El CAD-Chile ofrece un análisis de la situación
nacional-internacional Abril-Junio 2012. Nuestra elaboración
abarca aspectos sustantivos de la
coyuntura, desde una perspectiva revolucionaria y a partir de nuestra posición
de dependencia dentro del Sistema Capitalista Mundial (SCM).
Aún se llora por los millonarios aportes a los bancos centrales de las más relativamente
atrasadas formaciones económico-sociales del viejo continente, efectuados por
la impasible troika y con el fin último de adecuar la Eurozona
para la competencia interimperial. Los reparos ponen el acento en los abultados
montos y en la capacidad de pago. Lo que se oculta es que con esas ayudas
vienen amarrados los consabidos planes de ajuste estructural, con lo que
tales fondos, sí bien ayudarán a cubrir los millonarios déficit actuales,
comprometen aún más a los deudores a allanarse a la etapa de transición
imperialista en curso.
En
el período, se aclara el rol directivo del Sistema Capitalista Mundial (SCM)
por parte de los tres polos imperialistas, haciéndose cada vez más necesario el
principado de EEUU, de quien las IFI exigen continúe con su política
fiscal expansiva, pero con bajo gasto público. Con ello, la Roma imperial de
nuestros días está llamada a sostener la etapa de transición imperialista en
curso, la del Monopolismo-Transnacional.
El Imperio consigue
incidir sobre el conjunto de las formaciones, tanto del centro como de las
dependientes, a través de las IFI, de las instancias supranacionales y regionales,
modelando y haciéndose cargo de la mayor parte de las decisiones que afectan al
conjunto del SCM. Este proceso de Transnacionalización, a veces explícito otras
enmascarado, no encuentra una resistencia efectiva y extensa de los Movimientos
Populares y de trabajadores de las diversas partes del sistema. Esta falencia
permite que sigamos escuchando apelaciones al fantasma de la ‘Crisis’, creada o
potencial, con el fin de contener el gasto público, mantener condiciones de
explotación extremas, de traspaso de excedentes desde las formaciones
dependientes al centro del sistema (con beneficios para el capital monopólico
dependiente interno), aplicándose el proteccionismo desde el centro frente a
las exportaciones chinas y a las procedentes de nuestras formaciones
dependientes.
En
nuestra formación y en las diversas partes del SCM, urge la construcción de un gran
movimiento social y político, el cual oponga resistencia a la transición capitalista actual, que significa una verdadera
y permanente crisis para la mayor parte de la humanidad. Sigue pendiente la
vital tarea de los dominados y explotados de catapultar
sus luchas desde el destello de las luchas inmediatistas a una unidad y a una
lucha más políticas y de construcción permanente de su poder.
Caso contrario, si prosigue la incapacidad de dar ese paso, al mismo tiempo que
la dialéctica debilidad orgánica de la izquierda anticapitalista, la rabia
popular podría ser canalizada por fuerzas conservadoras e inclusive reaccionarias.
¡QUE LA HISTORIA
NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
No hay comentarios :
Publicar un comentario