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jueves, 18 de agosto de 2016

ISRAEL ATENTA CONTRA LA JUVENTUD PALESTINA AL REBAJAR EDAD DE IMPUTABILIDAD


Su parlamento rebajó la edad mínima para encarcelar niños acusados de supuesto “terrorismo” a los 12 años. Este nuevo atropello a la legalidad internacional por parte de los sionistas no es sino otra más del ladrón detrás del juez

El pasado 3 de agosto, se dio a conocer que el parlamento del sionista y pro-imperial Israel aprobó una ley que rebaja la edad mínima para encarcelar a menores acusados de lo que ellos denominan “terrorismo” a los 12 años. Sin decirlo, obviamente que la draconiana medida va dirigida contra los niños y adolescentes de la sitiada Palestina.

La “Ley de la juventud” permite ahora a las autoridades sionistas encarcelar a cualquier menor condenado por supuestos crímenes graves como el asesinato, intento de homicidio u homicidio, incluso si el o la agresora tiene menos de 14 años.

Si bien las autoridades israelíes siempre han desconocido olímpicamente el legítimo derecho de la ciudadanía palestina a defender sus territorios y sus propias vidas, amenazadas durante casi siete décadas desde que se instalara el Estado sionista, en 1948, simplemente ésta represiva e inicua legislación contra la infancia y la juventud de Palestina –sobre todo de la Franja de Gaza- es un verdadero atropello al derecho internacional y desconocimiento de todos los acuerdos de protección de los derechos de la infancia existentes.

Así, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN, 1989) consagra garantías expresas de un régimen penal especial para todas las personas menores de 18 años. 


La definición de la edad determina una serie de normas y obligaciones de protección a la infancia, establecidas tanto por la CDN como por las reglas de Naciones Unidas, que forman el Corpus Iuris de protección de los derechos humanos de los niños. 

Esta normativa es de carácter vinculante para todos los Estados. Por tanto, la reaccionaria normativa sionista es incompatible con lo que se establece en la CDN.

Por otra parte, el artículo 2 de la CDN establece la obligación de los Estados de garantizar la efectividad de los derechos sin discriminación alguna. Mediante su mal llamada “ley de la juventud”, Israel establece un régimen que se basa en una apreciación subjetiva como es la madurez. Ella conduce a que adolescentes de la misma edad enfrentaran a regímenes de responsabilidad distintos (el derecho penal especial y el de adultos).

Asimismo, en su normativa, los sionistas desconocen los artículos 37 y 40 de la CDN sobre los fines preventivos que fundan el derecho penal de los adolescentes. La propuesta tiene un marcado acento represivo y de prevención especial negativa (o incapacitación). Aplicarla, no tiene nada que ver con el principio de reinserción social que el ordenamiento internacional exige respecto de la intervención punitiva del Estado en personas menores de 18 años de edad.

Se presenta, a su vez, una incompatibilidad con el interés superior del niño por el que vela la CDN. Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998), en su Art. 26, podemos constatar: “Exclusión de los menores de 18 años de la competencia de la Corte. La Corte no será competente respecto de los que fueren menores de 18 años en el momento de la presunta comisión del crimen.”

La mayor parte de la humanidad sabe de los métodos terroristas empleados por Israel en su enconada lucha contra los Estados vecinos. De hecho, no es casualidad que desde octubre pasado, contra 34 israelíes muertos, los palestinos asesinados por el incontrarrestable poder de fuego sionista llega a ser 6,5 veces superior; nada menos que 218, cifra que incluye a muchos niños y adolescentes . Además, en lo que va de 2016, 560 menores de edad palestinos de Jerusalén Este han sido detenidos, permaneciendo aún detenidos 110 en cárceles israelíes, reveló el 15/8/16 el Comité Palestino de Asuntos de Prisioneros.


Los crímenes de Israel son justificados por su gobierno, por Estados Unidos y la Unión Europea, bajo el pretexto de la legítima defensa. Pero en realidad todos ellos saben perfectamente cuál es la causa de esta terrible crisis: la ocupación de los territorios palestinos por una fuerza militar y por más de doscientas colonias de judíos. Esta es la herida abierta en Oriente Medio que la manipulación de los hechos pretende que olvidemos. El sionismo no renuncia a conquistar más territorio en la Palestina ocupada, pues en su agenda oculta se contempla dominar toda la Palestina histórica, desde el río Jordán hasta el Mediterráneo, por lo menos. En su particular hoja de ruta, el Estado de Israel no contempla someterse al derecho internacional y al derecho humanitario. Para poder seguir siendo un Estado díscolo, cuenta con el apoyo incondicional de Estados Unidos, donde intereses ligados al sionismo y a la Nueva Derecha Cristiana mantienen una alianza política, económica y militar.

En palabras del intelectual judío Michael Warschawski, “los sionistas han asumido el concepto de choque de civilizaciones y ven la necesidad de una guerra de anticipación permanente”. El árabe, lo musulmán, enemigo histórico en la lucha por la sobrevivencia del Estado de Israel, se convierte ahora en un enemigo aún mayor que lucha por derrotar al mundo civilizado. Esta tesis hecha paranoia justifica absolutamente toda la violencia que se pueda desplegar contra el mundo musulmán. Ya hace muchos años la intelectual judía Hannah Arendt percibió que el sionismo sería una desgracia para los judíos.

Afirmaba Arendt que, “Lo lamentable, lo dramático, es comprobar las similitudes entre nazismo y sionismo: la idea de pueblo superior, de raza que debe cumplir una misión sagrada, sus métodos de limpieza étnica…”

Colectivo Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Agosto 18 de 2016

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