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miércoles, 23 de diciembre de 2015

ADVERTENCIA A LOS PROFETAS DE LA CATASTROFE DEL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL


“UN BREBAJE VENENOSO”

Diciembre 20, 2015

Los precios del crudo han caído hasta su mínimo de los últimos siete años después de la decisión de la OPEP, el cartel del petróleo, la semana pasada en Viena, de no poner ningún límite a la producción de petróleo el próximo año.


La demanda de petróleo ha disminuido considerablemente y las reservas de petróleo han aumentado a un récord histórico de 3 mil millones de barriles y los petroleros circunnavegan las aguas cercanas a las refinerías en los EE.UU. y Europa sin poder descargar porque no hay demanda.


Al mismo tiempo, los precios de materias primas importantes, como el mineral de hierro y el cobre, han alcanzado nuevos mínimos. El transporte de estos recursos en grandes buques contenedores se ha derrumbado, según el índice Baltic Dry, a su mínimo histórico de treinta años.


Como resultado, las grandes economías emergentes como Rusia, Brasil y Sudáfrica, que exportan principalmente energía y otras materias primas para las economías industriales y de consumo del mundo capitalista desarrollado, se encuentran ya en recesión económica, y el valor de sus monedas ha colapsado. El mayor consumidor de estas materias primas era China, pero su economía sufre una desaceleración significativa del crecimiento del PIB real y está almacenando su propio acero, mineral de hierro y cobre, o tratando de deshacerse de ellos en el extranjero a precios bajos.

En una nota anterior, señalé esta crisis creciente de las hasta ahora boyantes "economías emergentes". Sus economías despegaron a través de las exportaciones de materias primas y energía. Financiaron su fase de crecimiento gracias a los préstamos a precios muy baratos en dólares de los bancos occidentales. Pero ahora, con la caída de sus exportaciones y el derrumbe de los precios, estas deudas van a ser mucho más difícil de pagar.

Las compañías financieras en las economías en desarrollo reembolsaron 15 mil millones de dólares de su deuda internacional en el tercer trimestre, mientras que las empresas no financieras emitieron sólo  6 mil millones de dólares en nueva deuda. Ambas cifras han sido las más bajas desde inicios de 2009, según un informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Las empresas de los mercados emergentes están empezando a quebrar en mayor número que las expresas con deudas en Estados Unidos, por primera vez en años.

La próxima semana, la Reserva Federal de Estados Unidos tiene la intención de elevar su tasa de interés por primera vez en casi una década. Así que los intereses de la deuda barata que las economías emergentes han acumulado aumentarán. El valor nominal de la deuda soberana y empresarial de los mercados emergentes nominada en dólares se ha triplicado desde principios de 2009, hasta 17.000 millones de dólares, según los datos del índice Bank of America/ Merrill Lynch. Las economías emergentes están empezando a sentir el peso de su montaña de deudas.

El informe del BPI estima que el coste de los préstamos en estas economías emergentes es muy sensible a los tipos de interés de la Fed.


Cuando en 2014, la Fed decidió poner fin a sus medidas de flexibilización cuantitativa (impresión de dinero), provocó lo que se llamó la “rabieta taper” en las economías emergentes, cuyos mercados de acciones y bonos se hundieron. Ahora el BPI dice que "También ha habido señales de que los rendimientos de las monedas nacionales de las economías emergentes son cada vez más sensibles a la evolución de los Estados Unidos. La era posterior a la crisis se ha caracterizado por fuertes repercusiones internacionales del rendimiento de los bonos de Estados Unidos en los mercados emergentes, aun cuando esos países se encontraban en diferentes fases del ciclo económico. Y este efecto parece más fuerte con el tiempo. Una simple regresión de un índice de bonos EME en relación con los rendimientos de los bonos del tesoro de Estados Unidos a 10 años sugiere que el potencial de los efectos secundarios es más grande ahora que durante la ‘rabieta taper’".

El BPI está preocupado de que estas condiciones financieras más estrictas "pueden aumentar los riesgos de inestabilidad financiera". La relación de la deuda media respecto al PIB en los principales mercados emergentes ha aumentado en cerca de un 25% desde 2010. "A pesar de las bajas tasas de interés, el aumento de los niveles de deuda ha aumentado la proporción del servicio de la deuda de los hogares y las empresas por encima de sus promedio a largo plazo, en particular desde 2013, lo que es una señal del aumento de los riesgos de crisis financieras en las economías de mercado emergentes. La proporción del servicio de la deuda, inevitablemente, aumentará aún más cuando las tasas comiencen a elevarse. Cualquier apreciación del dólar, además, pondrá a prueba la capacidad de servicio de la deuda de las empresas de las economías emergentes, muchas de las cuales se han endeudado fuertemente en dólares estadounidenses en los últimos años”.

Si las economías emergentes caen en una crisis de la deuda con empresas y bancos quebrando, las economías capitalistas desarrolladas no podrán evitar el impacto. Así las cosas, la deuda empresarial ha aumentado considerablemente en los EE.UU. y Europa ya que las empresas han aprovechado los préstamos baratos para acumular efectivo. Pero a medida que el crecimiento de las ganancias empresariales se ha reducido al mínimo en el último año, los impagos de las empresas y las rebajas en la calificación de su deuda han aumentado, y esto antes de que la Fed elevase su tasa.

Más de 1 billón de dólares de deuda empresarial en los Estados Unidos ha sido rebajada en su calificación este año, cuando las bancarrotas han alcanzado su nivel más alto después de la crisis, subrayando los temores de los inversores de que el ciclo de crédito ha entrado en su fase final. Gran parte de la disminución de los 'fundamentos' se ha vinculado a la significativa caída de los precios de los productos básicos, con fallos en los sectores de la energía y los metales y constituyendo las industrias mineras una parte importante de las bancarrotas registradas hasta el momento.


102 empresas han quebrado desde el inicio de 2015, incluyendo 63 en los EE.UU.. Sólo tres empresas del país han mantenido la codiciada calificación triple A: ExxonMobil, Johnson & Johnson y Microsoft, con la petrolera en revisión para posible reducción de su calificación. Una gran parte de los emisores de deuda de más baja calidad se enfrentarán a "desafíos de refinanciación graves" de aquí a 2018, en la medida en que la generación de flujo de caja sigue siendo débil, señala Matthew Mish, estratega de crédito con UBS.

Cuando analizamos la actividad económica mundial en general, medida por los llamados índices de compras de los gerentes (PMI), hubo un ligero repunte en noviembre en la medida que las economías emergentes (línea roja) dejaron de contraerse (en promedio). Pero el índice mundo PMI (línea verde), aunque crece, sigue siendo menor que a principios de 2014.


Y, por supuesto, mi índice clave de la salud futura de la economía mundial, los beneficios, continua dibujando un panorama sombrío. Los beneficios empresariales en las cinco principales economías de los EE.UU., Japón, Alemania, la zona euro y el Reino Unido, ahora están contrayéndose (en promedio), por primera vez desde la Gran Recesión.


Otro factor desconcertante es que la economía mundial ya podría estar creciendo más lentamente que lo que apuntan las cifras oficiales. El FMI estima que el producto interno bruto mundial (PIB) creció el 3,1% en 2015. Sin embargo, en relación con los datos del FMI para el producto nacional bruto mundial (PNB), que incluye las ganancias del comercio exterior y los ingresos, pareciera de las propias cifras del FMI que la economía mundial se contrajo en términos nominales un 5% este año.

Estos datos contradictorios han sido estudiados en un artículo reciente. Peter van Bergjik, el autor, llegó a la conclusión de que algunas de las divergencias entre el PIB y el PNB mundiales podrían explicarse por errores estadísticos y desviaciones de ciertas divisas de su valor en dólares. Pero eso no sería suficiente para llenar la brecha en los datos. Van Bergijk concluye "que las previsiones oficiales del FMI del PIB real es probable que sean demasiado optimistas, como ya ha ocurrido en el pasado. En su análisis de las previsiones anteriores del FMI los últimos 20 años, la Oficina de Evaluación Independiente (2014) encontró que el FMI sobrestimó el crecimiento económico real, sobre todo en períodos de crisis mundial. Otras revisiones a la baja de la tasa de crecimiento real de la economía son, por tanto, previsibles".

He comentado la posibilidad de una nueva recesión global en notas anteriores. Mi punto de vista es que ocurrirá y tendrá lugar en los próximos uno a tres años como máximo. Algunos economistas ortodoxos están pronosticando una posibilidad superior al 50% para 2016. Los economistas del Citibank calculan que hay una posibilidad de 65% en 2016.


Este catastrofismo es rechazado por otros. Bill McBride, de Calculated Risk, menosprecia a esos profetas de la recesión que piensan que tendrá lugar el próximo año. Dice McBride: "Durante los últimos 6+ años, ha habido un desfile interminable de previsiones incorrectas de recesión. El sector manufacturero ha sido débil, y se contrajo en los EE.UU. en noviembre debido a una combinación de debilidad en el sector petrolero, fortaleza del dólar y cierta debilidad global. Pero esto no significa que los EE.UU. entren en una recesión. La última vez que el índice se contrajo fue en 2012 (sin recesión), y ha señalado una contracción en varias ocasiones sin recesión. En cuanto a los datos económicos, las probabilidades de una recesión en 2016 son muy bajas (muy poco probable, en mi opinión)".

Tal vez no será en 2016. Sin embargo, los factores para una nueva recesión son cada vez más fuertes: caída de la rentabilidad y las ganancias en las principales economías y una deuda empresarial creciente, tanto en las economías desarrolladas como las emergentes. Y la Reserva Federal comienza la subida de la tasa de interés de los préstamos en dólares. Es un brebaje venenoso.

*Michael Roberts: es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession

Equipo Internacional – CAD CHILE

Diciembre 23 de 2015

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