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miércoles, 24 de febrero de 2016

CRIMEN DE JOSE CARRASCO VASQUEZ: CONDENAN A 7 ESBIRROS DE LA DINA


El joven fue asesinado luego de ser utilizado por la Gestapo dictatorial en un montaje contra-propagandístico en que se obligó a un grupo de apresados del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR a intimar públicamente a la organización a deponer las armas y abandonar la resistencia

El juez especial para causas de DD.HH. Leopoldo Llanos, de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a siete sicarios de la dictadura cívico-militar a diversas penas de prisión por el secuestro y homicidio, en 1975, del estudiante de periodismo JOSÉ HERNÁN CARRASCO VÁSQUEZ.

El magistrado condenó al brigadier Pedro Espinoza Bravo y al coronel Rolf Wenderoth Pozo a tres años de prisión por el delito de secuestro simple y a otros quince años y un día como autores del homicidio calificado de la víctima.

Sentenció, además, a 18 años de prisión como autores de homicidio calificado al general retirado Raúl Iturriaga Neumann y al ex brigadier Gerardo Urrich González y a cinco años y un día, como cómplices del mismo delito, a Adelina Ortega Sáez, Fátima Muñoz Gatica y María Alicia Uribe Gómez. Esta última era una militante del MIR, importante en su labor del Equipo de Informaciones, que tras ser capturada y torturada se pasó al enemigo convirtiéndose en colaboradora de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y luego en funcionaria de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).

José Carrasco Vásquez, de 27 años por entonces, era estudiante de periodismo de la Universidad de Concepción, y fue uno de los cuatro militantes del MIR que —encontrándose en poder de la DINA— llamaron a la rendición de sus camaradas a través de la TV. Esa vez, los conferencistas anunciaron que Máximo Gedda, entre otros dirigentes miristas, "ya había caído".

Carrasco resultó detenido a fines del “74, junto con HUMBERTO JUAN CARLOS MENANTEAU ACEITUNO. Ambos eran dirigentes intermedios del MIR. Exactamente el 20 de diciembre de ese año, su familia supo que estaba detenido en Villa Grimaldi. Después de hablar por TV en el montaje represivo aquel, el 3 de septiembre de 1975, quedó bajo vigilancia de la DINA en el domicilio de su cónyuge. Carrasco y Menanteau recuperaron la libertad, bastante precaria por lo demás, durante éste último mes.

Encontrándose en esa situación, en noviembre de 1975 la siniestra organización represiva decidió llevarse nuevamente detenidos a los compañeros. El 19, es detenido Humberto Menanteau, mientras se encontraba en casa de sus padres y José Carrasco el día siguiente, en el domicilio de unos amigos.

El 10 de diciembre se encontraron los cadáveres de ambos en la Quebrada de Chada, al oriente de Paine, zona sur metropolitana. Los cuerpos presentaban múltiples heridas de bala con salida de proyectil y huellas de severas torturas. El forense estableció la defunción el 1º de diciembre.

La quebrada fue utilizada como matadero por la DINA. En el mismo lugar se encontraron los restos de 14 campesinos de Paine, asesinados luego del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Los cuerpos de Carrasco y Menanteau fueron reconocidos por sus familiares el mismo 10 de diciembre en el Instituto Médico Legal. Estos pudieron constatar que presentaban claros signos de haber sido torturados antes de dárseles una muerte vil.

En forma previa y mientras aún se encontraban detenidos, la prensa publicó la información de que el MIR había condenado a muerte a los participantes en la declaración y la conferencia de prensa. Una vez muertos, los familiares recibieron sendas misivas donde se les comunicaba que habían sido ajusticiados por el MIR, acusados de haber traicionado a la clase obrera. No obstante, en el informe de la Comisión Rettig -1991- se señala: “Esta Comisión llegó a la convicción de que esa versión no es efectiva, en virtud de declaraciones con que cuenta y que indican que los secuestradores eran agentes de la DINA quienes periódicamente los visitaban desde que habían sido puestos en libertad, y quienes los mataron al tener noticias de que intentaban recomponer sus relaciones con el MIR.  Ratifica lo anterior el que ellos fueron vistos en el cuartel de la DINA Villa Grimaldi durante esta segunda detención.  Por ello se ha adquirido la convicción de que las víctimas mencionadas fueron ejecutadas por agentes de la DINA, en violación de sus derechos humanos.” De hecho, se sabía que Carrasco y Menanteau habían entregado una carta a la dirección nacional del MIR donde renegaban de su obligada acción anterior y que estaban dispuestos a proseguir la lucha.

La investigación judicial que culminó ésta semana, demostró que la supuesta declaración del MIR y la misiva comunicando el ajusticiamiento eran falsas y que los jóvenes fueron asesinados porque la DINA detectó que, al salir libres, se contactaron con la dirección del MIR, renegando de su obligada acción anterior e informando que estaban dispuestos a proseguir la lucha de resistencia contra la dictadura.

Los crímenes "fueron actos punibles ejecutados por agentes del Estado, en el contexto de una persecución sistemática contra la población civil por razones políticas", señala la sentencia del juez Llanos.

¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y MEMORIA!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

Colectivo Acción Directa CAD – Chile
Febrero 24 de 2016

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