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sábado, 27 de agosto de 2016

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL: SUS APORTES AL MOVIMIENTO POPULAR CHILENO Y SUS PERSPECTIVAS


Desde 2006, o quizá desde antes, es la lucha de secundarios y universitarios la que ha logrado dinamizar el combate político-social en Chile y a su vez ha brindado el sustrato para avanzar en la construcción de un gran Movimiento Popular; el cual, por debilidades propias, pero sobre todo por las de las otras fuerzas sociales, todavía muestra rasgos de inmadurez y carece de unidad en la acción

“Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano” –Lucio Cabañas

Los pueblos y l@s trabajador@s de Chile aspiran a una EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA, DEMOCRÁTICA Y DE CALIDAD EN TODOS SUS NIVELES Y A LO LARGO DEL PAÍS, ADEMÁS DE PONER FIN A LAS SUBVENCIONES ESTATALES A LOS PRIVADOS. Todo esto lo tenían claro, y hacía rato, y fue por ello que se produjo una clara identificación entre tal demanda popular y la lucha llevada adelante por el Movimiento Estudiantil (ME), desde que éste comenzó a dar sus primeros pasos.

Historia Reciente del Movimiento Estudiantil

Sin duda, que en el contexto de las fuerzas sociales que luchan por una Educación de verdad para los pueblos y los trabajadores de Chile, son l@s estudiantes l@s que la han llevado hasta el día de hoy. Así fue desde ese “Mochilazo” de 2001, movilización que tuvo como causas inmediatas el pase escolar para tod@s, a un costo rebajado y todo el año.

En ese primer momento, temas mayores, como la derogación de la Ley Orgánica Constitucional (LOCE), la Jornada Escolar Completa, la PSU, el lucro, etc., se perdieron en los meandros de una burocracia gobernante indiferente y mera administradora del sistema económico-político heredado de la dictadura. 


Presionado por el movimiento de los secundarios de mayo 2006, la “Revolución Pinguina”, el nuevo gobierno de la nefasta Concertación instaló una comisión asesora de educación integrada por 80 personajes, elegidos a dedo, muchos de ellos con más de 30 años reflexionando sobre el tema, unos desde el Ministerio de Educación, otros desde instituciones privadas, y que nunca levantaron su voz para buscar soluciones a los problemas para los cuales fueron nombrados. Al equipo así constituido, se sumaron prósperos empresarios de la educación ('sostenedores'), con la voz de la experiencia y de los números que permiten valorar la ganancia per cápita educando.

Los estudiantes, en realidad, nunca se hicieron ilusiones acerca de esta Comisión; fueron claros en decir que por entonces volvían a clases, pero que se reservaban sus banderas de lucha según fueren los resultados. Manifestaron que la representación que les daba el gobierno de turno era inadecuada. Segundo, cuestionaron a miembros de la Comisión que en los últimos 16 años habían sustentado sistemáticamente lo que a la sazón pretendían modificar. Todos los supuestos esfuerzos de los comisionados, al final, no significaron mayores cambios para una educación mercantilista y al servicio de los capitales privados.  

Y la demanda por una Educación de verdad al servicio de las grandes mayorías quedó en un estado de latencia, sólo traída a colación de vez en cuando por luchas específicas en algunos establecimientos secundarios y universitarios. Pero fue durante el segundo año de gobierno del empresario devenido político Piñera, en 2011, que estalló la rabia del estudiantado, esta vez aguijoneada por las malas condiciones en infraestructura y en calidad pedagógica de los liceos municipalizados, así como en algunos particulares-subvencionados (un extraño tipo de mercantilismo educacional, único en el mundo). Al poco andar, se les sumaron los universitarios, los que sentían que la educación superior no podía significar comprometer décadas pagando por lo que debiera ser un derecho. Desde entonces, con mayor o menor intensidad, los estudiantes conscientes, organizados o no, salieron a las calles, se tomaron sus establecimientos, se enfrentaron a las fuerzas represivas y mostraron un arrojo que despertó grandes esperanzas para la mayor parte de la población del país.       

Los que la llevan en la lucha por Educación Gratuita y de Calidad

Un nuevo gobierno de los mantenedores del sistema, el 2.0 de Bachelet, prometió remover un poco el fango y avanzar en la realización de una mejora de la educación en general. Pero, a poco andar, comenzó a extenderse la rabia y la frustración frente a aquellas promesas incumplidas. Y en éste, el 4º gobierno de los macucos de la Concertación-Nueva Mayoría, nos encontramos con que el 89% de los estudiantes se encuentra sin gratuidad y sólo el 11% han sido los beneficiarios de una beca llamada eufemísticamente “gratuidad”; de la calidad, de la mejora en todos los niveles y regiones, del fin al subsidio a los privados, de la democracia y la participación internas, de una desmunicipalización que lleve a un fortalecimiento de la educación pública, etc., etc., nada. Y por tanto, el ME chileno prosigue la lucha por un proyecto al que ha dado forma y que ha proclamado y defendido en las calles.

No obstante, sobre todo en lo que va de 2016, se ha hecho sentir fuertemente que el peso de la lucha por lograr plasmar aquellos justos y legítimos objetivos educativos sólo lo llevan los estudiantes, secundarios y universitarios. Sería lato analizar el por qué los demás sectores ligados a la Educación –docentes, paradocentes, agrupaciones de apoderados, de ex alumnos, de deudores de créditos públicos y privados ligados a estudios superiores, de estudiosos e intelectuales del área, etc.- no se han unido en un solo frente con el estudiantado. Qué decir de los demás sectores del Movimiento Popular: los trabajadores públicos y privados, los pobladores, los cesantes, etc. Sólo el estudiantado Mapuche ha logrado adherir a aquellas demandas, incorporando a su vez las propias.

Los valiosos aportes del Movimiento Estudiantil

Con todo, si nos preguntan cuál sería el principal y más gravitante aporte del ME a las luchas actuales, podemos decir que ha demostrado, en la práctica, que es posible y necesario luchar sin cuartel y sin importar los esfuerzos requeridos por aquellas demandas históricas de los sectores postergados del país, del que forman parte indisoluble.

Los estudiantes no tienen tapujos ni temores en exigir lo que, en rigor, saben que es un derecho social y popular: una Educación Pública, Gratuita, de Calidad y al servicio del pueblo. Pero, esta exigencia, así como un adecuado sistema de seguridad social para l@s trabajador@s y l@s jubilad@s, vivienda social digna para deudores habitacionales y allegados, tierras y reconocimiento jurídico para el Pueblo-Nación Mapuche, una cultura de liberación y otros derechos denegados y pisoteados por los sostenedores y defensores del actual ordenamiento político-social, son problemáticas que requieren de una respuesta global, que no será resuelta en los marcos del actual sistema. Tales necesidades de los diversos sectores de nuestra formación se han entreverado profundamente con el paso de las 4 décadas y media de dominio del capital financiero, que per se es discriminador y excluyente, y entonces podemos constatar que cada lucha sectorial remece toda la armazón de la estructura social, pues sus objetivos cuestionan la parte y a la vez el todo. De allí, que la demanda estudiantil lleva a potenciar las demás peticiones, insta a sus demandantes a movilizarse, a hacer públicas sus aspiraciones y a luchar por estas.     

Perspectivas

El ME ya se hermana con las luchas por No + AFP y por un sistema previsional público y solidario que comienzan a dar l@s explotad@s de Chile, pero ambos movimientos y los demás sectores del Movimiento Popular deben avanzar en la confluencia efectiva de sus demandas con vistas a conformar un más amplio y vigoroso Movimiento Político-Social por las Demandas Populares, aquel que debiera estar dando la pelea conjunta por todas estas, en todos y cada uno de los centros de estudio y trabajo del país, en las calles céntricas y en las poblaciones de todas las ciudades, en todas las asambleas y reuniones político-sociales. Este es el gran desafío del ME, de l@s trabajador@s y poblador@s en lo porvenir.

Se viene la movilización nacional del 4 de septiembre, en que tod@s debemos salir a las calles a reclamar lo justo, lo que debe pertenecer a todos los pueblos y l@s trabajador@s: una poderosa Educación Pública, Gratuita y de calidad en todos sus niveles y a lo largo del país y siempre, siempre, al servicio de las grandes mayorías. Eso sí, debemos estar prevenidos de evitar lo que se viene haciendo costumbre entre estudiantes y mucho más en los trabajadores: reducir la movilización a meras marchas, familiares o no, multitudinarias o no. Antes bien, ambos importantes sectores populares debieran apuntar a un estado de movilización permanente e ininterrumpida, que se alce en número y calidad en cada coyuntura, y que sepa aunar en la práctica las luchas y demandas propias a todas y cada una de las que viene levantando aquel mítico Movimiento Popular chileno.

Ya sabemos, el combate social no es lineal; tiene avances y retrocesos, aciertos y errores, pero será labor de los sectores más conscientes y jugados del Movimiento Popular, y de entre ellos el ME, ir aquilatando lo aprendido y amplificando las prácticas más acertadas, conduciendo al gigante popular a enfrentamientos más vastos y decididos, donde demostremos a los enemigos del pueblo que aquí no se rinde nadie; que de aquí saldrá la luz, la libertad y –más temprano que tarde- alcanzaremos la liberación humana y social.

¡Tod@s por una Educación Pública, Gratuita, de Calidad y al Servicio del Pueblo!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa –Equipo Estudiantil
Agosto 27 de 2016

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