir y cuando están a punto de salir todos
indemnes y están retornando a sus lugares de origen, un grupo de ellos
caen en una emboscada armada con la colaboración de traidores. Algunos pasan a
Argentina y caerían más tarde en acciones guerrilleras del ERP argentino (como
el sueco Svante Grände). Otros bajan a las ciudades y resistirán en los “70 y
“80 (Mario Lagos, Alan Rodríguez).
Más información sobre todo el período de
formación del Complejo maderero, sobre el Golpe y la represión posterior, además
de la valiente epopeya de un puñado de revolucionarios entre septiembre y
diciembre de 1973, se puede leer en “DE CARRANCO A CARRÁN”.
En 1981, 15 jóvenes, en su mayoría antiguos
trabajadores del Complejo, militantes del MIR, regresan silenciosamente desde
el exilio a la zona de Quelhuenco, Tregua, Alto Liquiñe, Pasa, con el fin de
organizar un grupo de resistencia que aspiraba a transformarse en un Ejército
obrero y campesino, y un pilar de la lucha por derrocar la dictadura y
construir un mundo más justo; era el Destacamento Toqui Lautaro. En Chile
todavía no empezaban las protestas masivas, y aún reinaba el temor. El 27 de
junio, son descubiertos por el Ejército. Logran esconderse y sobrevivir varias
semanas en la nieve, el hambre, los helicópteros y las ráfagas. Uno de ellos
tiene los pies gangrenados por el frío. Caminan y cruzan repetidamente por
entre medio de las tropas, sin que estas puedan volver a dar con ellos. Entre
Septiembre y Diciembre de ese año, 9 de ellos son detenidos, torturados,
asesinados o ametrallados. No hay piedad por los enfermos y heridos, ni se
respetan las leyes de la guerra. Sus sobrevivientes, seguirán luchando contra
la dictadura cívico-militar, con el fin de lograr una salida democrática,
popular y revolucionaria a la misma.
NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
COLECTIVO ACCIÓN
DIRECTA-CHILE
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