Desde
principios de los “90 existe una entente que se ha auto-designado la divina misión
de intervenir, ante sí y en beneficio de sí, en Europa, el Asia (incluido todos
los Orientes) y el continente africano. Quién sabe si más adelante, dependiendo
de las circunstancias, no se auto-arroga el poder de interferir más allá de
tales límites. Dicha descomunal fuerza está constituida por las potencias de la
UE, el complejo político-militar de EEUU, el invencible ejército multinacional
encarnado en la OTAN y la ocasional mayoría relativa en el Consejo de Seguridad
de la ONU.
Ese moderno azote de dios
se encargó de limpiar la ex Yugoeslavia de los resabios rojos de Tito y sus
chicos; de ir aplanando cada uno de los ex países del Pacto de Varsovia; de cohonestar
la invasión imperial en Afganistán e Irak; de enviar un ejército mercenario y
bombardear a mansalva en Libia y Argelia, tratando de hacer otro tanto en
Siria, con adversos resultados (hasta ahora); de aplastar cualquier atisbo
progresista luego de la oleada de la Primavera Árabe y ahora, aspirando a saltarle al cuello al oso
ruso, han conseguido instalar un gobierno proclive a ellos en Ucrania. PERO, un
gran pero, no lograron hacerse del sur del país, la Crimea clave para el acceso
al Mar Negro y las bases navales sitas en este y en el contiguo Mar de Azov.
Claro que vamos por
partes e intentemos echar más luz sobre el asunto.
El Parlamento Europeo
adoptó, 13/03/14, una resolución sobre “la invasión de Ucrania por Rusia”.[1] Tal sibilina resolución
reafirma el respaldo de la UE a las autoridades entronizadas mediante el golpe
de Estado de Kiev, mientras que califica de ilegítimas a las autoridades de
Crimea, que ya alegaban su derecho a autodeterminarse ante la crisis. También
califica de difamación las alegaciones de la “propaganda rusa”
sobre el carácter fascista (sic) de
los manifestantes de Kiev. Además, se denuncia allí la invasión perpetrada por
tropas rusas en violación del derecho
internacional (sic).
En la noche del 13/03/14,
EEUU presentó al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución en el
que se declara que el referéndum de autodeterminación organizado en Crimea “no
tiene validez”. El imperio ya no decía –como afirmó anteriormente– que
el referéndum de Crimea viola el derecho internacional (el voto
no es un acto de agresión de Rusia y el ejército ruso no invadió
Crimea), sino solamente que viola la Constitución ucraniana, en
circunstancias que Washington ha reconocido en Ucrania un gobierno que
llegó al poder violando esa Constitución. Al mismo tiempo, un grupo de unos 150
cosacos se instala en Sebastopol. Estos son combatientes rusos de tipo
paramilitar, tradicionalmente dedicados a la defensa de las poblaciones rusas,
que tienen el carácter de combatientes voluntarios y no dependen de las
autoridades políticas rusas.
El congreso yanqui pospuso
para el 24/03/14 el voto de sanciones, al igual que el voto de un préstamo de US$1.000
millones a Ucrania. Obama vincula esta última medida a una reforma del FMI.
Se trata, sin embargo, de una reforma que será, a la larga, ventajosa
para Rusia.
Los ministros de RREE de Rusia
y EEUU se reúnen en Londres, el 14/03/14, para conversar sobre el referéndum
que se organiza en Crimea. En ocasión de este encuentro pudo verse una
evolución en la retórica de los miembros de la OTAN: ya no hablan de “crisis
entre Rusia y los occidentales”, sino “entre Rusia y Ucrania”.
Este desplazamiento semántico, al parecer, indicaba que no habría ninguna
respuesta significativa de la OTAN ante la autodeterminación de Crimea
(que fue lo que sucedió luego del domingo 16/03/14).
Ese 14/03, el principal
líder de los tártaros de Crimea, Mustafá Dzhamilev, se congratulaba ante el
desarrollo de los acontecimientos en la península, en lo que constituye un giro
de 180° en relación con sus declaraciones anteriores. Dicha etnia se había
pronunciado inicialmente contra la realización del referéndum de
autodeterminación, iniciativa que habían calificado de inconstitucional, y
habían llamado incluso a la formación de milicias de autodefensa. Pero Mustafá
Bey, su líder, sostuvo después una larga conversación telefónica con el
presidente ruso Vladimir Putin y el Parlamento de Crimea adoptó varias medidas
destinadas a garantizar los derechos de los tártaros en la península. En adelante,
las cuotas de representación de los tártaros en la gubernatura serán superiores
a la proporción de tártaros en Crimea.
El 16/03/14, Rusia, en
voz de su Canciller Lavrov, responde a la presión de la entente solicitando la aplicación
en Ucrania del acuerdo del 21/02/14;[2] o sea, el paso de un
régimen presidencial a un régimen más parlamentario; una comisión investigadora
del Consejo de Europa sobre los actos de violencia; la entrega de
las armas ilegales; y la formación de un gobierno de unidad nacional. Claro que
ya no se oía padre.
El mismo día del
plebiscito, la UE amenaza con las penas del infierno.[3] Así, calificando de ilegal
el referendo en Crimea, afirma que está tomando medidas para aumentar las
sanciones contra Rusia por lo que asegura es una anexión planeada de la península
en territorio ucraniano (o sea, el mundo al revés). Agresiva pero
insensatamente, Herman Van Rompu, presidente del Consejo Europeo, y José Manuel
Barroso, presidente de la Comisión Europea, señalan que "El referendo es ilegal e ilegítimo, y no
reconoceremos el resultado". Las cabezas imperiales, Gran Bretaña,
Francia y Alemania, se hicieron eco de la declaración del ministro del Exterior
británico, William Hague, de que Moscú debe enfrentar "consecuencias
económicas y políticas".
Con todo, la noche del
16/03/14, decenas de miles personas se congregaron en la plaza Lenin de
Simferópol, capital de la nueva república de Crimea, para festejar la victoria
de la reunificación con Rusia en el referéndum.[4] Un mar de banderas
tricolores rusas inundó la plaza, donde tuvo lugar un concierto en el que se oyeron
canciones patrióticas y militares rusas. “Crimea es Rusia" o "Gloria
a Rusia", coreaban los congregados en un acto que estuvo presidido por una
imponente estatua de Lenin. Con emoción, crimeos de todas las edades bailaban,
brindaban con vodka y cerveza por la madre patria, se abrazaban y no dejaban de
gritar "Hurra".
Los crimeos que se
echaron a las calles tras el cierre de los colegios electorales, entre los que
se veían mujeres con bebés y jóvenes en bicicleta, festejaban la liberación del
yugo ucraniano. Ucrania convirtió a la próspera península soviética en una
colonia, según la opinión de un empresario ucraniano a EFE: "Yo soy ucraniano de pura cepa, pero mi mujer
pertenece a una sexta generación de rusos de Crimea. Los ucranianos se han
portado tan mal con nuestra gente, que yo también estoy a favor de la
reunificación con Rusia".
Llegado un momento, en el
escenario hicieron acto de presencia el primer ministro de la república,
Serguéi Axiónov, y el presidente del Parlamento, Vladímir Konstantínov, que
felicitaron a los crimeos por la victoria de la opción rusa en el plebiscito. "Os felicito. Regresamos a casa. Crimea
ingresará en Rusia. Hurra, camaradas. Lo hemos logrado gracias a vuestro apoyo.
Nadie nos podrá arrebatar esta victoria", proclamó Axiónov. El líder
crimeo subrayó que sin el apoyo del pueblo y el presidente ruso, Vladímir
Putin, la victoria en el referéndum hubiera sido imposible.
Seguidamente, todos los
presentes entonaron el himno ruso con la mano en el pecho o el brazo alzado,
tras lo que comenzó un espectáculo de fuegos artificiales, entre el júbilo de
los habitantes de Simferópol.
Tras el escrutinio del 75%
de las papeletas, un 95,7% de los crimeos se manifestó el domingo a favor del
ingreso en la Federación Rusa, mientras sólo un 3,2% apoyaron una amplia
autonomía en el seno de Ucrania. Las autoridades separatistas no pierden el
tiempo y el mismo lunes el Parlamento crimeo refrendará los resultados de la
consulta y se dirigirá oficialmente a Putin para pedirle la incorporación de la
república a la Federación rusa. En resumen, los crimeos le hicieron ‘perro
muerto’ a la entente occidental.
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA – EQUIPO INTERNACIONAL
Marzo 17 de 2014
[1] “Resolución del Parlamento
Europeo sobre la invasión de Ucrania por Rusia”, Red Voltaire, 13 de marzo
de 2014.
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