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domingo, 2 de diciembre de 2012

COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA VIII REGIÓN: LEY DE PRIMARIAS: ¡A VOTAR QUE EL PODER DE LOS RICOS DEBEMOS PRESERVAR!



LEY DE PRIMARIAS:
¡A VOTAR QUE EL PODER DE LOS RICOS DEBEMOS PRESERVAR!   

Todos los precandidatos presidenciales, desde los ‘independientes’ a los fachos de la Alianza, pasando por los alternativos y los de la Concerta, dicen estar muy contentos; el 29 de noviembre Piraña promulgó la ley de primarias. Además, se supone que con esta legislación los ciudadanos podrán ‘decidir’ quienes los representarán en el parlamento y en los municipios; ¡Qué mejor!
El ministro de la SEGPRES Cristian Larroulet, un personaje de estrechas vinculaciones con la ex Dictadura Militar (fue uno de los 77 Chacarillas’ Boys), fundador de L y D y de la UDD, y un descarado ideólogo de la nueva Ley General de Educación que tanto combaten los estudiantes por sus amenazas a la educación pública y porque cristaliza las inequidades sociales en el área, señala que con el mentado decreto se espera remontar la “significativa caída de la participación ciudadana” observada en la pasada elección municipal. Sin embargo, resulta paradójico que éste ideólogo del Monopolismo dependiente sufra por el elevado nivel de abstención cuando él mismo fue quien a nombre del gobierno tramitó ante el Congreso, en 2011, el proyecto que estableció la inscripción automática y el voto voluntario, el que vino a liberar a la masas de la molesta obligación de hacerse parte del espejismo electorero. Con la incorporación de 4,5 millones más de votantes, toda la clase política pensaba que sobrevendría una avalancha de ciudadanos, pero les salió el tiro por la culata. No obstante, ya el inefable Lagos-padre sugirió retrotraer la cosa y nada de raro que otros peleles le acompañen en su cruzada.       
Lo hemos dicho antes: el Estado en Chile tiene un carácter de clase, el que corresponde al de la clase dominante que es la burguesía (hegemonizada hace cuatro décadas por su fracción monopólico-financiera), clase devenida en su conjunto en Bloque en el Poder (BP) y que intenta activamente borrar toda referencia de clase de su dominación. La manifestación concreta de su poder no llega a hacerse evidente, puesto que el antagonismo existente entre la burguesía y las demás clases se resolvió con la autonomización relativa de ella del sistema político e inclusive del Estado, so pena que en los marcos de ese conflicto toda lucha contra el poder del Estado se convierta en una lucha en contra del capital. Bajo la hegemonía burguesa existe una asignación de funciones interrelacionadas entre el Estado (lo político) y lo Económico (la formación económica), pero relativamente autónomas, dando pie a la existencia de regímenes políticos que aparecen como actuando fuera de la hegemonía y de los intereses de la fracción dominante, pero que no alcanzan más allá de la resolución política provisional de la impasse que los origina y determina, puesto que, al actuar en la región de las formas jurídico-políticas, no inciden en la esfera de las relaciones de propiedad, perteneciente a la región de lo económico y en que, existiendo un claro dominio del BP (sobre todo de su fracción dominante), esa región aparece como un producto general de la formación y no como un sistema creado a imagen y semejanza de la gran burguesía. Aprovechemos de decir que todo este verdadero oxímoron, junto con algunos hechos del presente, lleva a ciertos teóricos a creer que la burguesía pueda tomar decisiones al margen e incluso en contra del Estado que ha instituido (constituyéndose en una especie de poder alternativo), más la realidad dista de corresponderse con tal ilusión ideológica.
Uno de los mecanismos para difuminar el poder real del BP en nuestra formación es lo que acaece con el sistema electoral y con los actos eleccionarios periódicos, en donde los flamantes ‘representantes’ populares, electos supuestamente para cumplir con las aspiraciones de sus votantes, en realidad en lo que se convierten, consciente o inconscientemente, es en portadores del “orden burgués” y esto es así pues tal orden les antecede y les predetermina en la esfera de lo político (disociada como está de la política); pero tal artimaña está flaqueando. En estos tiempos de democracia ‘gorila’ o de baja intensidad, que cuenta con un sistema político escuálido y restringido, como no puede ser otro que el que actualmente sanciona y justifica un modelo económico que sirve los intereses de una ínfima parte del país, el sistema de dominación se ha visto muy zarandeado por los fuertes movimientos sociales populares del último lustro, los que poco a poco han ido cuestionando muy seriamente, entre otros mecanismos justificadores de la dictadura burguesa, la esencia y los alcances del electoralismo como método de resolución del conflicto social. Así, a un gran número de chilenos les va quedando claro que participar del sistema político formal sólo significa cohonestar dicha dictadura y que ello no se traduce en la construcción de una democracia real. Todo este cuadro puede explicar porque más de un 60% de los electores se restaran en las recientes municipales y que los que votaron más bien lo hicieran en contra del gobierno patronal y sus representantes locales, no significando esto que apoyasen a la Concerta o al Reformismo.   
El Bloque Político de Estado (el BP + las capas mantenedoras, encarnadas por las fuerzas detrás de la Concerta y sus alternativos afines + el Reformismo, inserto hace poco y representado por el PC y sus cercanos) pretende echar cal sobre las grietas abiertas en las paredes del edificio del sistema de dominación, buscando impedir el peligro de por allí se exponga el dominio del capital. Se han puesto de acuerdo en lanzar el caramelo de la ley de Primarias, pretendiendo estimular con ella al pueblo elector para que acceda a depositar su parte de “soberanía” e invistan a los candidatos de una etérea “representación del pueblo-ciudadano”.  
Los adalides del sistema de dominación llaman a votar, reintentando generar la ilusión de la posible transformación del estado de cosas con un papel y un lápiz. Ante ese pueril embuste, debemos aclararles al pueblo y a los trabajadores que si no nos unimos y luchamos decidida y resueltamente contra los que nos explotan y marginan, nadie lo hará por nosotros.

¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

CAD-VIIIα, diciembre 2012

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