La Brigada Salvador Allende BRISA, con otras
organizaciones hermanas y sus familiares, realizará un Acto Homenaje a Carlos
Gabriel Godoy Echegoyen héroe popular de la juventud chilena, este 23 de
febrero en el lugar donde descansan sus restos mortales, en el Memorial del
Cementerio General de Santiago. Les esperamos a todos.
BRIGADA SALVADOR ALLENDE BRISA
---------------------------------------------------------------------
Carlos Gabriel Godoy Echegoyen nació en Santiago de
Chile un 1 de noviembre de 1961, en el antiguo barrio Recoleta, en la Clínica
Alemana, que se encontraba ubicada en el mismo lugar en que hoy existe la
Clínica Dávila.
Miembro de una gran familia de socialistas
avecindados en la población Juan Antonio Ríos, actual comuna de Independencia,
debió abandonar el país como exiliado, junto a su padre, su madre Berta
Echegoyen y su hermana menor Paula, el último día del año 1973 con destino a
Cuba, país al que llegó un 1 de enero de 1974, fecha que coincidió con el XV
Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana.
A pesar de sus 12 años de edad, el compromiso de su
familia con el gobierno del Presidente Allende hizo que Carlos Godoy Echegoyen
fuera un adolescente profundamente comprometido con la causa de los más pobres
de nuestro país.
Sus primeros años de estudios, hasta el sexto
grado, los cursó en la Escuela José Pedro Alessandri, ubicada en su propio
barrio, deber que siempre cumplió de manera brillante, característica personal
que mantendría por toda la vida.
Al llegar a Cuba Socialista se integró de manera
activa a la sociedad cubana y a la tarea de solidaridad con el pueblo de Chile
en su calidad de miembro de la Juventud Socialista de Chile en el exilio,
destacándose, desde el principio, por su carácter cariñoso, alegre y
disciplinado en todas las actividades que debía enfrentar.
Continuando con sus estudios, decidió matricularse,
para cursar de séptimo a noveno grado, en la Escuela Al Campo Simón Bolívar
ubicada en las proximidades de la capital cubana, experiencia educacional que
mezcla el estudio con las labores agrícolas de apoyo a la economía de Cuba.
Finalizado su noveno grado y conforme a la
organización institucional de la educación en Cuba, cursó su educación media de
décimo a décimo segundo grado, en el Preuniversitario Camilo Cienfuegos,
caracterizado por acoger a los estudiantes más ejemplares y comprometidos con
la Revolución.
Sin abandonar jamás la labor solidaria con Chile,
ingresó a estudiar la carrera de ingeniería en la Universidad de La Habana el
año 1978.
Ese mismo año le tocó integrar la delegación de
jóvenes socialistas chilenos que asistió al XI Festival Mundial de la Juventud
y los Estudiantes organizado por la Federación Mundial de Juventudes
Democráticas y que tuvo lugar en Cuba.
Enfrentado al desafío de asumir un compromiso aún
mayor con la lucha antidictatorial en Chile, con el beneplácito de la dirección
de la Juventud Socialista de Chile en el exilio abandonó sus estudios de
ingeniería para integrarse, el año 1980, como cadete del curso regular de
oficiales, a la Academia Inter Armas Antonio Maceo de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Cuba.
De este modo, se graduó de dicha Escuela con
Medalla de Oro y el grado de Teniente, con la promoción del año 1983, superando
incluso a sus colegas cubanos, razón por la que recibió el reconocimiento de la
Comisión Política de la Juventud Socialista de Chile y de su Partido.
En espera de ser asignado a una tarea política
concreta en nuestro país por parte de la dirección del Partido y de la
Juventud, trabajó como oficial regular del Ejército Cubano durante cerca de un
año hasta solicitar su baja para integrarse, de acuerdo a la línea política de
ese entonces, al plan de retorno de cuadros partidarios al país.
Es así como viaja desde Cuba a terceros países e
ingresa a Chile el 5 de mayo de 1984, en pleno período de las jornadas de
Protesta Nacional llevadas a cabo por los trabajadores, pobladores y
estudiantes chilenos en contra de la Dictadura.
Desde el primer día de su retorno al país Carlos
Godoy Echegoyen, quien adoptó el nombre político de Rafael, estuvo al frente de
importantes tareas políticas y de movilización popular destacándose, una vez
más, por sus capacidades altamente organizativas, eficiencia, disciplina y
entrega.
Sin sentirse menoscabado emocionalmente por la
caída en prisión de su padre, quien había retornado clandestinamente al país un
tiempo antes, enfrentó cada tarea con la entereza propia de los héroes
populares, en el anonimato más absoluto que exigían las circunstancias y sin
temores de ninguna especie.
Una de sus principales labores fue la capacitación
política y de resistencia de masas de los jóvenes socialistas de la época,
labor a través de la cual efectuó un aporte importante a la lucha popular hasta
el día de su muerte en manos de sus torturadores, miembros de la Dirección de
Comunicaciones de Carabineros de Chile, servicio de seguridad y exterminio de
dicha institución en aquella época.
Como subjefe de la Escuela de Educación Política y
de Trabajo Conspirativo del Partido Socialista de Chile que se desarrollaba en
la ciudad de Quintero, en la calle Baquedano, durante la primera quincena de
febrero de 1985, debió enfrentar a sus asesinos con la entereza propia de un
líder, sin flaquear en ningún momento, al lado de sus demás camaradas que eran
igualmente torturados.
Conminado a colaborar por su torturador y asesino
material el capitán de Carabineros Héctor Díaz Anderson, quien cumplió una
condena de tres años y un día por su crimen en el Penal de Punta Peuco,
prefirió la muerte, falleciendo el día 22 de febrero de 1985 en un calabozo de
la Comisaría de Carabineros de Quintero.
De ese modo, y conforme a los propios testimonios
de sus demás compañeros, salvó la vida de quienes hoy son sobrevivientes
asumiendo la total responsabilidad operativa de la escuela.
Formado en las grandes ideas y valores de los
socialistas chilenos transmitidos en el seno de su propia familia, en el legado
de Salvador Allende, Carlos Lorca Tobar, Ricardo Lagos y Exequiel Ponce y en
los ideales de la Revolución Cubana y de José Martí, ofrendó su vida a la causa
de los desposeídos de Chile y de América, constituyéndose en un ejemplo para la
juventud popular chilena y en un recordatorio de que la actual democracia, que
aunque imperfecta, se construyó sobre la sangre de jóvenes que, como él, dieron
su vida para que ello fuera posible.
LES ESPERAMOS!
BRIGADA SALVADOR ALLENDE BRISA
No hay comentarios :
Publicar un comentario