Capitalismo monopolista de
Estado: las cosas por su nombre…
21/02/2014
Por PRT
Las empresas Peugeot-Citroën
y los Estados de Francia y China llegaron a un “acuerdo” tras firmar que las
tres partes tendrán por igual el 14% de las acciones. En ellas los bancos
pertenecientes a estos grupos y Estados se harán cargo de todo el paquete
financiero. Desde ya el ministro Francés que estuvo presente resaltó las
ventajas del acuerdo obviando lógicamente que en los últimos 12 años la empresa
junto con la automotriz más grande del gigante asiático abrió tres complejos
industriales abasteciendo ese mercado con mano de obra barata y cerrando las
puertas de su empresa en la mismísima Francia por razonas obvias.
Imaginemos entonces en
nuestro país quienes son los que toman las decisiones políticas detrás del
escenario circense del parlamento. Veamos:
Por estos días la fuerte
devaluación tuvo un claro perdedor, la clase obrera y el pueblo. Lo que se
devaluó fue el salario.
Siguiendo con el tema
automotriz, al devaluarse el salario y devaluarse la moneda la automotriz
Peugeot-Citroën se hace competitiva en el mercado internacional, los acuerdos
del Mercosur permiten a estas empresas una economía paralela dentro del
mismo sistema capitalista, por la cual ciertas importaciones de
autopartes obtienen beneficios sustanciosos a la hora de pasar por las
fronteras. Recordemos que los parlamentos de estos países aprobaron exigencias
de las multinacionales para facilitar con la Constitución en la
mano el contrabando y tráfico de fuerzas de trabajo, fuerzas
productivas, como nunca antes en nuestra historia.
Las decisiones políticas
se toman planetariamente desde los verdaderos centros de ejecución que
son las oficinas de la oligarquía financiera. En el caso de ésta semana a los
ojos de todo el mundo, el ministro Francés sin sonrojarse se arrodilló
ante un acuerdo de empresas, bancos y Estados avalando un proceso de
concentración económica y centralización de capitales gigantescos cuya
consecuencia a los pueblos la veremos en el corto y mediano plazo. En nuestro
país y en sintonía con estos procesos, nuestros payasescos parlamentaristas
amparados por las instituciones del Estado se chocan con la más cruda realidad
de lucha de clases.
El escenario no es el
mismo que el parisino, cuya clase obrera comienza a templar sus fuerzas; en
nuestro país que no es la ciudad “luz” ni mucho menos, los protagonistas de la
devaluación del salario no pueden dar la cara, tienen en la nuca el aliento de
la embestida salarial que promete dar un nuevo paso adelante de un 2013 plagado
de conquistas en la lucha.
Las reuniones de la
oligarquía financiera en nuestro país en sintonía internacional se hacen en los
marcos más oscuros, ruines, temerosos de mostrar su rostro ante una clase
obrera que se está preparando para envestir una vez más la insolencia del gran
capital.
No hay burguesía nacional,
no hay gobierno nacional y popular en la época del Capitalismo Monopolista de
Estado en todo caso lo que hay son los sirvientes de esa
oligarquía financiera altamente concentrada planetariamente, que necesita desde
el Estado frenar el ímpetu que viene de las entrañas de nuestro pueblo con un
“discurso” andrajoso, plagado de estupidez populista que de ninguna manera
frenará el torrente que se viene desde muy abajo y que pone el respeto y la
dignidad del hombre como bandera inquebrantable de lucha.
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