“MARXISMO EN DIEZ DÍAS” O GLOSARIO NÚMERO 10: EL SIGLO XIX, TAL VEZ EL SIGLO QUE PREFIGURA EL ACTUAL PERÍODO TAN NEFASTO.
-Y, ¿señorito pequeño burgués? ¿Con qué chivas me saldrá hoy? El otro día investigue sobre el fenómeno de la Revolución francesa y quede más colgado que ampolleta de esas que ahorran energía.
-Y ¿por qué sería, mi buen amigo?
-Porque esa famosa burguesía empezó guillotinando a un rey y terminaron su revolución coronando a un emperador. En apenas 10 años se desataron las más violentas de las variables que se pueden analizar en una revolución social.
-Veo que no ha perdido su tiempo, el Hombrón. Que además de las visitas a esos lugares de mala muerte se dedica a su ilustración.
-No me mire a chinche, el pequebú. Incluso, cuando leía sobre los sucesos de Francia, escuchaba una canción de Silvio Rodríguez que habla del pequeñoburgués, que lo gráfica de cuerpo entero a Usted.
-No empiece con sus atrevimientos.
-¡Chi’s! y Usted me trata de huaso bruto y zopenco.
-Pero, es con amor, con respeto, con ternura, con admiración, no ve que Usted es el famoso sujeto histórico que tanto andan buscando.
-Ya. Pero, me imagino que la Historia no se detiene con la Revolución francesa.
-Dice bien, mi querido escuchante. El siglo XIX, es decir, entre 1800-1900, será un siglo prodigioso en avances de todo tipo. En Inglaterra, se verifica el despliegue de la Revolución Industrial. Se aplica el vapor a la industria textil y a la navegación. Con esos dos elementos, esa formación social deviene en la principal potencia capitalista del planeta. Aunque de cerca, como una sombra, le sigue los pasos Estados Unidos.
-Recuerdo aquello de que Carlos Marx estudió esa formación social, como objeto de estudio de sus teorías. Antes, hace mucho antes, más tiempo del que quisiera recordar, en mi casa teníamos tres libros de color naranja, de la Editorial Fondo de Cultura Económica, de México, que se llamaban “El capital”.
-¿Y no leyó esos libros, querido Alumnillo?
-Nunca tuve tiempo. Usted sabe que el trabajo, la familia.
-Y entonces: ¿cómo realizaba la práctica política?
-A la antigua: nos llegaban las políticas desde arriba. Sólo había que leer las resoluciones partidarias, que venían en papel roneo. ¡Imagínese que en ocasiones nos pedían expropiar supermercados y ellos ni siquiera estaban al alcance en la localidad!
-Esas políticas tenemos que cambiarlas. La práctica política la tenemos que hacer entre todos y todas.
-Recuerdo otro texto, que sí leí, que se llama “El manifiesto Comunista”, ese que empieza con la frase “un fantasma recorre Europa, el fantasma del Comunismo”.
-Me sorprende el Estudiante.
-No pierda jamás la capacidad de asombro. Mire que podemos terminar en la paradoja de que sea yo quien le enseñe.
-No me cabe la menor duda, querido Huasallo. De esa forma, podemos proseguir.
El siglo XIX es testigo del reparto de África y Asia, por parte de las potencias europeas. En tanto, América Latina era posesión de Inglaterra.
Como ya dijimos, el desarrollo de la Revolución Industrial requería del consumo ampliado de materias primas. Es por ello, que las principales potencias capitalistas, determinan que la mejor política es conquistar aquellos países periféricos en donde se encontraban los elementos requeridos.
Por ello, los tres tomos de “El capital”, es el análisis certero de cómo el Modo de Producción Capitalista pasa a una nueva fase que luego en el siglo XX, otro gran valor, Lenin, ha de tipificar como EL IMPERIALISMO.
-En los ’60 y los ’70, escuchaba y leía mucho sobre ese tal imperialismo. Era algo increíble, pues con la guerra de Vietnam, las luchas de liberación nacional en África, con la existencia de Cuba Socialista, era cosa de todos los días eso del imperialismo.
-Me parece excelente que se recuerde de aquel famoso Concepto, querido Estudiantillo.
-¿Y por qué, señorito pequeñoburgués?
-Todo a su tiempo. Recuerde, asimismo, a nuestro querido Elefante con su chucara hormiguita.
A fines del siglo XIX, se configuran los principales elementos de lo que será la política imperialista. Por ejemplo, se fusionan las burguesías industriales con las bancarias, determinando con eso la fundación de la burguesía monopólico-financiera. Se opta por dos vías de apropiación de las materias primas: se conquista el territorio donde se encuentran las materias primas o se envían préstamos a los países periféricos para generar la dependencia, a través de la conocida Deuda Externa.
-¿Ejemplo de eso puede ser el préstamo que pidió O’Higgins a Inglaterra a principios del siglo XIX?
-¡Mierda!, tiene toda la razón: Usted tiene muchos más datos que yo en mi cabeza.
-¡¡¡Me está diciendo cabezón, el so petimetre!!!
-Ya. Ya. Otro elemento es que el capitalismo adquiere una política imperialista, es decir, las principales potencias capitalistas europeas comienzan a gastar ingentes sumas de dinero en armas y crear ejércitos profesionales, todo ello para poder aplicar la política de rapiña. Entre 1870 y 1914, cuando comienza la primera guerra mundial, se desarrolla la llamada Paz Armada.
Es el Imperialismo, entonces, como el aspecto político y sobre todo económico, que define el fin del siglo XIX, que cristaliza a comienzos del siglo XX.
SIN EMBARGO, COMO ALGO QUE SÓLO PODRÍA EXPLICAR EN EL FUTURO ALGÚN FILOSOFO CRÍPTICO, DE ESOS QUE ABUNDARON EN |
-No entiendo ni jota lo que quiere decir, Iñor.
-Vamos por parte, como diría un Cirujano. Desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX, el Modo de Producción Capitalista pasa a una fase superior, al decir de Lenin, que se denomina IMPERIALISMO.
Hasta ahí, ningún problema.
Desde 1980-1990, siglo XX, fines, el IMPERIALISMO comienza una SEGUNDA FASE, es decir, LA SEGUNDA FASE DEL IMPERIALISMO, que se encuentra en su fase transicional.
-¿Entonces de dónde sale ese concepto ‘neoliberal’, ‘neoliberalismo’?
-Lo que sucede, querido Escuchante, es que a principios del siglo XX, cuando se produce el ajuste del capitalismo a su fase superior, y que algunos confunden con el ‘fin del capitalismo’, surgen unos intelectuales orgánicos de la burguesía, como Von Mises, Hayeck, entre otros, que crean el concepto ‘neoliberal’, donde definen que el capitalismo para superar el ajuste que atravesaba, debía dejar todo el proceso económico a las “manos ciegas del mercado” y que el libremercado podía salvar la crisis que el capitalismo presentaba.
-¿Entonces no existe el libremercado, la librecompetencia, los precios de equilibrio, la mano ciega del mercado?
-Bueno, si Usted sigue pensando que las vacas vuelan, eso ya no lo podemos solucionar.
Lo central, es que son los sectores Reformistas, a nivel planetario, que adoptan esa caracterización y motejan de ‘neoliberal’ a todo lo que se mueva. Una de sus motivaciones, las del Reformismo, es hacer creer que la lucha debe ser contra el ‘neoliberalismo malito, nefasto, abusivo’ y a esa lucha invitan a “todos los que se opongan al ‘neoliberalismo’, pues el ‘neoliberalismo es malito’ por definición.
Sin embargo, se omite que la lucha es contra el capitalismo, y por definición en contra del Imperialismo. De hecho, los gobiernos ‘antineoliberales’ de América Latina, tan aplaudidos, por cierto, aquí en Chile, terminan aplicando a raja tabla los dictámenes del FMI, del BM, de la UE y todas las instituciones financieras internacionales.
-O sea, que es como eso del fascismo, que era lo que tanto cacareaba el Reformismo desde 1973 a 1984.
-Muy bien, Alumnillo. El Reformismo tipificó a la dictadura militar como ‘fascista’ y con ello intentaba generar un frente antifascista, en donde debía estar el Partido Demócrata Cristiano.
-O sea, la lucha sigue siendo en contra del capitalismo y el imperialismo, donde quiera que se encuentre.
-Esa es la idea.
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